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Lo de la lucha contra la pobreza no parece un verso. Y Macri parece tener un plan.

Más allá de la evidencia anecdótica que dejó el muy buen movimiento turístico de Semana Santa, hay índices e información económica? incontrastable que muestran que la economía se mueve en la dirección correcta, confirmando a este 2018 como un nuevo año de crecimiento positivo. No solo la recaudación es récord, sobre todo en los números de IVA y ganancias,? sino que se observan signos positivos en la inversión, y avances ciertos en actividades tales como la construcción y la industria.

Por Rubén Denis

Sobre llovido mojado. También se conocieron estos días los nuevos datos de pobreza, la que bajó a 25,7% en el segundo semestre del 2017, con una caída también en el nivel de indigencia. Estos índices ya muestran una mejora contra los mejores años del cristinismo, y tampoco hay que olvidarse que durante el 2015 el gobierno anterior había suspendido las mediciones, mas a o menos en la misma época que Aníbal Fernández decía que en Argentina había menos pobres que en Alemania.

En el 2017, no solo 2.7 millones de argentinos salieran de la pobreza sino que también se registró la mayor creación de empleos netos en 14 años. Durante ese periodo, se generaron 433 mil nuevos empleos, de los cuales 216 mil fueron empleos en negro.

A contramano de esa imagen de gobierno de ricos, ¿para ricos?, cuando se observa la variación de gastos primarios en el primer bimestre de este año contra el anterior, mientras que este varió en casi 19% año contra año, el rubro prestaciones sociales, una línea dentro del concepto anterior, se incrementó un mucho mayor 31%.

Para los memoriosos, es imposible olvidar que durante la campaña de Scioli del 2015, el peronismo machacaba día y noche con que Macri le iba a sacar los planes a los pobres. Y nada de eso sucedió. No solo? aumentaron los planes, estirando hasta límites impensados un hoy todavía muy excesivo gasto público, sino que también la coalición Cambiemos comenzó a hacer algo a lo que el radicalismo nunca se había animado a hacer solo. Disputarle el favor de los más pobres al peronismo.

Tal vez esa acción sea menos obvia y mas invisible en nuestro distrito, pero la maniobra es evidente en algunas partes del país, sobre todo en lugares como el conurbano bonaerense. Allí el gobierno de Macri se está encargando de demostrar que ocuparse de los que menos tienen no tiene porqué ser solo una declamación. Los hechos lo avalan. Por primera vez en décadas los más pobres ven obras en sus distritos. Y paradójicamente, con muy pocas o casi ninguna de todas las rimbombantes inauguraciones a las que el kirchnerismo nos había acostumbrado.

Lo de la pobreza cero, algo que queremos todos, podrá sonar a exageración. Sobre todo cuando lo dice este gobierno que tiene tantos problemas controlando por ejemplo a la inflación, principal factor en la generación de pobreza. Pero ciertamente? están dando muestras de no ser un grupo de improvisados. Hay un plan y se está ejecutando. Mientras tanto, un peronismo partido y en crisis sigue insistiendo en que esta experiencia de Macri y su coalición son un accidente en la historia. Tal vez se niegan a entender que contra todo lo que dicen y sienten, los cambios - sobre todo entre los que menos tienen- son más que obvios.

Entiéndase bien. A pesar de que estas líneas de hoy parecen destilar optimismo, no es el propósito de este columnista deshacerse en alabanzas hacia el gobierno. Son muchas las cosas que hace mal. Y aunque parece estar a años luz del anterior en cuanto a corrupción, sí se destaca por los innumerables conflictos de interés en los que parecen habitar muchos de sus miembros. Pero la estrategia parece estar ahí y ser bien sólida. Y por primera vez en la historia, un gobierno alternativo al del peronismo -que ha casi monopolizado la vida pública en los últimos 60 o 70 años- sale a combatirlo en su propio territorio. El de los pobres. Tal vez al peronismo finalmente le ha llegado su propio 2001.

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