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Proyecto Desconfío se alió junto a Bolivia Verifica, Fundación Para el Periodismo (FPP) de Bolivia y Datos Concepción de Argentina para llevar a cabo una iniciativa que contará con el respaldo de la International Fact-Checking Network (IFCN) del Instituto Poynter. Se trata de un proyecto que busca combatir la desinformación y los discursos de odio que circulan en las redes sociales.

Esta iniciativa conjunta tiene como objetivo fomentar una cultura de paz en el espacio digital y comenzará por concentrarse en Bolivia, ya que surgió a partir de la crisis social y política que atravesó el país vecino durante 2019. En aquel momento, Evo Morales renunció a su cargo de Presidente y situaciones como los enfrentamientos en las calles y la polarización en la sociedad se agudizaron. Esta es una herida que se mantiene abierta para los bolivianos por la desinformación y el discurso de odio que será denunciado por el proyecto que impulsa la organización de Argentina, Proyecto Desconfío, junto a sus aliados de Bolivia.
“Repartiendo verdades”
El proyecto recibió el nombre de “Repartiendo verdades” y fue acreedor de la beca “Spread the facts” que es otorgada por la IFCN junto a WhatsApp (Meta), siendo la única iniciativa latinoamericana que recibió fondos de la reconocida entidad internacional. De esta forma, lo que se pretende es mitigar los efectos de la desinformación y los discursos de odio en las redes sociales y aprovechar la potencia de la aplicación de mensajería para distribuir el contenido.

Una de las primeras actividades realizadas fue la capacitación de los periodistas de Bolivia Verifica y de los medios y periodistas aliados del proyecto. El taller se denominó “Discurso de odio, estrategias y herramientas para contrarrestarlo”. El entrenamiento estuvo a cargo del equipo de Proyecto Desconfío, liderado por los periodistas e investigadores especializados en desinformación, Adrián Pino y Soledad Arreguez, quienes estuvieron acompañados por Lucia Wegelin, socióloga e investigadora del Consejo Nacional de Investigación Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET). En el taller se explicaron cuestiones técnicas como la tipología de la desinformación, los alcances y formas del discurso de odio y el rol de la tecnología.

Durante las próximas 10 semanas la iniciativa se encargará de monitorear de forma atenta la circulación de discursos de odio en las redes sociales para denunciar los casos, refutar el tratamiento inadecuado de la información y promover formas de combatir estas expresiones que incitan a la violencia y la confrontación.
Qué es el discurso de odio
Este proyecto busca instalar entre los periodistas y redacciones claridad respecto a qué es (y qué no es) el discurso de odio, así como promover mecanismos y contenidos para desactivar estas campañas e instalar una cultura de paz y tolerancia en el espacio digital. Lucia Wegelin, investigadora del CONICET y parte del equipo de capacitación del proyecto, detalló qué es un discurso de odio y qué no lo es.

“Cualquier tipo de discurso pronunciado en la esfera pública que procure promover, incitar o legitimar la discriminación, la deshumanización y/o la violencia hacia una persona o un grupo de personas en función de la pertenencia de las mismas a un grupo religioso, étnico, nacional, político, racial, de género o cualquier otra identidad social es considerado discurso de odio”, explicó Wegelin.

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Además, la investigadora argentina dio puntos importantes sobre cómo poder identificarlos y explicó cuáles son los fundamentos para refutarlo, que ya se están poniendo en práctica en el marco de la iniciativa.
WhatsApp contra el odio
Esta iniciativa pretende elaborar un sistema de distribución a través de WhatsApp de las verificaciones que realiza esta alianza para mejorar el alcance y el impacto de sus acciones. Los esfuerzos se concentrarán en promover contenidos que contribuyan a desactivar campañas de odio que afectan la paz social.

La alianza pretende amplificar el alcance de las verificaciones e investigaciones del proyecto, por eso atenderá dos frentes. Uno será el numeroso sector de la población que no tiene acceso a los contenidos que desmienten falsedades que se instalan desde las redes sociales. El propósito es utilizar WhatsApp como un canal de difusión. Y por otro lado, el proyecto pretende tener un alto impacto en los medios de comunicación para que amplifiquen los estudios y verificaciones realizados por esta alianza. De esta manera, el canal de WhatsApp funcionará como una vía de consulta para medios y periodistas para que entrevisten a los fact-checkers y ayuden a “repartir verdades”.

(Para más información pueden contactar a los responsables de Proyecto Desconfío info@desconfio.org / www.desconfio.org )

(*) La autora es coordinadora de Comunicación de Proyecto Desconfío. Es licenciada en Comunicación Periodística por la UCA y trabajó como productora audiovisual, community manager y redactora web en diferentes medios.
Fuente: El Entre Ríos.

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