En el encuentro, los presidentes de ambas instituciones coincidieron que, a pesar del atractivo local e internacional que genera el súper clásico argentino con presencia de sus dos parcialidades, dicha medida puede generar inconvenientes para los socios de ambos clubes.
Además de los 4.000 lugares destinados para los hinchas visitantes, se deberían restringir otras miles de ubicaciones para adaptar los pulmones de seguridad, acotando así considerablemente el espacio disponible para el público local.
A pesar de esta decisión, Boca Juniors y River Plate "valoran y reconocen el interés del presidente Mauricio Macri por promover la presencia del público visitante en estas dos finales. En ese sentido, ambos clubes asumen el compromiso de acompañar todas las medidas necesarias para lograr las condiciones que posibiliten la presencia de ambas parcialidades en cada partido del fútbol local", indicaron en un comunicado.
Finalmente, en el escrito expresaron: "Es un verdadero orgullo para el fútbol argentino poder vivir esta fiesta. Convocamos a simpatizantes, hinchas y socios a vivir estas jornadas como lo que son: una celebración popular que no sabe de fronteras. En paz, con pasión y en convivencia. Vivamos estas finales sabiendo que #SomosRivalesNoEnemigos".