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Este miércoles el Gobernador reelecto Gustavo Bordet asumió su segundo mandato al frente del Poder Ejecutivo de Entre Ríos. Esta segunda fase de la administración muestra reacomodamientos internos en las filas del peronismo. Bordet vuelve a barajar y dar de nuevo con premios y castigos para sectores internos y el reconocimiento a sus principales aliados electorales. Urribarri se queda con muy poco. El PJ de Concepción del Uruguay se parte en dos mitades.
Bordet reacomoda su tropa
El Gobernador de Entre Ríos aprovecha el nuevo mandato para reacomodar asuntos internos. La salida de su espada principal, Edgardo Kueider, lo obliga a reestructurar su círculo íntimo. El premio es para Juanjo Bahillo, el ex intendente de Gualeguaychú, pasajero legislador provincial, y Diputado Nacional electo que, sin embargo, no ocupará los cargos para los que fue elegido por el voto popular. El nuevo dirigente testimonial se pondrá al frente del poderoso nuevo Ministerio de Producción, Turismo y Desarrollo Económico. Un súper Ministerio con el que Bordet premia la lealtad de Bahillo que deberá articular políticas en un área clave pero con perspectivas de malas a regulares, en un año 2020 que no promete mostrar reactivación ni grandes apuestas del sector productivo.

Bahillo tratará de hacer pie con foco en el Turismo, donde Entre Ríos ya tiene su marca registrada, mientras espera algunos instrumentos financieros que lleguen desde el Gobierno Nacional para intentar reactivar algunos resortes de la economía entrerriana.

Entre los que se garantizan continuidad, aparece en primer lugar Rosario Romero, con quien Bordet respira tranquilo. Además, absorbe los embates de un sector del Poder Judicial que con Castrillón a la cabeza, promete mantener fuego enemigo para este segundo mandato. Es probable (y deseable) que esta pelea que recién se inicia abra un camino de transparencia sobre los fondos reservados, los sobresueldos y otros privilegios que se disputan el poder político y los jueces.
De lealtades y castigos
En este nuevo esquema, el gesto de confianza hacia Bahillo no sólo premia la lealtad de aceptar todas las postulaciones que Bordet imaginó para el dirigente de Gualeguaychú, sino que también da una señal clara al resto del peronismo: el que quiera discutir mi liderazgo –parece decir Bordet– se queda afuera del Gobierno y del reparto de cargos. La señal parece dirigida a José Lauritto en Concepción del Uruguay, que ha tenido varios cruces con el Gobernador en el último tramo, ante promesas ncumplidas del Gobierno provincial hacia la Histórica. Como reprimenda, el nuevo gabinete provincial no sólo no suma a Lauritto ni sus huestes a la gestión sino que además premia al adversario en el sector interno, el Scelzismo, con la designación de Marcelo Bisogni como flamante presidente del IAPV: Toda una señal para quien quiera verla.

Entre los “históricos” seguirán en pie Luis Benedetto, un ministro de Infraestructura que no descolla ni molesta; Sonia Velázquez en Salud con una gestión que al menos muestra un rumbo claro.

Y el gabinete se completa con el arribo al Ministerio de Desarrollo Social de Marisa Paira. Una dirigente novel que llega envuelta en un conflicto gremial en el Consejo Provincial del niño, el adolescente y la familia (Copnaf) que conducía hasta el 10 de diciembre. La designación en reemplazo de Laura Strata le costó varias quejas a Bordet.
Urribarri, sin protección
El que seguirá firme en su puesto al frente del Ministerio de Economía y Finanzas es Hugo Ballay, custodio de algunos negocios asociados a la gestión y garante (parcial) de cuidar algunos puntos oscuros de Sergio Urribarri. Ballay es de la vieja escuela, enredado en negocios inmobiliarios con el empresario de la construcción Miguel Marizza y de los privilegiados que cobran un sobresueldo como director de Enersa.

Estos nombramientos, y otros que merecen una nota propia, son parte de la última luz de la incidencia de Urribarri en la gestión Bordet. Fiel a sus antecesores, el ex intendente de Concordia tomó el mismo camino de tomar la mano de su antecesor y construir poder suficiente para deshacerse de Urribarri de forma elegante y sin demasiados conflictos. Desde ayer Urribarri transita por la calle sin fueros ni impunidad oficial alguna, a la espera que el largo brazo de la justicia finalmente se anime a pedirle que rinda cuentas por sus tropelías.
El nuevo mapa del PJ
Premios para Concordia, que no sólo mantiene cargos importantes sino que también ha negociado las obras más significativas como será la remodelación del Aeropuerto. Premios para Gualeguaychú que aportó un caudal importante para el triunfo de Bordet en junio. Contención para Paraná, que tendrá un gobierno justicialista después del impás de Cambiemos. Castigo para el resto de la costa del Uruguay, sin asignaciones para Concepción del Uruguay y con reservas en Colón que perdió la elección local a manos del vecinalismo.

Con Urribarri cada vez más lejos, Bordet gana autonomía para intentar construir su sucesor a sabiendas que el peronismo ya sabe que el actual conductor entró en tiempo de descuento y las lealtades empiezan a virar en busca del próximo aspirante.
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

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