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En la política de “antes”, posicionar a referentes político implicaba hacer “territorio”. ¿Qué quería decir eso en la “prehistórica” era analógica, previa a la irrupción de lo digital? Ir a los barrios, hablar con la gente, intentar un “casa por casa”, un “cara a cara”, vincularse estrechamente con las entidades sociales de “base”, grafitis, algún pasacalle, caminar, caminar y caminar. Todo ello, complementado con presencia en los medios convencionales: radio, diario y TV, donde se corría el riesgo de que a algún periodista se le ocurriera tomarse la profesión en serio e hiciera preguntas incómodas. En otras palabras, el asunto era más “físico”, había que poner el cuerpo y asumir riesgos. Bueno, tal vez esto último suene excesivo…

Hoy el “territorio” mutó. El barrio, las casas, las instituciones, siguen existiendo, claro. También los medios convencionales. Pero en la actualidad hay otro “lugar”, virtual, donde los dirigentes perciben que sí o sí tienen que asomar. Algunos lo intentan a tientas y a ciegas, casi al voleo. Otros, con billetera más abultada, asesorándose con profesionales de la comunicación y confiándole el manejo a “community manager”, a muchos de los cuales les debemos estar pagando el sueldo entre todo. El asunto es que hay que mostrarse en las insondables geografías de Instagram, Facebook y Twitter. O la más nueva y divertida Tik Tok.

Los que están en “gestión” es frecuente que se exhiban, casi hasta el hartazgo, con fotos y “videítos”, destacando que hacen lo que es su deber hacer, porque para eso los eligieron y para eso se les paga. Por caso, aparecen hablando con un vecino, supervisando el trabajo de una cuadrilla que repara una calle, entregando un subsidio, detrás de un escritorio “prolijamente” desordenado, repleto de papeles que procuran representar la “ardua” labor cotidiana. En fin, todo vale a la hora de marcar la cancha y ganar “likes”. Y en los posteos, breves (“porque la gente cada vez lee menos”, dirá alguno, como si fuera algo inmodificable que nada tiene que ver con las políticas educativas), alguna frasecita tipo slogans, onda manual de autoayuda, que “empatice” con la gente, con palabras agradables… Nada de conflictos ni denuncias, en lo posible. Mejor, paz y amor.

Para muestra, basta un botón. Marcelo Casaretto nos ametralló con fotografías resaltando que estaba ocupando, por un rato, la presidencia de la Cámara de Diputados, en reemplazo de Sergio Massa. Allí se lo veía, feliz, con la camiseta del “Diego”, posando para las cámaras. Innegable que el legislador trabaja, se mueve, gestiona. Indudable también que disfruta mostrándose, tanto que hasta se lo vio en el palco de prensa del mundial de básquet en China.

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Pero eso es historia. Estamos por entrar en el 2021, año electoral. Algo así como un trampolín para el 2023, que será “hiper” electoral. Al 99% de los ciudadanos seguramente poco le preocupe eso, ejercitando el arte de la sobrevivencia diaria en un contexto socioeconómico durísimo, pero a los dirigentes sí que les importa y preocupa. Para intentar adivinar probables futuros candidatos, bien vale “mirar las redes”, a ver qué está pasando. Aquí, un repaso por algunas cuentas, muy poquitas, pero que seguramente sirven a manera de ejemplos, y sólo eso. Cada lector seguramente podrá aportar otras.
El Ángel de “Ser y Hacer”
El presidente de la Cámara de Diputados, el concordiense Ángel Giano, es un ejemplo a la hora de combinar territorio físico con el virtual. A través de una Fundación –otra herramienta de acción política muy usada por todo el arco político- denominada “Ser y Hacer”, el hoy diputado visita barrios concordienses, en especial comedores. Todo ello se potencia con imágenes en las redes donde se lo puede ver cocinando, revolviendo ollas o sirviendo la comida.
En su mayoría, los posteos van acompañados de elogios de los seguidores y la gratitud de los vecinos. Y, como les ocurre a todos, cada tanto se cruza alguna crítica. Por ejemplo, la exconcejal Mónica Galli, ligada al crestismo, le apuntó todos los cañones con este reproche, al comentar una foto de Giano en un barrio: “Los gurises que están en la puerta del Masvernat pasando frío y con riesgo de enfermarse lo necesitan. Votaron y son seres humanos, tienen hijos y comen como usted. Con todo respeto, haciendo política con el hambre de la gente no va a haber reelección. Se están portando muy mal, se cagan en los trabajadores”.

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Giano se muestra tanto en su cuenta de diputado, con más de 9.400 seguidores, como en otra de la Fundación Ser y Hacer, más nueva, con 174.

Por ejemplo, el 28 de noviembre, la Fundación publicó: “Ser y Hacer Solidario hoy acompaña con 400 porciones a los vecinos del Barrio Mendieta y de la Iglesia Pompeya. Agrademos a todas y todos los voluntarios que acompañaron, así como a Dora Acosta y Antonio González que con tanta hospitalidad facilitaron su hogar para cocinar”. En las fotos, ollas, fuego, cocina, polenta, pollos asados, milanesas, compañeros y compañeras trabajando, y, entre ellos, el Diputado Ángel Giano.

Días antes, otro posteo, con cita literaria incluida:
Mariel, la primera dama
No debería sorprender que la esposa de un gobernador desarrolle acciones políticas en respaldo de su marido. Es lo que por lo general ocurre y, obvio, no tiene nada de malo. En ello Mariel Avila de Bordet no es la excepción.

Pero lo que sí ha llamado la atención es que su exposición en las redes viene en franco ascenso. Especialmente en Instagram, tal vez la red que más penetra en adolescentes y jóvenes.

Sus posteos están muy bien “diseñados”. Se nota apoyo profesional. A veces, replica la agenda de su esposo. Pero en otras ocasiones, cada vez más numerosas, ocupa el centro de la escena. Por ejemplo, no pasó desapercibido para el “microclima” de la política concordiense su reciente visita en yunta con la Ministra de Desarrollo Social, Marisa Paira.

Las fotos en Instagram la muestran a ambas, sin que aparezcan referencias a las autoridades locales. El 4 de diciembre, Mariel posteó: “Desde el gobierno provincial llevamos adelante acciones para fortalecer a emprendedores y asociaciones de la comunidad. De esta manera, ayer entregamos aportes a organizaciones sociales de Concordia para acompañar el trabajo comunitario y solidario que realizan”.
Ese mismo día, resaltó que estaba en “mi querida Concordia”, recorriendo el Museo de la Imagen. Como al pasar, destacó que ese museo fue inaugurado por Gustavo Bordet cuando era intendente de la capital del citrus.
La cuenta de Mariel Avila también se ocupa con frecuencia de efemérides, algo que es común a la mayoría de los dirigentes políticos, máxime cuando los acontecimientos que se recuerdan tienen arraigo en determinados sectores de la sociedad: la Inmaculada Concepción, el Día Internacional de los Derechos Humanos o el de la Lucha contra el Sida.

“Mariel no tenía un perfil alto cuando su marido era intendente. Su exposición ha ido creciendo y se hizo mucho más notoria en los últimos meses”, confió a El Entre Ríos una militante del PJ que dice conocerla mucho y que suele prestar atención a esos “detalles”, como queriendo adivinar el futuro. ¿Será candidata a algo? El tiempo dirá.
Enrique y Leticia, incansables
Tratándose de Enrique Cresto y de su esposa Leticia Ponzinibbio, no es novedad que tengan fuerte presencia en redes sociales.

La cuenta del titular del Enhosa tiene en Facebook más de 32.000 seguidores. Aparte de resaltar gestiones propias del cargo, no pierde la oportunidad de vincularse con las distintas ciudades de Entre Ríos, provincia a la que aspira a gobernar, como lo hizo su abuelo.

Por ejemplo, el 3 de diciembre último felicitó a Caseros por su aniversario: “¡Feliz aniversario Caseros! Hoy se cumplen 110 años de la fundación de este hermoso pueblo entrerriano. Caseros es la localidad más cercana al histórico Palacio San José, un lugar con historia y un gran atractivo natural”.

Y lo propio había hecho días antes con Herrera:
Bien podría decirse que a la hora de buscar efemérides fundacionales entrerrianas, útiles para las docentes en el aula, seguir la cuenta de Enrique Cresto puede resultar fructífero.

Leticia, su señora, pivotea desde la Fundación Conased. Últimamente, sus mensajes resaltan el programa “Compartir nos Une”, gracias al cual –explica- “cada fin de semana se entregan 1.500 raciones de alimentos a familias de diferentes barrios”. Recientemente, invita a la gente a aportar “su grano de arena” para una “cena de Nochebuena”.

Otro gesto de Conased fue llevarle un presente al personal de “Neo, en reconocimiento por el trabajo que realizan con amor y dedicación en el Hospital Masvernat”.
Difícil pronosticar si Leticia incursionará en listas de candidatos. Hace mucho que se muestra activa e incluso gestionando en áreas de la municipalidad, pero nunca desde un cargo formal. Tal es así que en más de una ocasión los empleados de la comuna no sabían muy bien en carácter de qué exponía lineamientos de trabajo. Pero todos percibían que si lo decía Leticia, lo decía Enrique, y con eso alcanzaba.
Adán, desde Paraná… ¿para todo Entre Ríos?
También el intendente de Paraná, Adán Bahl, hace un uso intenso de las redes sociales. Con alrededor de 40.000 “me gusta” en Facebook, en su cuenta destaca la gestión. El 11 de diciembre, al cumplir el primer año en el gobierno de la capital entrerriana, mostró un video producido. Abajo cosechó aplausos generalizados, salvo alguna que otra observación sobre calles en mal estado.

En otro posteo se mostró hombro con hombro con Natalia, la “primera mujer recolectora”, y agregó “la ciudad no duerme, ni la lluvia nos detiene”. También salió hablando en un video, resaltando la repavimentación de calle Selva de Montiel. Y, como los demás, el paranaense se hace eco de las efemérides. El 8 de diciembre publicó muy a tono con la fecha: “Como cada 8 de diciembre, los católicos celebramos el Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Hoy, nos encomendamos a ella, pidiendo paz, amor y solidaridad en este tiempo difícil que nos toca atravesar”.
Martín, en la bicisenda rumbo a…
Su par de Gualeguaychú, Martín Piaggio, no se queda atrás. Tiene más de 21.000 “me gusta” en “Face” y el estilo de los posteos es similar, mucha foto, transmisiones en vivo, videos, como uno que utilizó para felicitar a los ganadores del presupuesto participativo, autores de un proyecto de bicisenda.
Pedro, encuesta y un hilo picante
Pedro Galimberti, el radical intendente de Chajarí, no se queda atrás. Se muestra hiperactivo en las redes, no solo en Facebook –tiene casi 21.000 “me gusta”- sino también en Twitter. Sus posteos suelen aprovechar debates nacionales, lo que lo ayudan a visibilizarse pegándose a la agenda pública.

Pero no le fue tan bien cuando se le ocurrió hacer una encuesta sobre el aborto. Cuando algunos vecinos le hicieron notar que no se “jugaba”, insinuando que escondía su postura para no quedar mal con nadie, sólo apeló a decir que el proyecto del gobierno nacional tiene un efecto distractor, pero evitó decir si está a favor o en contra de la legalización del aborto. Es más, en un “hilo”, terminó escudándose en que él no vota.La lista podría seguir casi al infinito. Legisladores provinciales con pretensiones de ser intendentes, los que están en bancas nacionales, ministros, secretarios municipales, concejales, etc., etc., todos intentan mostrarse en las redes.
“Guntos x la edukacion”
Con independencia del contenido de los comentarios que los ciudadanos insertan bajo los posteos, -digo, si son favorables o críticos-, sería bueno que TODOS los dirigentes le prestaran atención a los horrores de ortografía que campean a sus anchas. Pensarán que el subtítulo es exagerado, pero les aseguro que no lo es.

Decía que tal vez, si toman nota del asunto, si reconocen que se trata de un “indicio”, podrían unirse para colocar a la educación de una vez por todas al tope de la agenda. ¿No se sienten impactados e interpelados, por ejemplo, al leer frases como esta: “Munchas felizitaciones aló adjudicatario que la disfruten a su casa”? Y conste que no es el peor.

La cita no debería dar lugar a burla alguna ni a tratar de brutos a quienes la hayan escrito. En todo caso, brutos e incluso brutales vienen a ser aquellos de quienes ha dependido la educación en varias décadas hasta el presente, lapso en el cual se fueron incubando estos nunca abortados resultados.
Fuente: El Entre Ríos