Se ha dado cita en la cumbre de Ciudades Amigas de la Infancia, un reconocimiento que Unicef otorga desde 1996 a los municipios que elaboran un plan para la infancia y cuentan con la protección necesaria para sus menores (o trabajan para ello).
Participaron del encuentro al que mencionamos como el primero de los cinco, lo que no significa que esa secuencia no venga a indicar otra cosa que un orden, el alcalde de Recife (Brasil), quien señaló que para su administración “proteger a los niños, empieza por cuidar a la mujer en el embarazo" y sigue con la exigencia de que los hijos de las familias más desfavorecidas no se queden atrás, lo que ha llevado, entre otras iniciativas institucionales, aquellas entre las que se encuentran la de crear espacios para niños hasta los 6 años para los hogares de bajos recursos, y medidas para que los padres no saquen a los hijos de la escuela y también para que los miembros de la familia puedan dedicar su tiempo a trabajar y no tengan que cuidar a los pequeños.
El alcalde ha mencionado también el hecho de un programa de enseñanza de robótica de éxito creciente. Doreen Assad cumple esa misma función en Brossars, una ciudad de 85 mil habitantes en la Canadá francófona. Señala que el programa que se viene aplicando desde hace una década, "de algo de lo que nos hemos dado cuenta en todos estos años es que no siempre es necesario gastar dinero para mostrarle a un niño que te importa". Así ha señalado que una de las intervenciones más exitosas se produjo cuando fueron a hablar directamente con los estudiantes de una escuela con alumnado de bajos recursos. Estos les transmitieron que querían un lugar en el que quedar con sus amigos que fuera seguro y en el que estuvieran a gusto. Dicho y hecho, comenzó la rehabilitación de un campo deportivo cercano, siguiendo las indicaciones de los adolescentes. "Y ahora tenemos un estupendo skate park (zona de patines)". Otra de sus medidas fue conceder ayudas a algunas familias para que sus hijos disfruten del verano como cualquier otro: "Queremos que todos los niños que quieran, puedan ir a nuestros campamentos".
A la vez, Manuel de Araujo, alcalde de la localidad de Quelimane, ubicada en Mozambique, ciudad africana de 200 mil habitantes, ha hablado de los dos grandes problemas que acechan a los menores en sus calles: la desnutrición y la seguridad. "Si un niño se queda todo el día en el colegio y no tiene comida ni bebida, tiene pocas posibilidades de que su rendimiento sea alto. La malnutrición afecta al desarrollo físico y mental", ha señalado.
Refiere que se puso de acuerdo a Unicef y a ONU Hábitat para coorganizar un nuevo desarrollo urbanístico: "No había espacios de juegos seguros, ni casi aceras por las que pudieran caminar”.
Para Timo Kenakkala, de la finlandesa Hameenlinna, las municipalidades ven a sus ciudadanos como clientes. A la vez que indica que esa ciudad de 50 mil habitantes experimentó un importante cambio, al unirse con otros cinco núcleos urbanos en una misma administración: "Fue una gran oportunidad para analizar los factores de éxito de las ciudades del futuro y los derechos de la infancia estaban entre ellos". Asimismo, ha defendido la relación de las autoridades finlandesas con las familias, especialmente dentro del sector de la educación: "Así hemos conseguido uno de los sistemas más respetados a nivel mundial”. También ha hablado de su visión del papel de la municipalidad: "Ha evolucionado mucho. En el siglo XXI tenemos muchas más herramientas para guiar la toma de decisiones, para conocer las necesidades reales de las personas”.
Por último, Yihuan Wu, regidora de Shenzen (China), ha explicado: "Celebramos un día al año sin coches, para que los niños puedan disfrutar la ciudad y jugar tranquilamente. También hemos invitado a los niños a participar en algunas reuniones con nuestros expertos en movilidad para que ellos den su opinión sobre cómo debe ser un transporte apto y seguro". Ha dicho que el gobierno también provee una revisión ocular al año y que todas las familias pueden contar con un seguro médico infantil. La miopía es uno de los grandes problemas de la sanidad china actual, debido a los nuevos modos de vida. Y, entre las medidas incluidas en el manifiesto documento, señala que “una de las cualidades que tenemos los niños que estamos aquí es que sabemos escuchar y respetar al otro", se han referido, entre otras cosas, a que los adultos escuchen a los niños y jóvenes y usen palabras que puedan entender; que existan mecanismos para canalizar las quejas y hacer seguimiento de las propuestas que hacen los niños.
Tener la posibilidad de aprender habilidades a través de juegos y que en las escuelas se enseñen habilidades relacionadas con el mundo laboral y social; estar protegidos contra el conflicto armado y contra cualquier violencia incluida en el hogar o también la violencia sexual, así como organizar campañas para que todo el mundo sepa conservar los barrios, las montañas y las calles.
La pregunta es: ¿y por casa, cómo andamos?
