Allí, edificios y anécdotas se entrecruzan sorprendiendo al visitante con su rica historia industrial, que se inicia en el siglo XIX con un saladero creado por Apolinario Benítez. La llegada de los ingleses con la compañía Liebig en 1903 y los grandes cambios registrados durante décadas, también son parte del relato de Néstor Fabián Berger, técnico en Museología e investigador de la historia regional.
Se filtran algunas historias pintorescas de la región, necesarias para comprender lo que se ve dentro del predio y los espacios patrimoniales que se observan desde el balcón con vista al río, desde donde se aprecian las ciudades de Paysandú y Colón al sur, hasta los bancos del Caraballo al norte.
El paso junto a los exlaboratorios y cámaras frigoríficas, las antiguas instalaciones de la planta de agua, el largo recorrido por la costanera y los muelles donde alguna vez se embarcó el Príncipe de Gales, y la imponencia de la gran chimenea, son algunos de los puntos más atractivos del recorrido.
En uno de los pabellones se encuentran objetos pertenecientes a una colección con la que se está organizando una exposición museológica, con el fin de rescatar documentos, imágenes, herramientas y otros objetos.
Horarios de visita
Por el momento las visitas guiadas se realizan los domingos a las 11 y a las 15, aunque se estima que sumarán horarios durante el receso invernal.La mayor parte del circuito es al aire libre, cumpliendo además un protocolo que incluye registro de datos, toma de temperatura y cupo limitado.
El costo de la entrada para acceder al recorrido guiado es de $300 por persona, monto con el cual se abona un seguro para los visitantes y el servicio de guía.
Un museo, un circo y un polo gastronómico, entre los proyectos
La familia de Gonzalo Vizental integra el paquete accionario de la empresa Frigorífico Colón S.A., a la cual pertenece la Fábrica.Consultado sobre los proyectos, comentó: “Trabajamos sobre un master plan que abarca todo el predio fabril. Incluye una parte industrial y estamos en tratativas con una universidad para que se instale en uno de los galpones”.
En cuanto a la propuesta cultural, “por el momento estamos realizando las visitas guiadas y estamos por concretar un museo, para el que solo nos falta la aprobación municipal. Además, tenemos pensado un centro de exposiciones rotativas con diferentes contenidos”. También se apunta al turismo, “con un restaurante, la posibilidad de poner un circo en el verano sobre costanera y un polo gastronómico con shows en vivo y una gran oferta de comidas”.