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El exitoso presente de Defensores de Pronunciamiento suele verse reflejado en sus figuras dentro de la cancha, en sus referentes o en su entrenador, en la dirigencia, algo que sucede en lo cotidiano en todos los clubes del fútbol argentino e internacional.

Sin embargo, para que la máquina funcione, hace falta que alguien mantenga el motor encendido, esté atento al funcionamiento de cada pieza y, fundamentalmente, siempre tenga el tanque lleno. Ese es el preparador físico, el cual, en época de pandemia, ganó aún más relevancia por ser el sostén anímico de un plantel que trabaja de una manera particular (cuerpo técnico y 12 futbolistas sin contratos desde el 30 de junio) a la espera de la definición del Federal A y del partido ante River Plate por Copa Argentina.

Poniéndole nombre al protagonista, nos referimos a Ismael Basconcel, quien junto a Hernán Orcellet, conforma hace 11 años una dupla que se ganó el respeto y la admiración del fútbol entrerriano.

El “Vasco” fue entrevistado por "Deportes 12" (Radio 12 FM 89.1 - www.radiodoce.com, la emisora de El Entre Ríos en Colón) y dejó un completo panorama de la actualidad de DEPRO.

-¿Cómo te has manejado durante este tiempo de pandemia?

-El tiempo es muy largo y sostener un proyecto causa problemas. A los docentes que brindamos de distintas formas clases se nos complicó muchísimo. No es lo mismo estar en un campo o en un colegio que en las plataformas.

En el fútbol se hace difícil desde la parte humana y anímica. Todos necesitamos ese empuje diario para desarrollarnos. Con los muchachos hemos estado todo el tiempo y le brindamos la posibilidad que manejen sus horarios porque sabemos que tienen otras actividades. Eso nos posibilitó darles herramientas de trabajo para mantener lo físico.

-¿Cuánto tiempo requerirá el regreso a las canchas?

-Charlando con diferentes colegas, concordamos en tener un tiempo prudencial que nos llevará 8 semanas. Es una categoría semiprofesional y hay muchachos que trabajan de otra cosa. Lo primero es una readaptación al trabajo, equipararlos, eso te lleva dos semanas. Y después empezar a entrenar más fuerte y cuando te acomodás, necesitás amistosos. Los tiempos de acuerdo a lo que se maneja no nos dan. Para los equipos que juegan Libertadores son muy cortos.

-En ese sentido, el preparador físico tendrá una responsabilidad muy grande, ¿cómo la asumís?

-Estoy enloquecido, como una fiera enjaulada, ja ja. Los profes tenemos que tratar de no cometer errores o minimizarlos. Obviamente que la prueba física la tenés que sostener, pero corrés el riesgo que si te pasás de vueltas podés romper al jugador, y si bajás no llegás a los objetivos. Siempre es necesario de acomodar las cargas y eso es difícil. En esta preparación pasábamos un plan diario que no todos pudieron sostenerlo, pero igualmente fue nuestra responsabilidad lo que suceda con sus físicos. En algunos momentos entró la duda de cómo encarar el tema, sobre todo por no tener sustento sobre cuándo arrancará el campeonato.

-El partido con River estaba tan cerca, y ahora, en caso de jugarse, ¿cómo los encontraría?

-Estábamos tranquilos porque veníamos en el desarrollo de la actividad y le sumamos la parte anímica de conocer el rival en la Copa. Hoy a casi cinco meses sin actividad están las ganas y energías, pero en realidad no tenemos la certeza cuándo se va a jugar.

-Ante los distintos panoramas que se manejan, ¿tenés alternativas previstas?

-Sí, lógicamente. Te acomodás rápidamente porque tenés que cambiar sobre la marcha. Algo similar a cuando llueve toda la semana. Las pretemporadas generalmente fueron variando en cantidad de semanas y por eso hay que apuntar a lo específico y no dudar, porque si lo hacés te juega en contra. El equipo tiene que estar a punto para que el técnico disponga.

-¿Qué opinás del regreso a los entrenamientos en grupos?

-De lo que estuve observando en Primera división, son grupos reducidos, algunos con trabajos físicos y otros con pelota. Cada uno tiene su receta pero en realidad todo se basa en reacondicionar las cargas. Obviamente tienen un componente distinto porque los clubes grandes cuentan con mucha gente en el cuerpo técnico y les resulta cómodo dividir el grupo. No sé cómo vamos a arrancar nosotros, si será en grupos reducidos o con más jugadores en un sector más amplio. Hay que esperar a estar en el campo el día estipulado.

-Más allá de que siguen trabajando con los futbolistas, la mayoría de ellos e inclusive el cuerpo técnico están sin contrato, ¿cómo se sobrelleva?

-El 30 de junio vencieron los contratos de 12 jugadores y del cuerpo técnico. Quedamos libres, pero eso no implica que dentro de unos días se renueve con el club. Todo esto ha sido sorpresivo, se cerró un ciclo sin terminar un torneo. Hay que esperar, porque estamos hablando de supuestos, más allá que haya fechas de inicio de entrenamientos. Porque hay chances de que el torneo continúe o arranque uno nuevo en 2021. Lo que ocurre en Buenos Aires no permite hacer muchas especulaciones a futuro. Es un momento difícil para todos, sobre todo para las instituciones que no pueden hacer contrataciones sabiendo que no podrán recaudar.

-¿Cómo es la relación con la dirigencia?

-La relación con la dirigencia siempre fue buena y uno entiende su situación. Cualquier equipo que tenga que abrir una cancha para no recaudar nada, no podrá sostenerse. Realmente se hace difícil sostener las disciplinas sin recaudar.

-¿Qué relación mantienen con Hernán Orcellet en el día a día?

-A Hernán no se le mueve un pelo. En esto es el que más tranquilo está, el que pone los paños fríos. Mantenemos un buen diálogo y tratamos de conversar un poco de las planificaciones y acercar nueva información respecto a entrenamientos o charlas. La relación es muy buena, con él y con todo el cuerpo técnico.

-Son siete años en DEPRO, un ciclo muy extenso y que no es habitual, ¿cómo lo describís?

-Para que un proyecto persista en el tiempo es muy importante que la cabeza dirigencial, el cuerpo técnico y los referentes del plantel hablen un mismo idioma. DEPRO tiene algo especial porque todos acompañan y apoyan. El jugador es muy cercano al club y los que vinieron a sumarse leen muy bien eso y se acoplan rápidamente. Se hace muy fácil convivir porque nos conocemos hace tanto tiempo y eso genera dinamismo en el trabajo. Ya saben con lo que se van a encontrar, sabiendo que la van a pelear en el día a día. Hay responsabilidad, respeto y sacrificio. Lo bueno del club es sostenerlo en el tiempo. Pasamos muchas turbulencias en siete años, pero siempre nos pudimos acomodar. Eso pasa porque todos queremos lo mejor para el club. En el Federal B viajamos muchas veces en el día y lo trasladamos al Federal A. Varias instituciones nos consultaron cómo lo hacíamos y hoy lo imitan. Para nosotros se volvió natural.

-Previo a DEPRO, con Orcellet tuvieron un exitoso ciclo en Campito, ¿cuáles son los recuerdos?

-Fueron cuatro años en los que aprendimos un montón de cosas en un club humilde, donde tuvimos un respaldo enorme y aprendimos a trabajar juntos con Hernán. Dejamos muy buenos amigos. Cada tanto con Hernán hablamos de Campito y coincidimos que fue la base de lo que estamos atravesando ahora.
Fuente: Radio 12 / El Entre Ríos

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