Son vecinos de la jurisdicción de la Comisaría Décima en Concordia. Están casados de los robos, arrebatos y entraderas. Denuncian que sus hijos no pueden ir a la escuela porque les roban y los golpean.
Los vecinos aseguran que ya no se puede vivir tranquilos ni dejar la casa sola. Piden que alguien haga algo antes de que maten a un inocente.
Han ido a hablar con el comisario y la respuesta que recibieron fue que no podían hacer nada, que no tenían patrulleros en condiciones y tampoco combustible.
Fuente: El Entre Ríos