En cuanto a las diferencias, contó que “los primeros ruidos fueron después de ganar las (elecciones) generales, que es cuando más me pongo en fuerza porque dejo el cargo de apoderada y empiezo a trabajar fuertemente en el ballotage del presidente, y había que convencer mucho a la territorialidad del radicalismo para que fiscalice”. “Ahí empezó el ruido fuerte interno con las celebraciones de haber ganado sobre el trabajo con esta persona que presuntivamente está en el narcotráfico”, aseveró.
“Se le consultó (a Varisco) y dijo que nada que ver, porque es muy convincente el intendente. Si no fuera porque tiene confirmado el procesamiento, las escuchas y es investigado por el Tribunal de Cuentas, uno se sienta mano a mano con él y piensa que es todo electoral. Y yo realmente confié, como confiaron los que pusieron el voto y como la estructura de mi partido: confiamos en que él nos decía desde la total honestidad que no tenía nada que ver y que Daniel “Tavi” Celis no tenía nada que ver con el narcotráfico”, describió.
Acotó que “el primer ruido grande en cuanto a la gestión, en cuanto a las relaciones, fue en los primeros meses cuando vinieron los reclamos, que fue como una mercantilización de la política, porque venían a reclamar contrataciones con dinero público por deudas de campaña” y que “el ruido más fuerte y la primera señal fue la compra directa con aval de la mayoría del terreno de Anadón en la fábrica de Portland”.
“Después lo ponen preso a Celis por la causa del robo y yo pensaba que la gente del campo son electores nuestros y este señor cometió un robo violento, y ahí empieza un año muy difícil para mí”, lamentó.
Ante esto, analizó que “se dieron cuenta que yo iba a ser un freno total, porque si hubiera sabido de una ilegalidad lo hubiera denunciado como primera de cambio porque definitivamente no vengo a eso”. “Por mi nombre y mi prestigio, y por la función del Estado en pos del bien común, jamás lo hubiera permitido. Y creo que se dieron cuenta y me demonizaron, y lo tomo porque era parte del juego y no pudieron domesticarme”, refirió.
Aseveró que a partir de allí “hubo una devaluación constante, ante cualquier cosa me ponían en ridículo, buscaron ponerme como que tenía algun desequilibrio o que no sabía nada o no tenía legitimidad para haber sido compañera de fórmula de Varisco”.
En ese contexto, reveló que hubo funcionarios que la atacaron y apuntó que “el primero fue (el secretario de Medios, José) Escobar”. “En 2016 yo planté bandera. Cuando lo ponen preso a Celis en una entrevista dije que el intendente tendría que explicar todas estas vinculaciones, y 25 minutos después lo tenía a este señor llamándome por teléfono y tratándome como si yo tuviera cinco años y tuviera que rendirle cuentas a él. Las cosas bárbaras que me dijo, fue tremendo”, relató.
“Uno trabaja en equipo, quiere ser colaborativo y quizás tengo que pedirle disculpas a mucha gente, porque en mi buena fe muchas veces hasta pensé que yo era el problema, porque era la oveja negra. Y tuve situaciones de mucha tensión que no sabía cómo abordarlas porque sentía y me daba cuenta que objetivamente no quería ser parte del problema sino de la solución, y me daba cuenta que nos estaban mintiendo, que ejercían el poder de una manera abusiva, al margen de la legalidad, y se estaban empezando a evidenciar las cosas y yo tenía que tomar un partido: o resistía o me alineaba. Y gracias a Dios tuve el apoyo del ministro Frigerio que me dijo que debía quedarme”, señaló Etienot.
En ese marco, reconoció que “muchas veces” pensó en irse del cargo: “Imagínese que tengo un policía en la puerta de mi casa, siendo que ejercí el derecho de familia en situaciones muy complicadas, en situaciones de violencia defendiendo a clientas de situaciones muy violentas y aun así nunca sentí el miedo para mi familia como esta vez, porque no hay límites”.
“Uno no es consciente del nivel de exposición que tiene, porque yo soy un ciudadano que un día le dijeron que iba a tener un lugar y decidí aceptar, y yo me diento uno más de la ciudad, pero la gente me reconoce y por ahí uno no tiene conciencia de eso. No me ha tocado pasar momentos feos en la calle, pero el nivel de violencia en comentarios, en noticias y demás enoja a la gente. Hay gente que solamente me conoce como una golpista porque con el ministro Frigerio hicimos un plan de conspiración contra Varisco por la causa de la avioneta y ese plan después fue con el juez Ríos con la causa de la cocaína, y después porque en la sesión no lo dejé hablar. Hay gente que me conoce solo por eso, pero claramente no me van a decir ellos quien soy.
“Desde ahí no me alineé y traté de colaborar porque el presidente nos pidió tres cosas siempre: idoneidad, honestidad y gobernabilidad. Y nosotros teníamos que tratar de sostener, y yo resistía en cuanto a la legalidad de la manera que podía, pero al mismo tiempo trataba de no conspirar y diferenciar que no somos lo mismo pero dejar que las cosas se muestren y pase lo que tenga que pasar”, sentenció.
“Argentina y Paraná tienen que aprender, y lo que se va a aprender con esto es la igualdad ante la ley durante la gestión y salvo la propia vergüenza que tiene que ser un freno para renunciar a un lugar, si el dirigente no lo hace hay que esperar que sea el poder que controla –en este caso, si hubiera herramientas el Legislativo o el Judicial- que lo saque, pero no puede haber una tercera fuerza, no puede haber algo fuera de la legalidad que lo saque. Y esto es un aprendizaje en nuestra joven democracia, aun a un costo altísimo, y aunque sea un desgaste tiene que ser así”, reflexionó.
La sesión accidentada
Respecto de la sesión en la que se presentó el intendente y que terminó en escándalo y con insultos de parte del secretario de Medios de la comuna, José Escobar, hacia su persona, Etienot sostuvo: “Me preocupaba la seguridad de la gente, de los concejales, de los empleados, del recinto, porque había una patota que era la segunda vez que estaba. El intendente irrumpe sin que hayamos podido convocar a la policía para que controle la seguridad, y no era alguien externo sino que era el propio intendente el que estaba con su propia gente el que hacía esto”.“No sabíamos nada. Y ni bien irrumpe la gente empieza a alentar, a insultarme, se acerca el secretario de Medios y empieza a gritarme cosas que yo trataba de no escuchar. Y cuando veo que se levanta el bloque del Frente para la Victoria y mi secretario me dice que no tenemos quorum aproveché a cortarla porque en mi cabeza en ese momento lo que cruzaba era: no puedo dejar que me devalúe el poder de presentarse cuando se le antoja en mi recinto, porque hay una independencia de poderes. Y pensaba que no debía dejar pasar la provocación de las cosas que decía, algunas irreproducibles, del secretario de Medios”, afirmó.
Admitió además: “Me dio una desilusión tremenda mis colegas, porque vi a Francisco Avero, a (Walter) Rolandelli, al secretario de Derechos Humanos (Eduardo Solari) y al propio intendente sentados ahí, viendo esta irrupción en el funcionamiento normal de un órgano de la democracia y viendo el agravio personal, no solo como presidenta y mujer sino como persona; viendo las amenazas de vas a tener que responder en los medios; te vas a arrepentir; no arrugues y que no hubiera ningún hombre que dijera paren que es una dama. Ninguno pidió disculpas y hay algunos que no me miran a los ojos. No se puede permitir eso”.
“Cuando la gente que trabaja conmigo me pregunta cuando voy a asumir la intendencia, les respondo que en este momento no es un lugar para una mujer, pero no es porque yo no tenga la garra o la firmeza para hacerlo. Si tomás este cargo, con esta gente y esta forma que tienen de hacer política, un hombre tiene muchas más herramientas para enfrentarlo, pero no por falta de garra de la mujer sino porque no respetan de ninguna manera el rol de la mujer ni ninguno de los derechos y garantías de las mujeres para tener igualdad de oportunidades y de trato”.
En este contexto, cuestionó que “desde el partido radical ni institucionalmente ni a título personal de nadie sacó un comunicado rechazando esto y es una deuda. Algunos podrían haber levantado el teléfono pero no lo hicieron, y parece que no se quieren meter, porque son enemigos poderosos y creo que les tienen miedo”. De todos modos, mencionó y agradeció que la llamaron la ministra de Gobierno, Rosario Romero, y el diputado nacional Julio Solanas, y de otros partidos.
“Me dicen de la interna que tengo con Varisco, ¿qué interna? Acá no estoy discutiendo con el intendente si 25 de Mayo tiene que ser mano o contramano, si ponemos cloaca o no, acá estamos discutiendo que ustedes quisieron delinquir según dice la Justicia, y yo no, y agarro una bandera que es de la lucha contra el narcotráfico, de la legalidad, del estado de derecho, la de la mujer”, señaló.
Sobre las posibilidades de continuar en la política, mencionó: “Hice todo lo posible y el desgaste fue muy grande. Si el ministro Frigerio llega a ser candidato a gobernador tiene mi compromiso y cuenta conmigo para lo que disponga, y el presidente también. De hecho, nos estamos convocando para seguir trabajando desde el partido y desde Cambiemos, pero fuera de eso no sé porque otros tienen que ir tomando la posta, pero ante una petición o una necesidad que pueda cubrir mi servicio está dispuesto porque es una vocación”.
Por último, reveló que “nunca más” habló con Varisco: “La última vez le dije que nunca más iba a hablar con él, en febrero de este año, en la última elección para presidentes. Le dije a él y a Hernández, si tienen un año difícil y gratuitamente tendrían que venir a decirnos a nosotros cómo podemos colaborar para sacarle el estigma a la Municipalidad de Paraná de narcotráfico en lugar de hacer eso, están conspirando. Le dije que no hay más colaboración de parte mía, y hasta acá llegamos”.
