Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
En una entrevista con Radio Franca, el nuevo presidente de la Asociación de Entidades Periodísticas de Argentina (ADEPA), Daniel Dessein, repasa los desafíos actuales de los medios de comunicación y los avances y tensiones con los gigantes digitales como Facebook y Google. La sustentabilidad del periodismo, en el corazón de los desafíos.

¿Cómo afectó a los ingresos de los medios la revolución digital y el auge de internet?

Con todos estos cambios que ha tenido el escenario digital ha surgido una situación de transformación y fragilidad para los medios. En los últimos años con la revolución digital hubo un cambio de las reglas de juego. Para el año 2007, el 40% de la torta publicitaria global se lo llevaba la televisión; el 30% los diarios, el 12% las revistas y apenas el 5% internet. Hoy, pocos años más tarde, más del 50% de toda esa torta publicitaria se lo lleva Internet. Los más afectados han sido los diarios, que ahora participan de apenas un 9% de los ingresos publicitarios totales. Y todos los otros segmentos también cayeron: la televisión redujo su participación del 40$ al 28 por ejemplo.

¿Cómo impacta en la industria de medios esa pérdida de ingresos?

Para todos los medios es muy relevante este cambio. La mayoría ha visto comprometida su sustentabilidad por esta migración de ingresos de un sector a otro. Eso ha obligado a que muchas empresas tuvieran que cerrar, con una gran cantidad de periodistas despedidos y la necesidad de salir a la búsqueda de ingresos alternativos que puedan compensar estos ingresos perdidos.

¿La pandemia agravó ese escenario?

Sin dudas que otro cambio en las ecuaciones económicas de los medios ha sido la pandemia, claramente. Las plataformas digitales han tenido una presencia mayor en la vida de todos, y la crisis económica deterioró también la capacidad de publicitar de los anunciantes. Así que desde principios del año pasado con las restricciones y demás, eso ha dado otro golpe a los medios de comunicación.

También es cierto que los medios tuvieron que cambiar su forma de trabajar y que las noticias fueron más demandadas. Pero si bien los medios tuvieron mucha más audiencia, eso no implicó poder monetizar y transformar en ingresos esa audiencia.

Una acción que impulsa ADEPA y otras entidades es reclamar a los gigantes digitales alguna participación en los ingresos que generan las noticias, ¿Qué está pasando con este tema en la Argentina?

-Bueno, la Argentina no está desconectada de lo que está ocurriendo a nivel mundial. Hubo hitos importantes. A mí me tocó estar en marzo del 2019 en Silicon Valley en una reunión con ejecutivos de Facebook cuando llegó la noticia de que las legislaciones de los 28 países de la Unión Europea debían adecuarse para respetar los derechos de los generadores de contenidos de internet. A partir de ahí las grandes plataformas han iniciado acciones para reconocer el contenido de los medios. Desde allí hubo muchísimas novedades: Australia es el país donde hubo mejores noticias para los medios. Allí existe un código para regir la competencia que obliga a las plataformas a negociar con los medios de comunicación las remuneraciones adecuadas por el uso de su contenido. Y hay acuerdos muy significativos en materia económica, luego las leyes en Alemania; ahora en España; en Francia.

Google por ejemplo anunció una inversión de mil millones de dólares en los próximos tres años para ser invertidos en medios de comunicación: algunos de esos programas están orientados al pago por contenidos y la Argentina ha sido de los primeros países en firmar contratos con las dos compañías. Más de 100 medios de comunicación de todo el país de distinto tamaño han firmado estos acuerdos con Google y con Facebook.

¿Cómo funciona ese mecanismo en el que Facebook paga por el contenido de los medios?

El acuerdo consiste en licenciar una cantidad “X” de contenidos de los medios para que sean subidos a ciertas áreas específicas de las plataformas. Es un primer paso que reconoce Derechos de autor al periodismo, pero por ahora es un paso insuficiente. Hay que pensar que son unos $8 millones de dólares para el país. Pero en términos de participación en las ecuaciones económicas de los medios, este aporte en general es poco. Para los medios grandes puede representar el 1% de todos los ingresos que reciben. Para medios más chicos un poquito más: puede ser dos o tres por ciento de sus ingresos. Todavía es insuficiente. Brasil por ejemplo avanza con un proyecto que podría representar cerca del 10%. De todos modos, es un primer paso importante por lo simbólico y el reconocimiento de los derechos de autor de los medios, pero claramente es insuficiente.

¿Cómo define la relación actual de los medios con los gigantes digitales?

A mi me gusta decir que es una relación bifronte. Son dos frentes porque hay espacio de colaboración entre ambas partes. En Argentina y en todo el mundo hay espacios de trabajo en común por ejemplo para la alfabetización digital; para el combate a la desinformación; para la capacitación en herramientas tecnológicas para el periodismo. Estos son desafíos compartidos, intereses compartidos porque el buen periodismo es el antídoto contra la desinformación, contra la polarización de la sociedad por la actuación de las redes sociales.. Pero por otro lado hay una disputa de fondo donde los medios consideran que el reconocimiento de sus contenidos todavía cuenta con medidas insuficientes y en algunos casos van por caminos judiciales o impulsando ciertas legislaciones. Porque la viabilidad y sustentabilidad del periodismo está siendo afectada y ese no es un problema corporativo de los medios de comunicación, sino que es un problema de las sociedades democráticas.

¿Qué es lo que está en juego si los medios se debilitan económicamente?

Creo que es importante remarcar que la libertad de expresión es una libertad estratégica y eso está claramente consagrado en la Constitución. Pero las libertades se valoran cuando se pierden. Entonces, muchas veces se da por descontado el trabajo del periodismo. Pero este impacto económico hace que empecemos a ver una cantidad de zonas del país dónde se genera lo que se llama la “desertificación informativa”, ciudades, pueblos, que pierden sus medios de comunicación. En algunos casos medios con 50o 100 años de historia, pero lo que también se pierde es ese espacio que va generando información de calidad para que los ciudadanos puedan participar de la toma de decisiones; puedan debatir los temas de su ciudad, puedan construir una agenda común, forjarse una idea propia sobre lo que ocurre. Y el acceso a esa información que brinda el periodismo es vital, es indispensable para cualquier democracia y eso es en definitiva lo que está en juego.

Enviá tu comentario