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"Papelón en el CGE: dos resoluciones contradictorias obligan a los directivos a incumplirlas" titula el sitio Entre Ríos Ahora.

El Consejo General de Educación (CGE) en ocasiones emite resoluciones que, una vez que salen del cuarto piso del edificio de Córdoba y Laprida y llegan a las escuelas, se convierten en letra muerte: de imposible cumplimiento.

Ocurre ahora, con dos resoluciones, una emitida en 2011, y otra, en 2013. La primera fija que ningún alumno de secundaria debe ser sobrecargado con más de dos materias para rendir por día durante el período de exámenes de diciembre; pero la otra normativa, fija que el período de exámenes durante diciembre será de cinco días (cuatro en las escuelas nocturnas, porque el último se destina a los actos de colación), lo cual vuelve de imposible cumplimiento la primera.

La resolución N° 1.582, de 2011, que estableció el régimen de evaluación de los alumnos de secundaria, estableció que cuando un alumno no promocione durante el año escolar determinada materia, deberá presentarse ante una comisión evaluadora en los turnos de diciembre , primero, y febrero, después, en caso de no aprobar tampoco a fin de año.

Pero es tajante la normativa en un punto: dice que un alumno “no podrá ser evaluado en el mismo día en más de dos espacios curriculares. Cuando las evaluaciones sean dos, entre la finalización de una y el comienzo de la otra deberán transcurrir por lo menos dos horas”.

Ese período en el que se conforman las mesas examinadoras, dice la Resolución N° 4.444, del año 2013, que estructuró el calendario escolar 2014, debe darse entre el 15 y el 19 de diciembre. Es decir, en cinco días, que para las escuelas nocturnas se reduce a cuatro días.

El profesor Víctor Hutt, rector de la Escuela de Jóvenes y Adultos N° 12 “25 de Mayo”, de Concepción del Uruguay, sostiene que para cumplir una normativa, se debe incumplir la otra, porque hay una contradicción entre ambas.

“Si hacemos un sencillo cálculo, que parecen no haberlo hecho los vocales del CGE que dictaron estas normas, es imposible ubicar la cantidad de espacios de cada año del secundario en esos cinco días. La cantidad de materias va de 12 a 19 dependiendo de las orientaciones de las escuelas, por lo que se necesitan entre 6 y 10 días de mesas para cumplir con lo que establece la resolución sobre evaluación, por esta incoherencia los directivos de las escuelas medias tenemos que decidir que normativa incumplimos y luego hacernos cargo de las consecuencias”, explica.

Siempre habrá un pero, sostiene. “Si decidimos cumplir con los cinco días de mesa, o cuatro de las nocturnas, y ubicar todas las mesas en esa semana, corremos el riesgo del reclamo de un estudiante con su familia si el mismo tiene tres mesas el mismo día y en ese caso tiene toda la razón el que reclama y el directivo quedará como un infractor por no haber respetado la normativa de Evaluación”.

Al respecto, el docente señala: “Si decidimos ubicar sólo dos materias por día, que es lo que nos manda la resolución 1582/11, deberemos comenzar las mesas varios días antes de lo establecido por el Calendario Escolar y por lo tanto estaremos infringiendo lo normado y podremos recibir una sanción o al menos un reto por el incumplimiento, lo cual también tiene su fundamento en la normativa”.

“Esta incoherencia –subraya– pone al directivo en posición de incumplir obligatoriamente con una u otra normativa, luego decidiremos si priorizamos el derecho de los estudiantes a no tener más de dos materias un mismo día o priorizamos cuidarnos de que no nos sanciones por salirnos del calendario”.

Un auténtico berenjenal.

“Todos recibimos mensajes desde la superioridad remarcando por ejemplo el hecho de que no se pueden poner mesas fuera de la semana del 15 al 19 de diciembre, con lo cual nos están diciendo, indirectamente pero en forma muy evidente, que no respetemos el derecho de los estudiantes, en ese caso vemos claramente las posturas pedagógicas de nuestros superiores o podemos entender que ellos están en la misma situación de incomodidad, porque si nos dicen que respetemos el derecho de los estudiantes y ocupemos más de cinco días para mesas, recibirán el reto o la sanción de sus superiores y sabemos que por encima de los supervisores se ubican cargos políticos sin concurso, puestos por el mismo dedo que puso a la mayoría de los vocales del CGE que produjeron este mamarracho”.

Pero el docente también cuestiona el propio espíritu del nuevo sistema de evaluación en secundaria, que ordena destinar dos semanas finales del calendario a la “recuperación de saberes”.

Esa situación, dice, genera una contradicción: “pretender dos semanas de recuperación de saberes, de atención a los estudiantes que necesitan de mayor ayuda para aprobar las materias o presentarse en las mesas en mejores condiciones, manteniendo a todos los estudiantes en las aulas, incluyendo a aquellos que ya claramente tienen la materia aprobada. Quienes dictan estas normas evidentemente tienen poco conocimiento de los adolescentes y de las condiciones de muchas de nuestras escuelas secundarias, pretender dar clases con 10 chicos que necesitan ayuda extra junto a 20 chicos que ya aprobaron la materia y mantener un ambiente de trabajo que permita brindar condiciones de aprendizaje, en ese momento del año, se torna en la mayoría de los casos imposible y no se logra el objetivo de ayudar pedagógicamente a quiénes más lo necesitan”.

Por eso, asegura, se da lo que cuenta Hutt: en muchas escuelas secundarias ya desde el 28 de noviembre se comienza a indicar a los estudiantes que no concurran, mostrando que las normas cuando son incoherentes conviene no cumplirlas, pero corriendo el riesgo de la sanción que esto puede implicar”.
Fuente: Entre Ríos Ahora

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