Fue un lunes cargado de emociones, que se exteriorizaban en algunas lágrimas, en abrazos y en reencuentros. Mientras al otro lado del río los salteños celebraban los 200 años de la independencia uruguaya, en esta orilla, a metros de la Defensa Sur y del Hospital Felipe Heras, la escuela que porta el nombre de la nación vecina festejaba con justificado orgullo sus primeros 25 años de misión educadora.
“El 7 de marzo, en el año 2000, en el borde de la ciudad de Concordia, más precisamente en el barrio María Goretti de la zona sur, se iniciaba la historia de nuestra querida Rou, la Escuela Secundaria N° 23 “República Oriental del Uruguay””, se escuchó decir a la Lic. Mariana Bodean, actual directora de la institución, en el comienzo de un sustancioso mensaje en el que plasmó la identidad de esta obra educativa.
“Somos –enfatizó la actual rectora- la escuela de la Educación Ambiental, del Sendero Protegido, del Club de ciencias “Rincón del Ibira”. Somos la institución del Taller de Huerta, del Cooperativismo, de la Coopetrapo. Somos la secundaria del canotaje, de la Batucada, de las “Voces de Malvinas”. Somos la escuela de la zona sur que logró llevar proyectos de investigación por el mundo, y que desde 2019 enseña robótica. Somos una institución de puertas abiertas, que trabaja con la comunidad, comprometida con el entorno, mirando a los ojos a cada estudiante e invitándolo a soñar”.
El acto contó con la presencia del Director Departamental de Educación y exdocente de la casa, José Ferrari, quien hizo uso de la palabra. También hablaron el Profesor Carlos Gatto, Secretario de Educación de la Municipalidad de Concordia, y el Concejal Claudio Godoy.
Entre quienes enfrentaron el micrófono para recordar diferentes momentos, vale destacar a la profesora Stella Fernández, quien fuera Directora de la Escuela Primaria N° 66 en el año 2000, e iniciadora de la Escuela Intermedia con la apertura del octavo grado.
También brindaron valiosos testimonios el Profesor Miguel Rossatto, que estuvo a cargo de la escuela de forma interina; la primera rectora, la Profesora Luisa Rodríguez de Caire; y el Profesor Fabián Cabrera, quien asumiera la rectoría en 2004.
El izado de la bandera estuvo a cargo del ex alumno Cristian Vidal y de Mariana Virgilio, primera secretaria de la escuela.
A la celebración no le faltaron artistas. El público pudo disfrutar del Dúo Amor de Tango, el Coro Alma Fuerte y Luciano Torales.
Entre el público que siguió con atención cada momento del acto, además de exalumnos, padres, docentes, exdocentes, vecinos, no pasó desapercibida y fue especialmente valorada la presencia de excombatientes de Malvinas.
El mensaje final
Procurando dominar emociones para no quebrarse en medio de la lectura, la actual rectora de la institución, Mariana Bodean, leyó un breve pero sustancioso mensaje, que describe el itinerario de la ROU en sus primeros 25 años.Vale la pena transcribirlo de manera completa:
El 7 de marzo, en el año 2000, en el borde de la ciudad de Concordia, más precisamente en el barrio María Goretti de la zona sur, se iniciaba la historia de nuestra querida Rou, la Escuela Secundaria N° 23 “República Oriental del Uruguay”.
Esta institución pequeña, esta gran comunidad educativa, este año cumple sus primeros 25 años de existencia. Somos una escuela joven, con mucho por hacer, en crecimiento; pero al mismo tiempo con una marcada identidad propia y una proyección hacia el futuro que tiene un sentido, una dirección, un horizonte. Sabemos de dónde venimos y hacia dónde queremos ir. Estamos en marcha y conocemos el sendero que nos gusta caminar.
Somos la escuela de la Educación Ambiental, del Sendero Protegido, del Club de ciencias “Rincón del Ibira”. Somos la institución del Taller de Huerta, del Cooperativismo, de la Coopetrapo. Somos la secundaria del canotaje, de la Batucada, de las “Voces de Malvinas”. Somos la escuela de la zona sur que logró llevar proyectos de investigación por el mundo, y que desde 2019 enseña robótica. Somos una institución de puertas abiertas, que trabaja con la comunidad, comprometida con el entorno, mirando a los ojos a cada estudiante e invitándolo a soñar. Nuestra escuela ha significado y sigue significando para muchas de las familias de la comunidad educativa la primera oportunidad de obtener un título secundario, una formación básica y obligatoria que a muchas personas todavía hoy les es esquiva.
También somos la de las protestas con los bombos, de las luchas, de muchas carencias sobre todo edilicias que aún quedan por resolver. Aún nos faltan aulas, laboratorio, salón de actos, gimnasio, etc. Actualmente batallamos por sostener la Orientación en Ciencias Sociales y Humanidades que hoy tiene amenaza de cierre.
Para algunos todavía somos “la escuela del tiroteo”, y eso no nos define, pero integra lo que somos. Ya que a pesar de estas experiencias o contextos adversos por la violencia y la exclusión, nos animamos a seguir apostando por la educación para todos, la superación y garantizar los derechos de los cientos de jóvenes que pasan por nuestras aulas año a año, para convertirse en ciudadanos comprometidos, que desarrollan sus proyectos de vida, que estudian, trabajan, y contribuyen a la construcción de una sociedad más justa.
Los que elegimos esta escuela, los estudiantes, las familias, los docentes y los no docentes que elegimos esta institución sabemos de superar obstáculos, nos especializamos en convertir las dificultades en oportunidades.
Sabemos de diversidad y de inclusión pero no sólo desde los discursos teóricos sino desde la acción cotidiana de abrirle la puerta a todo el mundo, de darle lugar y tender la mano siempre, siendo esta casa la oportunidad y posibilidad de desarrollo de todo aquel que se acerque con genuino interés y compromiso por buscar un mejor futuro.
Sabemos de trabajo transversal, interdisciplinario y colectivo, desde mucho antes que la normativa lo proponga. Porque la realidad vivida en nuestras aulas nos enseñó que solos es demasiado duro y que caminando juntos podemos llegar mucho más lejos.
Sabemos de enseñar, desde la humildad en la que todos estamos dispuestos a aprender, y desde la confianza absoluta de que todos somos capaces de aprender, en el tiempo de cada uno. Porque en esta escuela todos enseñamos y aprendemos, los chicos y los grandes, recíprocamente, todos los días.
Tenemos por delante grandes desafíos, una batalla contracultural para impulsar el esfuerzo, el compromiso, la empatía, la convivencia, la dedicación y la equidad social. Desde la cooperación y el desarrollo mutuo, buscando que nadie se “quede afuera”.
Es grande la tarea, es ambicioso el desafío todos los días, pero estamos unidos y juntos, somos un gran equipo dentro de la institución y vamos siempre por más. Arriba la Rou! Feliz cumpleaños!
Fuente: El Entre Ríos