Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Ceferino Reato habló en tercer turno, el jueves.
Ceferino Reato habló en tercer turno, el jueves.
Ceferino Reato habló en tercer turno, el jueves.
“El señor Ceferino Reato y otros apólogos del terrorismo de Estado presentaron y celebraron el libro del genocida Jorge Hector Di Pasquale, condenado por la justicia a prisión perpetua por asesino y torturador”, dice el comunicado oficial de la Feria de Libro en su página web.
El por qué de la controversia: la presentación de un libro
¿Qué pasó antes? El jueves 2 de mayo con un público esencialmente formado por la llamada "familia militar" llenó la Sala “Gorostiza” de la Feria del Libro para asistir a la presentación de "Crónica de una guerra negada", del ex Teniente Coronel del Ejército Argentino, preso por su participación en la represión durante la dictadura.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

El libro escrito por el ex teniente coronel, preso por rol en la represión del último gobierno de facto. Agrandar imagen
El libro escrito por el ex teniente coronel, preso por rol en la represión del último gobierno de facto.
Allí estuvo el entrerriano, oriundo de Crespo. Formó parte del panel de presentación que tuvo como moderador al coronel (R) Guillermo Viola. Junto a él estaban el teniente 1° (R) José Luis D'Angelo Rodríguez, periodista y autor de varios libros sobre la temática de la violencia de los 70, el ingeniero Pedro José Güiraldes, hijo del comodoro Güiraldes, y el propio Reato, periodista y escritor, autor, entre otros, de Operación Traviata, Operación Primicia y Disposición final.

“La verdad a medias es una vil y asquerosa mentira; casi no se escuchan voces oficiales recordando a los caídos en defensa de la Patria; queremos un reconocimiento a todos los caídos; unas 2.300 personas están procesadas o afectadas por alguna clase de proceso y ya hubo unos 500 muertos en cautiverio”, fue lo que se escuchó, según publicó Infobae, en la larga lista de quejas de quienes se sienten víctimas de una lectura sesgada de la violencia que se abatió sobre el país en el pasado.

Ceferino Reato, que habló en tercer término, destacó el "ejemplo de civismo" que implicaba ese acto realizado en perfecto orden. "Una presentación de libro muy atípica puesto que no está el autor", señaló. Y opinó que el Gobierno no hace nada por reconocer a las víctimas del otro lado, porque piensa que de todos modos no perderá el voto militar porque el rechazo a Cristina Kirchner es mayor aún. Podrán estar prescriptos esos crímenes -por los de la guerrilla- pero las víctimas existen.
La postura de la organización de la Feria de Libro
La Fundación El Libro, a través de la página web oficial de la Feria de Libro, publicó un día después de esa presentación un artículo en la sección “noticias generales” y lo hizo bajo el título: “Sobre el libro de un genocida”. Ahí se nombre precisamente al entrerriano y se lo tilda, junto a otros de los que no se hace explícita mención, de ser “apólogos del terrorismo de Estado”.

En otro párrafo, aclararon que en la Feria suceden más de 1000 actos y que la Fundación El Libro “muchas veces no conoce el contenido de dicho acto de antemano”. Así fue, según argumentan lo que sucedió con la presentación del libro de Di Pasquale: “nada de lo que allí ocurrió se nos anticipó de manera alguna; incluso alguno de los disertantes anunciados no estuvieron y sí lo hicieron otros”.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Esta es una captura de la publicación que la organización de la Feria volcó en su página web. Agrandar imagen
Esta es una captura de la publicación que la organización de la Feria volcó en su página web.
El comunicado completo, a continuación citado por El Entre Ríos:

Sobre el libro de un genocida

Respecto del acto que tuvo lugar ayer jueves 2 de mayo en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, donde el Sr. Ceferino Reato y otros apólogos del terrorismo de Estado presentaron y celebraron el libro del genocida Jorge Hector Di Pasquale, condenado por la justicia a prisión perpetua por asesino y torturador, y donde la voz en off de este ex militar asesino se escuchó en la sala, la Fundación El Libro (FEL) cree conveniente aclarar algunas cuestiones.

Se celebran en el marco de nuestra feria más de mil actos culturales, presentaciones de libros, debates, etc. La FEL muchas veces NO conoce el contenido de dichos actos de antemano, más allá de lo que escuetamente declara el organizador, y no ejerce un papel controlador sobre lo que en ellos se diga ni sobre quienes estén presentes.

Si se nos solicitara un espacio para hacer, de manera declarada, una apología del terrorismo de Estado o cualquier otro terrorismo, acto xenófobo o racista, o cualquier otro tipo de delito, claramente diremos que no. No fue este el caso, donde nada de lo que allí ocurrió se nos anticipó de manera alguna; incluso alguno de los disertantes anunciados no estuvieron y sí lo hicieron otros.

Reafirmamos nuestro total compromiso con la democracia, con el Nunca Más, y la sociedad de derecho que oportunamente juzgó y condenó el terrorismo de Estado y sus secuaces, y con la justicia que sigue investigando lo actuado por las fuerzas siniestras de la represión ilegal.
El delito no es opinable y quienes lo protagonizaron y fueron hallados culpables, después de haber tenido derecho a su defensa, no pueden ser considerados presos políticos.
La réplica del entrerriano
“Hola, en Facebook voy a publicar mi respuesta al comunicado de la Feria del Libro en el que me (des)califica de "apólogo del terrorismo de Estado", publicó este sábado Reato, valiéndose de una red social (Twitter) para comunicar lo que por la otra iba a publicar.

“Rechazo esa (des)calificación, que me ofende como persona y pretende difamar mi trabajo como periodista y escritor”, lamentó en primer término. “Siempre estuve en contra de la violación de los derechos humanos cometida por cualquier grupo (en especial, desde el aparato estatal), y bajo cualquier causa, ideal, argumento o pretexto”, recordó.

En otro párrafo saliente de su descargo opinó: “Me parece una (des)calificación peligrosa, militante, sectaria, autoritaria; máxime proviniendo de una organización que debería estar por encima de la grieta”.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

El entrerriano hablando en la presentación, junto a Pedro Güiraldes, hijo del comodoro Güiraldes. Agrandar imagen
El entrerriano hablando en la presentación, junto a Pedro Güiraldes, hijo del comodoro Güiraldes.
“Salvando la distancia, que es mucha, es como si a la Fundación El Libro se le ocurriera (des)calificar como apólogos de la corrupción pública a los presentadores del libro Sinceramente, de la ex presidente Cristina Kirchner, quien está multiprocesada por diversos delitos de corrupción durante el kirchnerismo, en varias de esas causas con pedidos de prisión preventiva que no se han pedido efectivizar por sus fueros como senadora”, comparó.

Antes de terminar, se planteó por qué el enojo para con él. “Me reprochan que haya entrevistado al ex dictador Jorge Rafael Videla para mi libro "Disposición Final". Pero, no se dan cuenta de que en ese libro Videla confesó por primera y última vez que él fue el vértice de un plan sistemático para "eliminar a un conjunto grande de personas", rememoró.
A continuación, del mismo modo, El Entre Ríos publica el posteo completo de Reato:

Fundación El Libro: un inesperado enojo militante y sectario

En un comunicado público, la Fundación El Libro me (des)calificó ayer como "apólogo del terrorismo de Estado" debido a mi participación en la presentación de un libro —una voluminosa cronología de tres tomos sobre la violencia política reciente— escrito por un ex militar condenado por delitos de Lesa Humanidad cometidos durante la última dictadura.

En primer lugar, rechazo esa (des)calificación, que me ofende como persona y pretende difamar mi trabajo como periodista y escritor. Siempre estuve en contra de la violación de los derechos humanos cometida por cualquier grupo —en especial, desde el aparato estatal—, y bajo cualquier causa, ideal, argumento o pretexto.

Me parece una (des)calificación peligrosa, militante, sectaria, autoritaria; máxime proviniendo de una organización que debería estar por encima de la grieta y propiciar la libertad de expresión en un evento tan importante como la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Salvando la distancia, que es mucha, es como si a la Fundación El Libro se le ocurriera (des)calificar como apólogos de la corrupción pública a los presentadores del libro Sinceramente, de la ex presidente Cristina Kirchner, quien está multiprocesada por diversos delitos de corrupción durante el kirchnerismo, en varias de esas causas con pedidos de prisión preventiva que no se han pedido efectivizar por sus fueros como senadora. Incluso, en los próximos días comenzará el primero de los juicios orales que deberá enfrentar.

Reitero: es solo una comparación que intenta mostrar lo absurdo del comunicado de la Fundación El Libro.

Tal como dije en la cuestionada presentación del libro, creo que la empatía y el respeto por las víctimas de la violencia política deberían sacarnos de la comodidad de la grieta, de esa división entre "nosotros" contra "ellos", que es el mecanismo básico de todos los autoritarismos. Citaba el conocido libro de Jason Stanley: "Cómo funciona el fascismo. La política del Nosotros y Ellos".

En ese sentido, como persona y como periodista, me importan las víctimas y los hechos; todas las víctimas y todos los hechos. Desde Laura Carlotto y su bebé hasta el soldado Hermindo Luna, acribillado a los 21 años durante el ataque de Montoneros a un cuartel del Ejército, mientras cumplía con el servicio militar obligatorio, en 1975, seis meses antes del golpe de Estado, en pleno gobierno constitucional del peronismo.

Me importan todas las víctimas más allá de que los crímenes de las guerrillas hayan prescripto por el mero paso del tiempo. No las igualo; por el contrario, respeto a cada una de ellas en su particularidad, y en mis libros destaco la sevicia de la represión ilegal de la dictadura representada, no exclusivamente, en la figura estremecedora de los detenidos desaparecidos.

Comprendo perfectamente que mis libros sobre los 70 me han convertido en blanco de algunos políticos e intelectuales; por ejemplo, de un par de miembros de la Fundación El Libro, que están tan enojados que ni siquiera quieren exhibirlos en sus librerías.

¿Por qué están tan enojados? Me reprochan que haya entrevistado al ex dictador Jorge Rafael Videla para mi libro "Disposición Final". Pero, no se dan cuenta de que en ese libro Videla confesó por primera y última vez que él fue el vértice de un plan sistemático para "eliminar a un conjunto grande de personas" (página 74). Tanto es así que ese libro fue adjuntado como prueba en varios de los juicios de Lesa Humanidad. Y tanto es así que varios integrantes de la llamada "familia militar" siguen molestos conmigo.

También los enoja que mis libros giren en torno a las violaciones de los derechos humanos cometidos por la guerrilla de origen peronista, en especial entre 1973 y 1976, durante la democracia peronista. Por ejemplo, el asesinato del sindicalista José Ignacio Rucci y el ataque de Montoneros al cuartel de Formosa. Entiendo que eso les arruinó el relato que buscaba presentar a los guerrilleros como defensores de la democracia y los derechos humanos.

Otro tema que los fastidia es que me haya puesto a contar el número de desaparecidos y asesinados durante la dictadura. Pero mi trabajo como periodista es buscar la verdad en todo, aún en cifras tan simbólicas como la de los 30 mil desaparecidos. Para eso, utilicé los registros oficiales, en especial los dos anexos del Nunca Más, que fueron presentados en 2006, precisamente en la Feria del Libro, por el gobierno del ex presidente Néstor Kirchner. La cifra no da 30 mil (son 6.415 desaparecidos y 743 víctimas de "ejecución sumaria") pero yo acá no tengo ninguna responsabilidad, afortunadamente; solo los conté. Fue una verdadera matanza, aunque siempre me sorprende que haya gente que desea un número de víctimas aún mayor.

Volviendo a la presentación, allí señalé que no conocía al autor del libro, el ex teniente coronel Jorge Di Pasquale, pero que la obra me parecía muy útil para cualquier interesado en la violencia política reciente; de hecho, yo comienzo mis investigaciones con una cronología lo más amplia posible, por lo cual sé que es un trabajo aburrido e ingrato, que demanda muchísimo tiempo. Cronologías y recopilación de documentos son elementos indispensables, y por eso rescaté las obras de otros escritores, como Roberto Baschetti y José D´Angelo.

Coincido sí con los miembros de la Fundación El Libro en que el autor del libro ya ha sido juzgado y condenado por delitos de Lesa Humanidad, decisiones de la Justicia que deben ser respetadas. Agregaría que me parece muy bien que aún esas personas puedan investigar, escribir y presentar libros para que puedan reflexionar sobre sus acciones mientras reparan sus deudas con la sociedad.

No concuerdo, en cambio, con que los organizadores de la Feria no supieran de qué se trataba la presentación, que fue anunciada públicamente. Incluso, yo escribí una nota anticipatoria en Infobae. Tanto es así que antes de entrar a la sala, el vicepresidente de la Fundación El Libro, Alejandro Vaccaro, me saludó y me dijo que él y otros colaboradores estaban allí para impedir que hubiera agresiones.

Y no las hubo. Más aún, como corresponde, pude plantear claramente mis disidencias con el enfoque teórico del libro, al igual que otro de los presentadores. El comportamiento del público que llenó la sala me pareció realmente ejemplar. Lástima que al día siguiente la Fundación El Libro no haya estado a la altura de los acontecimientos.
Fuente: El Entre Ríos -infobae.

Enviá tu comentario