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Ingeniero, programador y emprendedor, “casi en partes iguales”, Rodolfo Bonnin decidió fusionar sus conocimientos en informática con su pasión por la música, en lo que dio como resultado un órgano de tubos virtual que presenta como único en Sudamérica. “Soy músico, pero la cantidad de horas que lleva la construcción no me permite ensayar lo que quisiera”, confiesa a El Entre Ríos anticipando sus planes de “dividir más el tiempo entre construir y ejecutar”, una vez finalizado este proyecto de casi ocho años de trabajo paciente y dedicado.

La construcción de este instrumento musical se realizó entre las localidades de 1º de Mayo, Villa Elisa y Pronunciamiento: “Los aprendizajes extraídos de la construcción permitieron el desarrollo de infinidad de soluciones, que ayudarán a una producción más industrializada y en serie”.

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Así luce Agrandar imagen
Así luce "Bonnin B3L" (Crédito: Fotografías Fernando de Caseros).
Entre las decenas de personas involucradas en el proyecto, agradece especialmente a “Elio ‘Tito’ Bonnin por ser el mecenas que financió el instrumento, Maderas Miret, Mariano Bondaz, Alejandro Galli” y, sobre todo, a su familia, “que permitió las interminables horas de trabajo”.

Decidido a no soltar prenda, habrá que aguardar un poco más de tiempo para escuchar el instrumento sonando, con el único anticipo “que lo hace celestialmente”, según su creador.
Autodidacta, emprendedor y autor
Nacido en la ciudad de San José (Departamento Colón), actualmente reside en 1º de Mayo (Departamento Uruguay), una localidad de unos 2 mil habitantes que eligió para radicarse tras casarse y tener tres hijos.

Desde muy temprana edad, comenzó a programar computadoras: en una PC hogareña que compartía con sus tres hermanos, creó sus propios programas, algunas utilidades y programas con gráficos. A ello le siguió una sucesión de cursos de programación a velocidad acelerada, dado que llegó a cubrir el material de cuatro años en solo dos.

Al momento de elegir una carrera, debido a su interés por los experimentos con componentes analógicos, comenzó estudiando Ingeniería Electrónica en UTN Paraná, pero los avances en la capacidad de las PCs en la segunda mitad de los años ‘90 lo convencieron que lo que hacía con transistores y chips luego sería resuelto por medio del software, por lo que decidió migrar a la carrera de Ingeniería en Sistemas en UTN Concepción del Uruguay.

Cerca de terminar la carrera de Sistemas, surgió la posibilidad de una beca para Alemania, por un convenio UTN-DAAD. Luego de aprender desde cero y durante un año y medio el idioma alemán, permaneció seis meses en el campus de la Universidad de Stuttgart, donde cursó diferentes materias avanzadas de Ciencias de la Computación e investigó en un instituto de control de procesos industriales.

Finalizada la beca en el exterior y la carrera de grado, tras un breve paso por estudios doctorales en Santa Fe y Buenos Aires y algunos años de trabajo en la industria -brindando servicios a empresas como Movistar e IBM Argentina-, surgió la idea de aplicar todo lo aprendido en el ámbito de una disciplina que estaba teniendo un auge renovado: la inteligencia artificial.

Buscando combinar la investigación aplicada junto a las aplicaciones industriales, a partir de 2017 formó parte de una startup específicamente enfocada al Machine Learning, llamada Machinalis, la cual fue adquirida por el gigante argentino Mercado Libre. Allí dirigió -como IT Manager- al menos una veintena de pequeños proyectos orientados a llevar las áreas de la empresa a un nuevo nivel, aprovechando los nuevos avances de la inteligencia artificial para mejorar el servicio a los clientes.

En 2020 comenzó a trabajar -en la modalidad de Contractor- brindando servicios a Google, abocado a problemas como la predicción de irradiación solar en diversas partes del mundo, y la detección automática de textos en millones de documentos.

Asimismo, en el ámbito académico, está finalizando una Maestría en Ciencias de la Computación, con la posibilidad de finalmente continuar con mayor impulso la consecución del doctorado en los próximos años.

Escribió dos libros como autor principal para la editorial británica Packt, sobre una rama de la inteligencia artificial llamada Machine Learning, que consiste en lograr el aprendizaje de tareas por parte de las computadoras a partir de ingresar en las mismas los datos de entrada, y en algunos casos su solución, de manera que aprendan por sí solas a resolver nuevos casos.

Debido al reconocimiento editorial del sello con el cual publicó, existen copias físicas de sus obras en decenas de bibliotecas de Estados Unidos, Europa y Asia, para consulta de profesionales.

El primero de sus libros fue citado en 17 obras y el segundo en 18, con aplicaciones en temas tan variados como: clasificación de colonias de bacterias, infraestructura para sistemas logísticos, análisis de polvo cósmico, energía solar, neurociencia, tratamiento de piedras urinarias, mezcla en caliente de asfalto, etcétera.

Asimismo, su primer libro ha sido traducido al idioma chino.

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Características que lo hacen único
En su configuración inicial, “Bonnin B3L” cuenta con tres manuales de 61 teclas, pedalera completa de 32 notas y pedales de volumen independiente: “Este instrumento requiere tocar con las dos manos y los pies, además de utilizarlos para ir ajustando la combinación de los sonidos, por lo cual es muy exigente”.

De acuerdo a lo investigado por Bonnin, “solo hay dos instrumentos de esta magnitud digitales en toda Sudamérica”: uno en la Universidad Católica de Chile y otro en la Catedral de Lima (Perú), sin embargo su desarrollo tiene elementos únicos cómo la aplicación end-to-end, de elementos Open Source.

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El instrumento elegido para emular inicialmente “Bonnin B3L” es un órgano producido por la empresa polaca Jacek Siedlar, localizado en la Iglesia de San Juan Cancio, en Cracovia (Polonia), “que tiene 40 registros y pertenece estilísticamente al Romanticismo Francés”, agrega como dato.

El engine de sonido fue desarrollado in house por Órganos Bonnin, consistente en “hardware x86 con una instalación única y customizada de Linux para lograr baja latencia”, que permite la ejecución de miles de notas simultáneas, “sin observar ningún defecto en la interpretación”.

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La consola mide aproximadamente 180cm x 85cm x 160cm, y es enchapada en Cedrillo con laqueado poliuretánico. En tanto, la pedalera tiene pedales en Grandis y carcasa de Cedro laqueado mate color natural.

En cuanto a amplificación, posee bocinas internas de 70 W.
Fuente: El Entre Ríos

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