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Luego de que se diera a conocer la charla que llevará adelante el candidato a intendente de Cambiemos, Roberto Niez, en la que, según indicá, dará a conocer su propuesta para que “Concordia deje de ser la segunda ciudad más pobre del país”; desde el espacio que promueve la reelección de Enrique Cresto como intendente salieron al cruce. El secretario de Comunicación de la Municipalidad de Concordia, Luis Santana, envió un escrito a El Entre Ríos en el que carga contra la temática del encuentro propuesto por el representante de Cambiemos, tratando el argumento de “contradictorio y falaz” y habla sobre la crisis que atraviesa el país, gobernado por Mauricio Macri.

Además de hablar del dato sobre pobreza que surge de un informe de INDEC, al que califica como “sesgado o malintencionado”, Santana enumera los puntos que consideran como altos en la gestión que lleva adelante el actual intendente.
El comunicado:
El candidato a Intendente de Cambiemos Roberto Niez convocó hoy a una charla donde explicará a quienes asistan cómo hacer “para dejar de ser la segunda ciudad más pobre del país y transformar la realidad que viven los vecinos”. Más allá de cuáles sean los contenidos de dicha exposición, el argumento convocante es contradictorio y falaz.

Es otras palabras, Niez recurre a un sofisma que toma como premisa cierta una proposición falsa. Según los entendidos en la materia - teniendo en cuenta que las premisas son las bases lógicas de la conclusión - el so­fisma de “falsa premisa” también se denomina de “error fundamental”.
¿Cual es el “error fundamental” en que incurre Niez (ya sea por ignorancia o prejuicio)?. Define a Concordia como la segunda ciudad más pobre del país. Y da por hecho que esa es “la realidad”.

Pues bien, analicemos esta cuestión. ¿De dónde surge la incorrecta definición de “la segunda ciudad más pobre del país”?. De una interpretación sesgada o malintencionada de los datos difundidos semestralmente por el INDEC, respecto a los niveles de pobreza e indigencia en determinadas poblaciones. Y del interés de algunos de imponer este concepto como herramienta política de cuestionamiento al adversario.

En concreto: el INDEC, para estos estudios, no evalúa el universo completo de las ciudades argentinas (que exceden las 2500). Si no que toma como referencia 30 grandes conglomerados urbanos que considera los de mayor importancia en cada provincia. La mayoría de estas ciudades son capitales y guardan grandes diferencias dinámicas y estructurales con Concordia.

Esta apreciación permite poner en debate que no es lo mismo comparar entre 30 que entre 2500. Que no es lo mismo una capital de Provincia que otro tipo de ciudad. Que no puede analizarse el dato de la pobreza sin relacionarlo con el de empleo y costo de vida. Que la subsistencia de cada vecino se encarece en relación a variables que determinan las estructuras nacionales, no los gobiernos locales. Que repetir una mentira varias veces no la convierte en verdad.

Pongamos un ejemplo: en la Argentina de Cambiemos, un trabajador con un sueldo promedio de $ 20.000.- o $ 25.000.- es pobre, porque su nivel de ingresos dista mucho de lo establecido en el costo de la canasta básica familiar y porque la creciente inflación dificulta cada vez más sus posibilidades de llegar a fin de mes.

En Concordia, precisamente, se da esta particularidad. Los niveles de ocupación y empleo se mantienen - en un país con todos sus índices de calidad de vida en retroceso - y la pobreza aumenta. Es decir, aún trabajando y accediendo a un sueldo que le permite subsistir con relativa dignidad, en el modelo macrista la gente es pobre.

Es estas condiciones, es muy difícil correrse del segundo o tercer lugar de un ranking donde las comparaciones se establecen con unas pocas ciudades que tienen un mejor nivel de ingresos (derivado principalmente del predominio del empleo público en las capitales de Provincia) y donde las dinámicas económicas no dependen exclusivamente de los circuitos productivos y comerciales, que hoy enfrentan uno de sus peores momentos.

Precisamente, sostener y mejorar el empleo en una ciudad como esta se logra con un fuerte trabajo conjunto del municipio, la Provincia, los sectores productivos y empresariales y los vecinos e instituciones de la ciudad. Pero a pesar de este denodado esfuerzo, la pobreza aumenta irremediablemente porque este modelo económico cada vez expulsa más gente fuera del sistema y hace de cada día una verdadera lucha por la supervivencia.

Esa es la realidad que Niez desconoce o evade. Concordia no es la segunda ciudad más pobre del país. Es una ciudad donde la pobreza es el enemigo a combatir, no los pobres. Y donde hay un estado municipal presente allí donde las políticas de Nación sólo generan exclusión y postergación.

Concordia es una ciudad que se mantiene en pie en un país que no encuentra el rumbo y cada día se hunde más. Es una ciudad que a pesar del viento en contra pudo abrir caminos a la esperanza y proyectarse a un mañana mejor.

Concordia es el lugar en el mundo donde miles de familias eligen crecer y desarrollar su vida, a contramano de los que se esfuerzan en desvalorizarla y llevarla a menos, desde la mezquindad de falsos argumentos de campaña o con la única finalidad de arrimar algún voto más a sus inconsistentes proyectos electorales.

Concordia, aunque Niez no quiera verlo, es una ciudad pujante, de gente trabajadora y orgullosa del lugar en el que viven y sueñan. Una ciudad donde aprendimos que desde la unidad y el consenso podemos lograr mucho más que desde la descalificación y el agravio.

Y yo, como miles de concordienses, estoy orgulloso de vivir en esta gran ciudad que, a pesar de Macri y Niez, mira al futuro con esperanza y construye futuro.

Luis Santana (Secretario de Comunicación de la Municipalidad de Concordia, Profesor de Ciencias Sociales).
Fuente: Prensa/Medios

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