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El bar allanado el miércoles
El bar allanado el miércoles
El bar allanado el miércoles
En junio último, El Entre Ríos dio a conocer un hecho policial que pasó casi desapercibido. La noticia estaba titulada “Gracias a las cámaras de una asociación vecinal, esclarecen robo vinculado a las criptomonedas”.

La información que por entonces había aportado la policía revelaba que “luego de un trabajo de seguimiento y levantamiento de cámaras”, el personal de la División Investigaciones había obtenido “resultados satisfactorios en un allanamiento, cumpliendo órdenes emanadas del Juzgado de Garantías a cargo del Dr. Mario Figueroa”. En aquel procedimiento se notificó de la medida judicial a un hombre de 37 años de edad y en el lugar “se logró secuestrar un vehículo Volkswagen modelo Gol Trend y tres teléfonos celulares”.

Pero allí no terminó la historia. Muy por el contrario, recién comenzaba.

Prueba de ello es que este miércoles hubo tres nuevos allanamientos que provocaron un fuerte impacto en la sociedad. Uno de ellos, ni más ni menos que en el tradicional y céntrico Bar Ideal, ubicado haciendo cruz con la Catedral de Concordia. El segundo, en una vivienda particular sobre calle 6 de Caballería, en la zona este de Concordia. Y el tercero, que no trascendió, ocurrió en una concesionaria de autos ubicada sobre Avenida Eva Perón, cerca de su intersección con Rocamora. Allí, según pudo saber El Entre Ríos, la búsqueda apuntó a una Amarok, que habría sido utilizada para perpetrar el robo.

¿Por qué la Justicia de Garantías autorizó los procedimientos en un local comercial archiconocido y en el domicilio de sus dueños, la familia Bruno?

El hermetismo que rodea a la investigación ha impedido acceder a información oficial. No obstante, fuentes tribunalicias consultadas por El Entre Ríos consideraron “inminente” la imputación que recaería sobre Francisco Bruno, una persona joven dedicada a las criptomonedas y que, al momento de efectuarse los allanamientos no pudo ser localizado, en principio porque, explicaron en su entorno, habría partido de viaje.

Pieza clave para que las sospechas recaigan sobre él habría sido el testimonio del presunto autor “material” del atraco perpetrado un mes atrás en el Barrio Nebel en la vivienda alquilada por Pablo Yelin. Lisa y llanamente, al momento de declarar en tribunales, aseguró haber actuado bajo las órdenes de Francisco Bruno.

Obvio que los dichos de quien ejecutó el hecho delictivo no alcanzan por sí solos, por lo que la Justicia procura otras pruebas, que surgirían, por ejemplo, del peritaje de los celulares.

El caso ha sacado a la luz una actividad poco conocida por el común de los mortales, como lo es el minado de criptomonedas, valores “virtuales” surgidos al calor de la crisis financiera mundial del 2008, al margen de las regulaciones estatales.

El minado requiere la utilización de equipamiento informático de elevado costo, si es que se quiere llevar a cabo en gran escala. Al minado se le sumaría también el negocio del cambio de las criptos a dólares, cobro de comisiones mediante.

Cuestión clave a determinar es si estas operaciones han sido llevadas a cabo “en blanco”, con movimientos de fondos “registrados”, o si, por el contrario, forman parte de un entramado de actividades en negro, que capta fondos procedentes de actividades ilícitas.
Fuente: El Entre Ríos

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