La investigación comenzó a raíz de denuncias realizadas por vecinos de alrededores, quienes se quejaban por los olores y enfermedades respiratorias que estaban apareciendo en los habitantes de la zona noroeste de Concordia, en cercanías del barrio El Silencio y el Campo del Abasto.Esta situación se ve agravada ya que a pocos metros del inmueble allanado, se encuentran comedores infantiles y parques recreativos.
Al realizar el procedimiento constataron que el horno incinerador no cumplía con los requisitos técnicos para la quema de este tipo de materiales. Se trataba de un horno “casero”, que no realizaba ningún tipo de filtro en el humo que emanaba al exterior.