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El cálculo estimado corresponde a Leandro Arribalzaga, exintendente de la ciudad de Villa Elisa (Departamento Colón), que actualmente se desempeña como presidente de la asociación local de Bomberos Voluntarios.

“Si el Estado debiera hacerse cargo de la seguridad bomberil en toda la provincia, solo en personal bomberos y administrativos”, precisa de cuánto sería la erogación anual y, “si a eso se le sumara equipos, vehículos, edificios y demás”, sostiene que “esa cifra se multiplicaría varias veces”.

En un artículo de opinión remitido a El Entre Ríos con motivo del Día del Bombero Voluntario, el dirigente recuerda que las más de 60 instituciones registradas a nivel provincial “asumen un rol que es una obligación inherente al Estado, pero que por alguna razón ha dejado en el olvido”.

Asimismo, apunta a la “política en general” por la vigencia de la Ley Nº 8105, “solo reglamentada en las obligaciones, nunca en los derechos”, por lo cual Arribalzaga peleó siendo presidente de la Federación Entrerriana de Asociaciones de Bomberos Voluntarios.

2 DE JUNIO, DÍA DEL BOMBERO VOLUNTARIO
Este 2 de junio suenan las sirenas para celebrar el día de los bomberos voluntarios en la República Argentina. Desde la fundación del primer cuartel en el barrio de La Boca en 1884, por Tomas Liberti, luego de un gran incendio donde los vecinos se reunieron y decidieron su creación, esto se fue repitiendo en todo el país.

En nuestra provincia, Entre Ríos, hoy suman más de sesenta instituciones de bomberos voluntarios. Las historias de su creación siempre han sido similares, salvo raras excepciones: incendios, accidentes sin la debida respuesta fueron y son el detonante para que los vecinos pusieran manos a la obra en su creación.

Cada cuartel tiene muchas historias, como la vida, de alegrías y también de las otras; mujeres y hombres que los componen son personas que abrazan el voluntariado por esa vocación innata que llevan muy dentro, la de dar una mano en el momento de mayor peligro. Se preparan como profesionales que son, para dar respuesta en cualquier circunstancia y lugar.

Son personas comunes. Varios tienen trabajos, como cuentapropistas, variadas profesiones, changarines y también desocupados: a todos los une su vocación solidaria.

Las instituciones de Bomberos Voluntarios y sus integrantes asumen un rol que es una obligación inherente al Estado, pero que por alguna razón ha dejado en el olvido.

En Entre Ríos este año cumple 35 años la Ley de Bomberos Voluntarios Nº 8105, ley solo reglamentada en las obligaciones, nunca en los derechos. Muchos fueron los intentos para su puesta en vigencia como para su modificación, pero las prioridades siempre son otras para quienes legislan.

Si el Estado debiera hacerse cargo de la seguridad bomberil en toda la provincia, solo en personal bomberos y administrativos tendría una erogación de más de $ 3000 millones anuales y, si a eso se le sumara equipos, vehículos, edificios y demás, esa cifra se multiplicaría varias veces.

Esta situación no es culpa ni del gobierno actual, ni de los anteriores ni de los que vendrán, es culpa de la política en general, tal vez por comodidad, por falta de empatía, de no entender la realidad de los voluntarios.

Agradezcamos que la gente, el vecino, el pueblo, sí conoce y entiende el real valor de los bomberos voluntarios. Lo dimensiona, lo respeta, lo acompaña y reconoce a estos nobles servidores en su real valor. Hay muchas cosas por decir, pero este 2 de junio festejemos este gran día como lo merecen los bomberos voluntarios, con ese saludo cálido que reconforta y da fuerzas para seguir siempre adelante.

Leandro Arribalzaga
Fuente: El Entre Ríos

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