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Daniel Petelín, en su homilía de ayer
Daniel Petelín, en su homilía de ayer
Daniel Petelín, en su homilía de ayer
El sacerdote Daniel Petelín es uno de los más conocidos de la diócesis de Concordia. Además de haber pasado por varias parroquias, su vocación misionera lo ha llevado en muchas ocasiones al África. En la actualidad, es el párroco de la Gruta de Lourdes, enclavada en la populosa zona sur de Concordia, donde supiera dejar su huella el Padre Andrés Servin.

Este lunes, en el día de los Santos Inocentes y a horas de que comience en el Senado el debate por la legalización del aborto, Daniel Petelín sorprendió a sus fieles con un mensaje en primera persona, testimonial, lleno de gratitud a su madre, por no haber abortado a pesar de que así se lo había aconsejado su médico.

Petelín hizo hincapié en la defensa de la vida como principal razón para empezar la campaña de vacunación contra el Coronavirus, por lo que consideró una contradicción que al mismo tiempo se impulse el aborto “para destruir la vida legalmente”.

Aquí, su homilía completa:

En este día de los santos inocentes, la Iglesia nos pone el relato en donde Herodes manda a matar a los niños para que no le quiten el trono a él, para que no le quiten su reinado porque, como los magos dijeron, “ha nacido el Rey”. Para que llegue a ser rey tiene que crecer bastante, pero antes de que crezca era mejor matarlo.

Esta realidad de la época de Jesús también sigue existiendo hoy. Son intereses por los cuales uno puede optar por la vida o puede rechazar la vida. Si en otros tiempos uno podría decir que esta forma es una forma tiránica de actuar, hay otras formas que son distintas pero que son formas también de manipulación, de extorsión, con las cuales se termina actuando.

La vida es lo más valioso y la vida es lo que siempre debemos cuidar. Por eso estamos tan ocupados y preocupados por conseguir vacuna para el Covid. ¿Por qué todos queremos esto? Porque queremos la salud y la vida. No queremos que las personas se mueran de Covid. Pero al mismo tiempo que luchamos y se hace toda una campaña de encierro y de prevención para cuidar la vida, por otro lado se hace campaña y promociones para destruir la vida legalmente. Esas son las contradicciones que tenemos en nuestra sociedad.

Y cuando uno juzga la historia se puede decir que en otros tiempos había un tipo de colonización y nos preguntamos cómo puede ser que los colonizadores hayan actuado así. Hoy, que nosotros tenemos otro dominio, ya no es sobre cosas materiales o que van a robar cosas materiales sino directamente sobre la vida de las personas. Y uno piensa que eso está bien. Por eso hay muchos que defienden que hay que matar, que hay que abortar.

Nosotros decimos que la vida no es un bien negociable, como si fuera una mercadería o mercancía que uno tiene que negociar si quiere o no quiere, si acepta o no, si hay que tirar o no. La vida es la vida.

Y qué importante es agradecer a las personas que han luchado por la vida frente a todas las situaciones difíciles que podrían presentarse. Nosotros podemos ver y conocer aquí en nuestros barrios, cuánto se ama la vida. Como dirían los sacerdotes que trabajan en las villas de Buenos Aires, el problema de la vida y del aborto no es para las mamás de las villas, sino para personas que están muy lejos de la realidad de las mujeres de las villas.

Nosotros conocemos también aquí en nuestra zona cuánto se ama la vida y cuántos vienen a diario buscando comida para que puedan estar bien sus hijos, y cuánto se lucha por la vida, y cuánto sufre una madre cuando su hijo se enferma. Por eso, ¡qué distinto es cuando uno vive en una villa o cuando está en otro lugar y no le importan las personas, uno ha perdido el sentimiento y sólo le importa imponer una doctrina o una mentalidad como si eso fuera a salvar a la humanidad!

A veces las personas nos equivocamos y lamentablemente las personas que a veces elegimos como pueblo argentino no buscan el modo de representar al pueblo sino de imponer su doctrina o sus cosas. Hoy seguimos luchando para que las personas que han sido votadas realmente representen al pueblo que ama y defiende la vida.

Hoy queremos pedir también a Dios por las personas que gracias a la fe han sabido luchar por la vida. Muchos de los que estamos aquí sabemos que gracias a nuestros padres estamos vivos, y gracias a Dios también, pero si hubiera sido por otras personas quizá no estaríamos vivos. En mi caso personal, como mi mamá estaba enferma de lepra, el médico le decía que había que abortar ese hijo que estaba esperando, que era yo, porque la mamá no iba a vivir y se iba a morir también el hijo que estaba en su pancita. Entonces era mejor abortar a ese hijo, decía el médico, para que ella pueda seguir cuidando al otro hijo que ya tenía y que si ella moría quedaría huérfano. Mamá dijo: “No, yo no voy a matar a mi hijo. Si Dios dispone que yo tengo que morir, moriré. Y si Dios dispone que mi hijo tiene que morir, morirá. Pero yo no voy a matar a mi hijo”.

Dios ha permitido que yo nazca y no tenga secuelas de la lepra. Y así como yo tantas personas que conocemos que en el mundo han hecho bien. Y que todos los que venimos a este mundo es por un plan de Dios para hacer el bien. (Para) muchas personas que han sido sanadas o salvadas de personas que quizás han querido su destrucción, Dios tiene un plan.

Qué importante es pensar que así como el niño Jesús fue salvado por este ángel que le habla a José, muchos en la Argentina son salvados por ángeles que cuidan la vida.

Queremos pedirle a San José, que escuchó la voz del ángel, en este año dedicado a él, que interceda para que los niños sean salvados, y no condenados a muerte. Porque es tan hermosa la vida y si Dios nos regala la vida es porque Dios tiene un plan maravillo para cada uno en esta vida. Que Dios los bendiga.
Fuente: El Entre Ríos

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