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La fiscal Natalia Bartolo, que investiga el caso, accedió a datos que le permitieron identificar a la persona que amenazó de muerte al fiscal del caso Pastorizzo. Se ordenó la detención inmediata del sospechoso.
Dejó muchas pistas
El miércoles y el jueves, cuando se comunicó con la Fiscalía, dejó su nombre y apellido y requirió hablar con el fiscal Sergio Rondoni Caffa, el mismo al que amenazó a través de Facebook. Pero para la fiscal que investiga las amenazas “no hay retractación que valga, hay un delito cometido”.

Cuando la noticia ya había tomado repercusión nacional, el hombre que amenazó con pegarle “un tiro en la cabeza” al fiscal que imputó a Nahir Galarza, llamó a la Secretaría de Ministerio Público Fiscal en los Tribunales de Gualeguaychú para disculparse. Brindó una identidad y cuando se lo interrogó por los motivos, adelantó que era para disculparse por la autoría de las amenazas al fiscal y a su esposa. La llamada no fue transmitida al fiscal y, por ello, al día siguiente volvió a insistir. Esta vez dio una identidad diferente y repitió la misma petición, la cual fue negada una vez más. Para la investigación de nada sirven las disculpas de una persona que cometió un delito: “coacciones agravadas por ser anónimas”.
Informes de Facebook y Google
La fiscal Bartolo sigue trabajando para dar con el autor de las amenazas y se estableció que es una persona que reside en Buenos Aires. Ya se tienen los informes de Facebook y Google y se avanzó mucho con el trabajo que realizó la Unidad de Análisis e Información del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que cuenta con una tecnología más avanzada para llegar al objetivo.

El hombre que realizó las amenazas envió varios mensajes a través del Messenger de Facebook a los perfiles de Rondoni Caffa y de su esposa. Al fiscal le escribió: “Tené cuidado de no aparecer con un tiro en la cabeza”, y a su esposa: “Van a tener un problema muy serio”; “tu marido es un machista hijo de puta” y “tengo preparada una investigación con los sobre sueldos que cobró de unos narcos, ojo”.

Ese mismo martes por la tarde el fiscal siguió recibiendo amenazas de la misma persona, aunque con un tono menos violento. Esta vez le dijo: “Yo no amenazo más, no soy nadie, sólo estaba en desacuerdo en cómo se trató a esa chica, me parece que no le dio ninguna chance de defenderse de nada, no la hizo ver por un psicólogo”.
Fuente: El Día de Gualeguaychú

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