Ambos exdiputados y actuales funcionarios del gobierno de Rogelio Frigerio resolvieron renunciar a su afiliación partidaria. La novedad causó sorpresa entre la dirigencia radical, dado que se trata de dos dirigentes muy identificados con la UCR.
No hace falta explicar lo que significa el apellido Jaroslavsky para la tradición radical y en el caso de Maneiro, pertenece a un sector interno del partido, el que lidera Darío Schneider, que se destaca justamente por su pertenencia radical.
Schneider disputó el año pasado la presidencia del partido y perdió por pocos votos frente al sector que sostuvo al actual presidente Fuad Sosa.
En el primer semestre del año se produjeron 342 altas y 85 bajas. De acuerdo a versiones que pudo recoger Página Política de fuentes partidarias, indicaron algún malestar con la decisión de la conducción partidaria de exigir el pago de los aportes al partido. La carta orgánica de la UCR obliga a los afiliados que ocupan cargos públicos -electivos y no electivos- a destinar el 10% de sus ingresos para el sostenimiento partidario.
Una vez que los intendentes, concejales y legisladores asumieron en diciembre y fueron designados los funcionarios, el Comité Provincial de la UCR envió las comunicaciones del caso para que se efectivicen los aportes partidarios.
Pero en los primeros seis meses del nuevo período de gobierno se registró un atraso en los pagos de entre el 60 y el 70% de los funcionarios. Algunos no pagaron nada y otros lo hicieron de manera alternada. Para formalizar los aportes se están gestionando, en algunos casos, códigos de descuento que aseguren la continuidad del flujo de recursos.
Estar al día con los aportes es un requisito estipulado por la carta orgánica de la UCR para poder presentar candidaturas, tanto partidarias como electivas.
Los motivos de Maneiro
El ahora exdirigente radical afirmó, en diálogo con Página Política que la decisión no se vincula con el reclamo de aportes a la UCR efectuado desde una conducción partidaria con la cual dice tener “profundas diferencia políticas” que lo llevaron a abandonar el partido donde milita desde los 16 años.Maneiro reveló que presentó la renuncia a su afiliación en diciembre “en silencio”, una vez que cumplió su mandato como diputado provincial. Tal fue el silencio que dirigentes de la primera línea de la UCR se enteraron recién este lunes, por la publicación periodística.
Y el mismo Maneiro afirmó que no sabía nada de la renuncia de Gracia Jaroslavsky, con lo cual desarticuló cualquier especulación de una decisión coordinada.
En su caso, se va de la UCR por “razones de profundas diferencia políticas con la conducción del partido, tanto a nivel provincial como nacional” y “en desacuerdo con los criterios que han venido sosteniendo”.
“Se acumula con grandes desilusiones que este partido me ha dado, cuando yo cumplí cada vez que me encomendaron tareas, cuando fui funcionario siempre hice los aportes y no tiene nada que ver con eso. Hay un problema grave con los aportes y tiene que ver con cómo se distribuyen esos fondos desde el Comité provincial a las departamentales y locales y no creo que ahora quieran solucionarlo. Pero eso no tiene nada que ver con mi decisión”, insistió.
Vínculo con Schneider
El funcionario negó que su decisión involucre al sector interno en el que ha venido trabajado en los últimos años, junto al exintendente de Crespo y actual ministro de Frigerio, Darío Schneider. “Fue una decisión que adopté en soledad y no forma parte de ninguna decisión grupal. Es fruto de una reflexión personal, de una serie concatenada de desilusiones profundas en lo personal, en lo ideológico, en lo humano hacia el partido y quienes la condujeron. Es algo que se remonta a varios meses y años, a mi gestión como diputado”, contó.“Creo haber cumplido mi deber, pero se fueron dando una serie de situaciones de desilusiones sobre el desempeño del partido. Llegó un punto en el que entendí que no quería seguir estando en un lugar donde no me sentía cómodo, donde no veía que hubiese intenciones de modificar conductas y hay un desvarío en términos ideológicos profundo, desde algunos que salieron a trabajar para Milei hasta los que promovían en voto para Massa”, describió.
Maneiro milita en la UCR desde los 16 años y fue autoridad de la juventud radical departamental (presidente) y provincial (vicepresidente). A lo largo de su carrera formó parte de todos los estamentos partidarios. Ahora, con casi 48 años, asegura que nunca había vivido cosas como las que vivió en los últimos meses.
Sostuvo que Schneider es su “amigo” y lo seguirá acompañando, pero ya no como afiliado ni como dirigente del partido “en la medida que las cosas sigan como están”.
Finalmente aclaró que no está promoviendo que nadie deje el partido ni que se desafilien. “No estoy coordinado con nadie. No sé por qué Gracia tomó la decisión, no hemos hablado”, remarcó.
Maneiro explicó su desafiliación en redes sociales, luego de que trascendiera la novedad en medios periodísticos: