El abogado colonense supo ser concejal y precandidato a intendente en su ciudad. Actualmente es funcionario de Julio Pintos en el municipio de Pueblo Liebig y congresal del Partido Justicialista provincial por el departamento Colón.
“Con una mezcla de tristeza y bronca”, difundió a través de un escrito su parecer sobre lo que considera “la crónica de un error anunciado”.
“Trabajé, como muchos, para tener internas partidarias, pero nos tiraron con el escritorio. La dirigencia provincial parece no haber entendido el mensaje que la ciudadanía nos dio en el 2023. Se decidió competir con exactamente los mismos candidatos que nos llevaron a esa derrota, figuras que ya cargaban con el peso del rechazo popular y el desgaste de la gestión anterior”.
“En nuestra provincia, se insistió con Adán Bahl, que entre los compañeros había consenso que no había militado su propia campaña a gobernador, quien además viene sospechado por participar en hechos de corrupción, y con el exdirector de la AFIP, massista, representativo del Frente Renovador y no del peronismo, pero que había “cosechado” en cuotas la voluntades del PJ central; ambos fueron caras visibles de un proyecto que la sociedad ya había plebiscitado y rechazado hace apenas dos años”.
Después, apuntó contra Jorge Taina, derrotado en provincia de Buenos Aires por el candidato de LLA Diego Santilli. “Se pidió militar por un candidato que, en sintonía con una visión ideológica alejada del sentimiento popular, no tuvo el coraje de condenar la dictadura venezolana. No podemos defender lo indefendible en el exterior ni aferrarnos a figuras que ya fracasaron en el interior”.
“La autocrítica debe ser honesta y la renovación real”, concluyó Villanova.
Texto completo
Como militante peronista desde los 16 años, vivo los resultados de esta elección con una mezcla de tristeza y bronca; pero bronca con nuestros dirigentes provinciales y nacionales. El voto es sagrado y el mandato de la ciudadanía incuestionable. En lo particular, elegí no participar activamente en esta campaña, no por falta de compromiso con nuestra doctrina y principios, sino por un profundo desacuerdo con las candidaturas que se nos impusieron. Trabajé, como muchos, para tener internas partidarias, pero nos tiraron con el escritorio.Lamentablemente, el tiempo y las urnas nos dieron la razón. Los resultados no son una sorpresa; son la crónica de un error anunciado.
La dirigencia provincial parece no haber entendido el mensaje que la ciudadanía nos dio en el 2023. Se decidió competir con exactamente los mismos candidatos que nos llevaron a esa derrota, figuras que ya cargaban con el peso del rechazo popular y el desgaste de la gestión anterior.
En nuestra provincia, se insistió con Adán Bahl, que entre los compañeros había consenso que no había militado su propia campaña a gobernador, quien además viene sospechado por participar en hechos de corrupción, y con el exdirector de la AFIP, massista, representativo del Frente Renovador y no del peronismo, pero que había “cosechado” en cuotas la voluntades del PJ central; ambos fueron caras visibles de un proyecto que la sociedad ya había plebiscitado y rechazado hace apenas dos años. ¿Qué resultado distinto podíamos esperar si la oferta era la misma?
Pero este no fue un error aislado. Vimos cómo lo mismo se reprodujo en otras provincias. El caso de Taiana en la provincia de Buenos Aires es paradigmático. Se pidió militar por un candidato que, en sintonía con una visión ideológica alejada del sentimiento popular, no tuvo el coraje de condenar la dictadura venezolana. No podemos defender lo indefendible en el exterior ni aferrarnos a figuras que ya fracasaron en el interior.
Si queremos volver a ser la opción de la mayoría, la autocrítica debe ser honesta y la renovación debe ser real. Necesitamos dirigentes nuevos, con coraje, y nuestras banderas, que escuchen y que representen una sociedad compleja y sin ataduras.
