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Milagros Martínez tiene 11 años y nació con atresia de esófago, una malformación congénita por la que el esófago no se desarrolla apropiadamente y provoca un trastorno del aparato digestivo.

Tras pasar por 42 cirugías, la nena que vive en General Racedo debe usar permanentemente su mochila de oxígeno para poder respirar y una sonda gástrica por la que está obligada a alimentarse con una leche especial.

El instrumental al que está conectada la pequeña sufrió un percance y su familia pide ayuda.
Un nuevo inconveniente
Milagros se encuentra conectada “a un centellograma y sondas para su alimentación”, dijo su madre en un posteo en Facebook. “Se le ha roto el circuito y a pesar de estar encargado uno nuevo, no han recibido respuesta hasta el momento”, dice.

“Lo que se necesita es las guías para bomba Kangaroo 324, pero existe el problema que es muy difícil de conseguir, pues se trata de una bomba de un modelo viejo, la cual ya no se fabrican más, ya está solicitado el subsidio para una nueva desde enero pero aún no han recibido respuesta”, explicaron en el pedido.

Por tal motivo, solicitan a quien pueda colaborar, que se comuniquen con la mamá de Mili cuyo número de celular es 343 471-0631.

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42 operaciones
A sus 11 años, Milagros ya pasó por 42 operaciones; la primera fue cuando tenía tres meses de edad. Su familia tiene esperanza de que en un futuro una nueva cirugía la ayude a dejar definitivamente la sonda gástrica por la que está obligada a alimentarse y abandonar por fin su mochila de oxígeno, que actualmente necesita ya que también padece una fibrosis pulmonar como consecuencia de su misma dolencia.

La atresia esofágica es un trastorno del aparato digestivo, debido a que el esófago no se desarrolla apropiadamente. Entre los síntomas están: coloración azulada de la piel (cianosis) con el intento de alimentación, tos, náuseas y asfixia con el intento de alimentación, babeo, entre otros. Antes del nacimiento, una ecografía realizada a la madre puede mostrar presencia de demasiado líquido amniótico. Esto puede ser un signo de atresia esofágica u otra obstrucción del tubo digestivo del bebé.

El trastorno por lo general se detecta poco después del nacimiento, cuando se trata de alimentar al bebé, que tose, se ahoga y se pone morado. Si se sospecha de este trastorno, los profesionales médicos tratarán de pasar una sonda pequeña de alimentación a través de la boca del bebé hasta el estómago.

La cirugía para reparar el esófago se debe llevar a cabo tan pronto como es posible después del nacimiento, de manera que no se presente daño a sus pulmones y que se lo pueda alimentar.

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