En el caso de la médica pediatra y delegada de ATE, los argumentos esgrimidos en su renuncia hacen referencia a la modalidad de atención en la guardia, desinteligencias con el personal de enfermería, problemas con el cobro de adicionales, la sospechosa baja de una suplencia, las guardias cubiertas por médicos no especializados en la materia, el estrés generado por esta situación laboral y la falta de respuesta a los reclamos por parte de la ministra de Salud Sonia Velázquez, entre otros temas. El texto de renuncia presentado por Martínez ante la directora del nosocomio, Lic. Claudia Sánchez, fue expresado en los siguientes términos:
Hago presente mi renuncia indeclinable como profesional médico de esta institución, en mi carácter de suplente extraordinario (Médico Interno de Guardia), luego de numerosos reclamos de público conocimiento y otros, a los que no se les ha dado solución, expongo los motivos a continuación:
Se ha persistido en la modalidad de que en la guardia de urgencias y emergencias se atiendan las innumerables patologías ambulatorias de la población, agotando a los profesionales de guardia, que cuando deben hacerse cargo de las urgencias y emergencias ya no cuentan con las energías necesarias para afrontarlas y poder aplicar correctamente sus conocimientos. Gran parte del personal de enfermería de guardia, está de acuerdo con esta modalidad ambulatoria por guardia y no respeta el triage que realiza el médico de guardia (a falta del funcionamiento de un triage que funcione en la sala de esperas como se viene pidiendo hace años), persiguiendo y acosando a los médicos de guardia para que realicen inmediatamente atenciones banales, no respetando el criterio médico de atender en 1er lugar a pacientes más críticos en otras áreas, o respetando el tiempo de atención de esas patologías banales para distribuir la energía para afrontar 24 hs de guardia. Atribución que este personal no tiene por qué tomarse y control sobre el mismo, que nadie ejerce.
Se ha reestructurado mobiliariamente la guardia eliminando el shock room de pediatría, colocando un living en este lugar destinado a enfermería, por capricho de la jefa de enfermería de guardia, sin autorización. A pesar de denunciar este hecho ante la dirección y las supervisoras de enfermería, nunca se restableció el mobiliario para que la guardia pudiera volver a funcionar con fluidez, ya que al trasladar el shock room de adultos al centro físico de este espacio, para poder resucitar un paciente, cuando se da esta eventualidad, hay que sacar la camilla al pasillo por falta de espacio para intubar, los pacientes pediátricos no pueden entrar ni salir, etc.
La recategorización del hospital no ha sido acompañada con el acondicionamiento de la sala de pediatría y el personal especializado para atender una “neo pediatría”, ni siquiera están cubiertas las guardias de pediatría toda la semana. Muy por el contrario, la directora ha persistido en sostener profesionales médicos que no saben de pediatría, hechos denunciados por mí, ante ella, con el solo objetivo de que las guardias pediátricas estén cubiertas, sin importar por quien, poniendo en riesgo a toda la población.
Desde hace un año, el dinero adicional que se nos paga por guardia de fin de semana, todos los meses hay que pedirlo innumerables veces para poder cobrarlo. Dejamos de cobrar los traslados desde hace esta misma cantidad de tiempo. De manera sospechosa se me dio de baja mi suplencia en el mes de mayo de este año, alegando un error administrativo, teniendo que perder tiempo y energías para que me lo restablezcan y poder cobrar. Fueron necesarios 2 meses para poder organizar nuevamente mi situación laboral.
No se ha previsto la eventualidad de que los médicos se enfermen, viéndose recargado el compañero de guardia con el doble de trabajo.
El plazo pedido por la Ministra de Salud, Sonia Velázquez para resolver el funcionamiento del nosocomio está más que vencido. De hecho, como detallo previamente, en el último tiempo ha empeorado.
Continuar trabajando en el hospital significa avalar todas estas medidas. Elegí seguir trabajando aquí por 2 años y medio porque creí que se podía mejorar su funcionamiento. Hoy estoy convencida de lo contrario, por esto es mandatorio que renuncie. Sumado al estrés laboral originado que ha afectado seriamente mi salud.
