Obvio que sí. Nadie duda de que hay excepciones plenamente justificadas. Por caso, el chofer de una ambulancia que lleva a un paciente necesitado de urgente atención. O los policías a bordo de un patrullero con la sirena encendida.
Seguramente habrá más ejemplos que agregar a la lista de razonables “privilegios”, pero, ¿será válida la excepción que colmó de asombro a un ciudadano que a diario atraviesa el puesto ubicado en Avenida Monseñor Rösch, en el acceso norte a Concordia?
El lector de El Entre Ríos que relató esta anécdota atraviesa todos los días el cerrojo por motivos laborales. A pesar de las incomodidades que ello le acarrea, está de acuerdo con los controles rigurosos. Es más, acostumbra alentar al personal que le toma la temperatura pidiéndoles que “no aflojen”, que la tarea que llevan adelante es muy importante.
Pero una semana atrás, vio algo que lo descolocó totalmente. Delante suyo avanzaba un camión blindado del Banco Nación y pudo presenciar el momento en que el conductor apretó el acelerador y pasó el control sin que siquiera bajar la ventanilla para que le tomen la temperatura.
Sorprendido por lo ocurrido, se aprestó a preguntar por qué el transporte de caudales tenía un libre paso de semejante naturaleza, al extremo que no se les tomó la temperatura ni tampoco se identificó a quienes iban en su interior. La respuesta fue inmediata: “Es un blindado. No pueden bajar las ventanillas. Están amparados en normativa nacional”.
El testigo directo del hecho pidió hablar con la persona que en ese momento estaba a cargo del puesto de control. La explicación que recibió fue similar: “Es por seguridad. No pueden bajar las ventanillas. La ley así lo indica.”
Qué dice la Ley Nacional de Tránsito
La 24.449, en su artículo 58, al hacer referencia a los “revisores de carga” autorizados para “examinar los vehículos”, incluye un renglón con la siguiente excepción: “No pueden ser detenidos ni demorados los transportes de valores bancarios o postales debidamente acreditados”.Vale resaltar que el 58 alude específicamente a la “revisión de cargas” y, sería en ese contexto interpretativo en el que introduce lo que aparece como una razonable excepción: que no puedan ser “detenidos ni demorados” los transportes de caudales.
Tal vez exista alguna otra normativa específica que les garantice un pase libre absoluto, tan absoluto que –al parecer- ni la Pandemia le hizo mella.
Como sea, dicen los conocedores del derecho que las normas son genéricas y, por tanto, su aplicación al caso particular en ocasiones requiere discernir el contexto antes que obrar con automaticidad y “obediencia ciega”.
Por caso, en tiempos “normales” nadie duda de que un blindado no baje las ventanillas por razones de seguridad. Pero, ¿sigue siendo tan obvio en medio de la pandemia? Además, el control de ingreso a la ciudad no es un piquete de desconocidos, de quienes pudiera sospecharse que se aprestan a protagonizar un atraco.
Meses atrás, el intendente de Concordia, Alfredo Francolini, convocó a representantes de las fuerzas de seguridad para pedirles que los uniformados evitaran, en la medida de lo posible, trasladarse de una ciudad a otra y que permanecieran en la localidad donde prestan servicios.
El Presidente Municipal justificó la solicitud aludiendo al contexto excepcional que vivimos. ¿No sería válido ese mismo argumento para que al personal de los transportes de caudales se le tomara la temperatura y los datos, adoptando recaudos especiales, habilitándoles un carril rápido donde fueran supervisados exclusivamente por policías, gendarmes o prefectos?
La preocupación del intendente
“Es un problema que nunca pudimos resolver. No los podemos identificar porque ellos no pueden abrir la puerta ni la ventanilla”, respondió Alfredo Francolini, al ser consultado por El Entre Ríos.El presidente municipal de Concordia recordó que tiempo atrás había hablado con representantes de una empresa de caudales radicada en la zona, “para que su personal hiciera la cuarentena si venía desde lugares donde hay muchos casos. También se conversó sobre una declaración jurada que deban llenar”, comentó.
Francolini trajo a colación que “el traslado de dinero está dentro de las excepciones de los DNU nacionales”.
- ¿Por qué no pueden abrir ni puertas ni ventanillas?, preguntó El Entre Ríos.
- Creo que por una cuestión legal. Habían hecho una presentación en su momento. Entiendo que es por razones de seguridad.
