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La deuda en dólares tomada por Entre Ríos en 2017 tendrá este lunes un nuevo vencimiento de intereses por unos 22 millones de dólares. El Gobierno mantuvo la reserva sobre qué actitud tomará, luego de haber incumplido el pago de agosto último lo que generó el default.

Este lunes 8 de febrero opera el octavo vencimiento de intereses de la deuda de u$s 500 millones tomada en el mercado neoyorkino en 2017. Entre Ríos completó el pago de 6 cuotas, pero dejó sin abonar la séptima cuyo plazo prescribió el 8 de agosto de 2020. A partir de ese momento se generó un proceso de discusión con los acreedores que, luego de tres propuestas de reestructuración por parte del Gobierno y otras tantas contraofertas de los bonistas, un grupo de estos demandaron a la Provincia ante los Tribunales de Nueva York. Qué ocurrirá este lunes es sólo conjeturable, reflexiona Juan Bracco para el sitio “Valor Local”.
Lo que dijo el ministro y lo que responden los bonistas
Al respecto, precisó que consultó al ministro de Economía de Entre Ríos, Hugo Ballay, sobre la actitud que tendrá la administración entrerriana pero el funcionario se escudó en la necesidad de proteger la estrategia judicial para no adelantar nada. Mientras, los bonistas presuponen que el Gobierno de Bordet no depositará los u$s 21.875.000 cuyo vencimiento opera este lunes. Evalúan que, luego de haber dejado caer las instancias anteriores de negociación sin arribar a un acuerdo (algo que sí alcanzaron Córdoba y Salta, por ejemplo) y de ser la que tiene el panorama más complejo por delante (enfrenta una demanda judicial que podría derivar en un litigio ante Tribunales que no traen los mejores recuerdos), sería inverosímil que ahora se cancelara esta cuota. El razonamiento que siguen es: si la Provincia paga el octavo vencimiento ¿por qué no abona antes el séptimo?
El rol de Kicillof
Otro factor importante que entra en la evaluación es el rol que está jugando el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien como ministro de Economía de la Nación condujo procesos duros de negociación con los denominado “fondos buitres” y con el Club de París.

Para evitar que el ejemplo de Córdoba y Salta cunda, Kicillof se ha constituido en una suerte de primus inter pares ante los demás gobernadores y actúa como garante de la estrategia del presidente Alberto Fernández y de su ministro de Economía Martín Guzmán. Buenos Aires asumió, de hecho, la representación ante el exterior de un conglomerado de provincias para renegociar las deudas en dólares. Sería una suerte de neorosismo adaptado al siglo XXI.
Fuente: Valor Local.

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