En un comunicado que hiciera llegar a la redacción de El Entre Ríos, la entidad propietaria le reclama explicaciones a las autoridades municipales, a la par que se muestra sorprendida por la “inhabilitación”, siendo que -asegura- EME Multiespacio ha cumplido “con todas las normativas”.
En un párrafo en el que aluden al conflicto suscitado con algunos vecinos por el alto volumen del sonido, los dueños del salón de eventos que funciona en la enorme casona que construyera la familia Bovino a orillas del Río Uruguay sostienen que han respondido “a todas y cada una de las inquietudes que el Municipio local nos planteó”. Resaltan la contratación de “un especialista en medición de sonido, cuyo análisis concluyó que el impacto ambiental en el entorno desde el punto de vista de la norma IRAM, que hace referencia a ruidos molestos, EME se mantuvo dentro de los niveles correctos. En teoría, de ese análisis dependía la habilitación. Y el resultado siempre fue a favor nuestro, no así la habilitación”, remarcan.
Aquí, el comunicado completo de EME Multiespacio:
Solicitamos una respuesta acorde a la seriedad de nuestro trabajo y trayectoria.Los que formamos parte de EME necesitamos una explicación concreta por parte del Municipio ante la inhabilitación total de nuestras actividades. Cumplimos con todas las normativas y no dejan de sorprendernos los hechos de público conocimiento.
En respuesta a publicaciones periodísticas realizadas con anterioridad, EME Multiespacio se siente en la obligación de aclarar a la opinión pública una serie de puntos.
Nuestro trabajo sostenido con empeño y en pro del beneficio de la ciudad de Concordia y toda la región de Salto Grande en cuanto a mantener un sitio de calidad y de referencia siempre ha sido el mismo. Ello implica custodiar los más altos estándares de control y responsabilidad desde todo punto de vista.
Comenzamos nuestra labor hace ya varios años ajustándonos a todas las legislaciones vigentes, así como al compromiso vecinal, que en su momento ya por el 2019 implicó una instalación de cerco verde, una plantación de árboles sobre Av. Salto Uruguayo y hasta una obra de mejoramiento de un sector de la calle, que redundó en un beneficio para todo el barrio cercano a nuestras instalaciones.
Sobre el ítem específico de la cantidad de decibeles emitidos en cada fiesta, respondimos a todas y cada una de las inquietudes que el Municipio local nos planteó. Contratamos a un especialista en medición de sonido, cuyo análisis concluyó que el impacto ambiental en el entorno desde el punto de vista de la norma IRAM, que hace referencia a ruidos molestos, EME se mantuvo dentro de los niveles correctos.
En teoría, de ese análisis dependía la habilitación. Y el resultado siempre fue a favor nuestro, no así la habilitación.
Con los resultados de ese estudio en la mano aguardábamos la renovación de la habilitación. Muy por el contrario, recibimos la notificación de cierre, coartando toda libertad de trabajo y complicando enormemente el panorama para las decenas de clientes que ya tenían señadas las fechas.
No podemos dejar de mencionar que en medio de todo esto, se le niega la posibilidad de trabajo a centenares de proveedores de diversas PyMes del sector eventos (acaso el sector más golpeado por la pandemia) que todos los fines de semana desarrollaba actividades y servicios directa o indirectamente en EME Multiespacio y ahora, de pronto, ya no lo puede hacer más.
Cerramos diciendo que necesitamos una respuesta a la altura de las circunstancias y que se nos permita trabajar. Lo necesita EME Multiespacio. Lo necesita Concordia. Lo necesita la gente.
