Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
75 años atrás, terminaba la 2da Guerra Mundial
75 años atrás, terminaba la 2da Guerra Mundial
75 años atrás, terminaba la 2da Guerra Mundial
El 8 de mayo se cumplieron 75 años desde que la Alemania nazi firmó la rendición incondicional, llegando a su fin una de las experiencias más terribles de la historia de la humanidad. La guerra seguiría por unos meses más en el Pacífico contra el Imperio de Japón, pero Hitler ya era historia y pasaban al primer plano las dos potencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, que mantendrían en vilo al mundo durante los siguientes 55 años.

Vale la pena preguntarse por qué países tan diferentes entre sí se unieron, qué enseñanza dejaron y qué deben tener en cuenta las grandes potencias de la actualidad.

La cuenta oficial de Twitter de la Casa Blanca subió una publicación en la que se rememoraba la gesta americano-británica, dejando de lado a la Unión Soviética. En Rusia, se sigue celebrando el Día de la Victoria el 9 de mayo (a la hora en que se firmó la rendición en Alemania ya había pasado la medianoche en Moscú), y se sostiene plenamente que fue la URSS la gran responsable de la victoria contra el nazismo.

Desde esta columna, sostenemos que tanto el bando occidental como el oriental fueron determinantes. Estados Unidos peleó en casi todos los frentes y trasladaba provisiones a la URSS en el frente oriental. Su entrada a la guerra fue determinante para cambiar el curso de los acontecimientos. Gran Bretaña participó desde el principio en varios frentes y nunca cedió a los avances nazis hacia las islas, lo que permitió a los aliados volver a Europa continental mejor preparados. El éxito en el frente occidental desde el desembarco en Normandía llevó al nazismo a una etapa de “resistencia”, cuando hasta el momento sólo había avanzado. Esto sirvió también a la Unión Soviética, que llevaba las de perder luego de romperse el pacto entre Hitler y Stalin. La URSS se preparó de manera impresionante en el famoso invierno de 1941, resistió a pesar de tener a los nazis a pocos kilómetros de Moscú, logró la remontada pese a haber sufrido más bajas que cualquier otro país participante, y continuó con la contraofensiva hasta tomar Berlín el 2 de mayo de 1945.

Sin los unos y sin los otros, la historia pudo haber sido diferente. Para eliminar al nazismo, había que masacrarlo desde todos los flancos. Allí se repite un hecho que se vio a lo largo de la historia, y es que si hay dos enemigos, hay que encargarse de uno primero y luego del otro. Como dijo alguna vez un famoso forista, para vencer a Hitler hay que aliarse a Stalin. Los hechos lo comprueban. Con la conferencia de Yalta quedaban mano a mano, sin otros protagonistas de por medio, los partícipes de lo que luego sería la Guerra Fría. Ellos terminaron de definir el futuro del mundo.

La enseñanza es, por ende, que en tiempos de crisis es necesario establecer pactos para eliminar obstáculos. En esta ocasión, hablamos de una pandemia, un enemigo invisible, que más allá de las muertes e infectados, está generando una depresión catastrófica a nivel mundial. Por ello, para terminar con el coronavirus es necesario que el presidente de los Estados Unidos, al menos por un tiempo, trate de buscar la solución en conjunto con el líder de la China Comunista, Xi Jinping, y con los organismos internacionales que tratan este tipo de temas, a pesar de que hayan fallado rotundamente en un principio. Solo así se logrará apaciguar el virus a escala global y solo así el mundo podrá volver a la normalidad rápidamente.

En síntesis, el repaso de la historia siempre aporta enseñanzas para enfrentar los problemas de nuestros tiempos. Hay diferencias claras, pero también hay patrones que se repiten. Por eso el conflicto comercial entre China y Estados Unidos debe ser postergado en la agenda para después de que todo vuelva a la normalidad. Es tiempo de que dejen las diferencias de lado y que resuelvan sus problemas una vez que el mundo vuelva a funcionar como lo hizo hasta enero de 2020, sin un virus paralizador de por medio. Porque para vencer a un enemigo que pone en jaque a todos, en este caso el Covid-19, es útil aliarse con el otro. Porque para vencer a Hitler, hubo que aliarse con Stalin.
Fuente: El Entre Ríos

Enviá tu comentario