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El vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Entre Ríos, Bernardo Salduna, se sumó a quienes dudan de la veracidad del número 30.000, para cuantificar los desaparecidos durante la última dictadura cívico militar.

El juez dijo que se trata de una cifra "absolutamente fantasiosa y ajena a la realidad".

Quien fuera dirigente radical y legislador nacional, y también defensor de víctimas de la dictadura hace 40 años, dio una conferencia el miércoles en la Escuela Secundaria Juan XXIII de Paraná en el marco de la Semana de la Memoria.

En la charla ante los alumnos, abordó dos cuestiones: lo ocurrido en Argentina en los años 70, principalmente desde el 24 de marzo de 1976; y la polémica acerca del "número real de desaparecidos durante la última dictadura".

El terrorismo de estado empezó antes del 24 de marzo


El vocal, con tono de docente, recorrió todo el proceso dictatorial que –según su mirada– comienza antes del 24 de marzo de 1976. Dijo, textual, citando al periodista de Página/12 Alberto Dearriba, en un libro que se titula El Golpe: "El general Videla, entonces Comandante del Ejército, le arrimó en noviembre de 1975 al presidente provisional Italo Luder tres planes para terminar con la subversión. Uno demoraba tres años. El otro sólo uno, pero sin respetar derechos ni garantías individuales de ninguna especie. El presidente Luder y casi todo su gabinete aprobaron este último. Y firmaron decretos ordenando a las Fuerzas Armadas y de Seguridad aniquilar a la subversión. De hecho, antes del 24 de marzo de 1976, durante los gobiernos de Perón, Isabel Perón y los interinatos de Lastiri e Italo Luder, se calcula que se produjeron cerca de mil desapariciones de personas y aproximadamente 1.500 asesinatos políticos. El terrorismo de Estado empezó pues, antes del golpe de 1976, aunque la dictadura militar emprolijó e hizo más eficaz el método clandestino a utilizar".

La cifra de la Conadep, que nunca se superó


Según publica el sitio Página Política, al hablar sobre los desaparecidos, el magistrado subrayó que la Conadep realizó "una tarea de investigación y esclarecimiento formidable, insuperable hasta hoy. Produjo un informe, el 'Nunca Más' en forma de libro donde constata con datos ciertos entre 7.000 a 8.000 personas desaparecidas. Posteriores investigaciones no han podido superar esa cifra. Impresionante desde ya y que da una imagen patética del horror vivido en esos años".

Y agregó: "Algunos hablan de 30.000 desaparecidos. Cifra emblemática, pero desde ya absolutamente fantasiosa y totalmente ajena a la realidad. Después de más de 30 años de democracia puede ser posible que existan personas desaparecidas cuyos datos se desconozcan. Pero nunca pueden ser más de 20.000 como se pretende. Cada uno de los desaparecidos es un ser humano, con identidad, nombre y apellido, de carne y hueso, con padres, hijos, esposas, seres queridos que atesoran su recuerdo, con la esperanza, sino de volver a verlos con vida, al menos conocer dónde están sus restos, el lugar donde puedan llevarle unas flores".

"Diluirlos en medio de miles de fantasmas inexistentes es, de alguna manera empequeñecerlos, evanecer su recuerdo. Curiosamente, quienes esto afirman, terminan coincidiendo con la cínica frase del dictador Videla: 'El desaparecido no puede tener ningún tratamiento. No está muerto ni vivo, no tiene entidad, no está'. Si aspiramos a hacer realidad el slogan tan repetido de 'memoria y verdad' debemos procurar conocer el máximo posible de esa verdad. Veinte mil desaparecidos sin nombre no se podrán hallar jamás. Insistir en eso es condenarnos a la eterna incertidumbre. Se dice que el horror no cambia sean 8.000 o 30.000 las víctimas. Estoy de acuerdo. Pero entonces ¿por qué falsear los números?".

Salduna terminó su charla citando a Rogelio Alaniz, a quien presentó como un "amigo personal, militante de la izquierda progresista, ex preso político de la dictadura durante más de un año y lúcido e inteligente periodista". A renglón seguido, la cita: "Ocho mil desaparecidos es un horror. No hace falta mentir ni enlodarse en el fango de la desmesura. Escuchemos el murmullo de los números. Ocho mil desaparecidos significa, para darnos una idea aproximada de lo que vivimos, un desaparecido por día durante veinte años. Todos los días y todas las semanas y todos los meses del año un desaparecido ¿Les parece poco? ¿Para qué exagerar? Todo puede entenderse; hasta el error. Lo que cuesta más entender es la empecinada y a veces interesada persistencia en el error".
Fuente: Página Judicial

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