La habilitación del renovado Aeropuerto Comodoro Pierrestegui de Concordia y la expectativa de que pronto haya vuelos regulares a Buenos Aires se ha metido en la agenda social y también política de la ciudad.
Por aquello de que “las victorias siempre tienen muchos padres” y las derrotas quedan huérfanas, no faltan quienes intentan “adueñarse” desde el relato del logro obtenido en la aeroestación.
Consultado por el diario Río Uruguay sobre cómo se gestó el proyecto de reestructuración del Aeropuerto, el exintendente Enrique Cresto recordó que fue en el año 2016 “cuando con Andrés Lima -intendente de Salto por aquel entonces- fuimos a hablar con el Ministro de Infraestructura de Uruguay y con el ministro del Interior de Argentina, Rogelio Frigerio, para ver si podíamos encarar obras en las dos ciudades”.
Fue entonces cuando –siguió Cresto- “nos comentaron que el cupo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) estaba agotado para obras tanto en Argentina como en Uruguay, pero que había un cupo de obras binacionales que no estaba ocupado y se podía plantear por ahí". De allí que "presentamos el proyecto del aeropuerto para el lado argentino y el puerto de barcazas para el lado uruguayo”.
“A Andrés Lima se lo voltearon porque iba a llegar el tren (a Salto) y no daba para hacer un puerto de barcazas. Le dijeron que eligiera otro proyecto de aproximadamente 5 millones de dólares y eligió el Mercado Frutihortícola", pero del lado argentino "se avanzó con el proyecto original del aeropuerto”, rememoró Cresto.
Bloqueo del proyecto
Cresto dijo haber escuchado “a algunos concejales del oficialismo (de Concordia), que hablaban sin saber, sobre el proyecto del aeropuerto de Concordia". Ante ello, explicó que “cuando vos haces proyectos de estas características, alguien lo tiene que pagar al préstamo. O lo pagan todos los argentinos, o todos los entrerrianos. En ese momento, el presidente (Mauricio) Macri dijo que no había problema si Entre Ríos quería un aeropuerto, pero que lo pagaran los entrerrianos. Entonces, había que priorizar una de las obras y el gobernador Gustavo Bordet tomó la decisión de aceptar el crédito para construirlo”.Aclaró que “lo único que se tenía que firmar era la autorización del endeudamiento a los entrerrianos, pero cuando se tenía que firmar, el jefe de Gabinete (de Mauricio Macri) Marcos Peña, no lo hizo". Hubo que esperar al cambio de gestión "y los que sí lo firmaron fueron el ministro Wado de Pedro y Silvina Batakis, que fueron los que reemplazaron en ese momento a Frigerio y a Caldarelli. Por eso se pudo llamar a licitación en el 2020-2021”.
Relación con Azcué y Frigerio
Consultado sobre cómo es hoy su relación con el intendente de Concordia Francisco Azcué, Enrique Cresto subrayó que “lo que políticamente nos distancia es la decisión de pintarse de violeta. Lo mismo que con el gobernador (Rogelio) Frigerio. Con Azcué se puede decir que no tenemos punto de contacto", subrayó, "porque quedamos en las antípodas de dos proyectos políticos totalmente diferentes”.Sin embargo, aclaró que “el distanciamiento no se produce por alguna cuestión que tenga que ver con lo personal y mucho menos. Al contrario, la relación humana es muy buena".
Fue allí donde el actual diputado provincial señaló que "el distanciamiento en verdad se produce con el gobernador Frigerio, porque Azcué de última pertenece a un partido, que es el radicalismo. El tema es Frigerio, que no se sabe qué es, si es desarrollista, filoperonista, antiperonista o ahora de LLA”, espetó.
En base a esto, expresó que para el PJ fue determinante “cuando Frigerio marca un rumbo y decide aliarse con LLA". Ya que "todos los sectores del peronismo, más allá de todas las diferencias, tenemos muchas más cosas en común que nos unen, en contra de lo que nos espanta". Como el caso "de una alianza de Frigerio con LLA". "Allí se convierte en una realidad la apotema que dice: el peor de los nuestros es mejor, que el mejor de ellos”, concluyó.
Fuente: Diario Río Uruguay - El Entre Ríos