El pastor de la Iglesia Católica habló a los presentes, entre los que estuvieron el intendente Francisco Azcué y autoridades municipales, de las fuerzas armadas, de seguridad y de otras instituciones de la ciudad. “Queremos renovar nuestra vocación a ser un pueblo libre e independiente. Por eso, sentimos el compromiso de crear las condiciones para que cada argentino pueda crecer, desarrollarse plenamente y desplegar todas las potencialidades de su personalidad”, expresó en primer término.
Inmediatamente después, el obispo de la Diócesis de Concordia manifestó que “estaremos en deuda con el anhelo de los próceres de la independencia, mientras en nuestro país haya familias oprimidas por la pobreza y la marginalidad; personas que vivan en la calle; niños y adolescentes que no van a la Escuela o no terminan los estudios básicos; jóvenes y no tantos, esclavizados por las adicciones y víctimas del negocio de las drogas; ancianos que han vivido llenos de carencias y se acercan al final de sus días sumidos en la pobreza y el abandono”.En otro tramo, opinó que “deberíamos trabajar por recuperar el respeto por la familia, que es el valor más querido por nuestro pueblo haciendo que los derechos de las familias sean respetados y reconocidos y comprometernos a respetar la vida en todas sus formas, desde su concepción hasta su fin natural, cuidando especialmente las etapas de la niñez, la adolescencia y la ancianidad”.