El conjunto de la capital del citrus finalizó en el tercer puesto de la fase clasificatoria dentro del Top 6, detrás de Central Entrerriano y Colón Rugby, y por encima de San Martín de San Jaime de la Frontera, los otros clasificados a semifinales.
El sinuoso camino hacia el título indicaba que debía derrotar en calidad de visitante a sus antecesores en la tabla. Y así fue. El primer estiletazo fue en Colón, donde venció al campeón 2021 por 24-19. Y en el juego decisivo batió 27-24 a Central Entrerriano, el gran candidato.
Previamente en la etapa regular del torneo la actuación del Rojo fue bastante irregular. En el comienzo alternó buenas y malas: victorias en casa sobre Carpinchos (44-24) y Salto Grande (27-6) y derrotas en la ruta frente a Colón (22-48) y Central Entrerriano (21-38).
Luego enhebró una buena racha de tres victorias en fila: 31-20 sobre San Martín y 34-21 ante Colón, ambas de local, y 20-9 en Gualeguaychú frente a Carpinchos. Pero le siguieron dos caídas: 14-21 visitando a Salto Grande y 32-36 en su único traspié como local, frente a Central Entrerriano. Pero en el décimo y último cotejo dio muestras de recuperación batiendo 36-17 en San Jaime al siempre difícil San Martín.
Doce fueron los partidos en el camino hacia la consagración, con 8 triunfos y 4 derrotas. En casa cuatro victorias y una derrota. De visitante otros cuatro halagos (dos claves) y tres perdidos.
En conclusión, Los Espinillos sacó provecho del cambio de formato que tuvo el certamen (se dispuso que haya una etapa de Play Off entre los 4 primeros) que le terminó dando una segunda oportunidad. Y ahí fue letal, ganándole de visitante los partidos decisivos a los equipos con mejor performance en la etapa regular.