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En la comodidad de sus hogares de Villa Elisa (Departamento Colón), Juana y Siomara recibieron sus primeras dosis: una de ellas no pudo ser inscripta en el registro de manera digital porque tiene Libreta Cívica y, dado que ninguna sale de casa, fueron inmunizadas a domicilio por un equipo del Hospital San Roque.
El “secreto” de Juanita
Lúcida, firme en su discurso y siempre distinguida, Juana Deymonnáz de Kuttel tiene 102 años. Fue docente de actividades prácticas, integró la Liga de Madres de Familia y otros grupos parroquiales, además de oficiar como tesorera durante 18 años en Lalcec.

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“Gracias a Dios estoy bastante lúcida y hay gente que dos por tres me viene a consultar cosas de antes, algunas me acuerdo y otras no”, decía al celebrar su centenario, consultada acerca de cómo ejercitaba su memoria: “Crucigramas nunca hice porque me parecen difíciles, sí he leído bastante mientras la vista me lo ha permitido”. En cuanto al cuidado de su salud, Juanita recordaba haber tenido una hepatitis en su juventud -“cuando recién se empezaba a hablar de la enfermedad”- que cambió sus hábitos para siempre. “Tuve hepatitis a los 20 años, entonces siempre me cuidé bastante con la alimentación y de comer liviano, porque en su momento tuve que pasar más de un mes en cama para recuperarme”, confiaba.

“Creo que el secreto es hacer una vida sana, nada más. Y hay que ser derecho en la vida, eso es lo principal”, señalaba como medida central para vivir 100 años.
Los “consejos” de Siomara
Siomara Treboux de Sotelo nació el 20 de junio de 1919 y lleva sus 101 años de edad con felicidad, tras una larga vida de trabajo en el campo y dedicada a su familia.

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“Me parece mentira tener 100 años. Todavía camino sola, despacito y con mucho cuidado, pero a veces tengo la cabeza medio ida, me faltan algunos dientes y tengo cataratas en un ojo, pero ya no creo que me opere porque me da miedo”, afirmaba bromeando. ¿Hay algún secreto para vivir 100 años? “Mastico todos los días una hoja de Aloe Vera de mi propia planta, que es rico y buenísimo para todo: para sanar las quemaduras ni que hablar y después también para limpiar el organismo”, respondía la cumpleañera con convicción. “Aparte, leí que ahora están fabricando medicamentos a base de Aloe Vera para vender en las farmacias, así que cómanlo tranquilos porque hace bien”, recomendaba.

Siomara también recuerda haber sufrido una enfermedad de joven. “Tuve un mal que al final el médico me terminó curando sin saber bien qué era, pero desconfiaba de Brucelosis o Mal de Chagas”, revelaba entonces, “pero fuera de eso, no tengo ninguna operación ni quebradura porque siempre fui bastante rústica”.
Vacunación domiciliaria a mayores de 70
El Ministerio de Salud de Entre Ríos informó que, quienes no puedan asistir al turno asignado para acceder a la vacuna contra el Covid-19 por encontrarse en situación de postración, tienen la posibilidad de anunciar la circunstancia para que un equipo de vacunadores se acerque a su domicilio particular.

En esos casos, deberán pedir a un familiar o cuidador que se haga presente en el día y horario designado al lugar de vacunación indicado -que fuera comunicado por mensaje y correo electrónico- e informe la situación para poder coordinar la visita (es esencial que lo hagan con el DNI de la persona en cuestión).

Los turnos son asignados según planificación y disponibilidad de dosis, posterior a la inscripción de voluntad en el registro de vacunación: la inscripción no implica un turno inmediato.
Una experiencia “muy emocionante”
Luego de una jornada cargada de emociones, la jefa de Enfermería del Hospital San Roque, Sandra Giovenale, así reflejó los momentos vividos durante la aplicación de las primeras dosis a Juana y Siomara, ambas pacientes centenarias.

“Villa Elisa es una ciudad pequeña y nos conocemos todos. Hacía tiempo que no tenía noticias de ellas, pero ni bien la directora me dijo de vacunarlas, las recordé”. En primer lugar, “fuimos a la casa de Juanita, que nos recibió y aceptó vacunarse para protegerse del Covid”. Y, posteriormente, “a la casa de Siomara, donde también tuvimos una experiencia muy emocionante y nos esperaban con las puertas abiertas”.

“La contención y el cuidado familiar son fundamentales para el bienestar de las personas de edad avanzada”, resaltó la profesional sanitaria como dato de interés.

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