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La tremenda semana que nos dejaron las PASO

La situación que estamos viviendo es prueba elocuente de las consecuencias nefastas del actual sistema electoral argentino, que hace que el proceso eleccionario arranque cada dos años con las PASO. Diseñadas para promover la competencia interna dentro de los partidos, la que hoy ha quedado reducida a una gran -y muy cara- encuesta nacional. Es que su resultado no nos arroja otra cosa que el nivel de simpatía por cual o tal candidato sin que nadie resulte elegido.

Eso es lo que pasó precisamente en las PASO del pasado domingo. Supimos del voto bronca para con Macri, transformado ya en una especie de pato rengo, pero no elegimos a nadie. Alberto Fernández sigue siendo un ciudadano común y corriente como cualquiera de nosotros, y será presidente electo solo si gana con más de 45 puntos o con diez de diferencia sobre el segundo después de la primera vuelta electoral en Octubre. Mientras tanto, habremos de vivir en el limbo, con un presidente al cual el voto del otro día ha sido vaciado de poder.? Entre ahora y entonces, cuando a la derrota de Macri hoy casi irreversible se haga evidente, flotaremos sin timón y a la deriva. Trágico por donde se lo mire.

"Hasta Octubre habremos de vivir en el limbo, con un presidente al cual el voto del otro día ha vaciado de poder"

Y mientras los ciudadanos votamos el domingo, el lunes votó el mercado, que no elige a nadie. El tsunami financiero que provocó la inesperadamente amplia victoria de Alberto Fernández arrancó con una gran devaluación, de más del 30% en solo 72 horas, y siguió con un colapso en los precios de bonos y acciones argentinas. En solo tres días, muchas de las principales acciones argentinas perdieron más de un 60% de su valor de capitalización y hubo bonos soberanos que cayeron hasta 40 puntos.

Este coctel molotov, al que los hombres de a pie somos ajenos, promete pegarnos bajo la línea de flotación ya que como todos sabemos tras una gran devaluación viene gran salto en la inflación, mientras que nuestros ingresos no se mueven. Ergo, cae el salario real de manera dramática y se hace un mega ajuste sin que nadie lo mencione específicamente. Culpa del mercado dirán luego.

Tamaña devaluación, que todavía no se percibe como se podrá frenar en los días que vienen, obliga a que nadie se haga el desentendido. Ni Macri, todavía a cargo y además candidato, y tampoco Fernández, aun cuando este no se haya cansado de decir que todavía no lo eligieron y que lo sucedido desde el domingo a esta parte no es su responsabilidad. En la tardecita de ayer, y después de los -otra vez- movimientos bruscos del día finalmente el candidato peronista parecía entrar en razones. Es que como dijo uno de sus más estrechos asesores económicos ¨si las cosas se le terminan de ir de las manos a Macri durante este periodo de transición, el actual presidente estará terminado pero el gobierno de Alberto nacerá muerto¨.

"Alberto Fernández, votado el domingo pero rechazado el lunes, deberá tender puentes hacia el mercado y sentar algunas posiciones que dejen la ambigüedad de lado"

Así estamos entonces. Mientras la mayoría de los votantes le dio la espalda a Macri, el mercado parece haber hecho lo propio con Fernández. En realidad lo que cuenta es el voto de la gente, pero el mercado también le importa a cualquiera que sea elegido, porque si no le gusta lo que viene nos puede hacer pasar momentos como el que estamos viviendo estos días o aun peores. Macri, Fernández, y el resto de los candidatos, incluido Lavagna, deberían dar un mensaje claro respecto de cuáles son las coincidencias básicas entre ellos y referidas al tema económico que puedan permitirnos transitar estas semanas sin que lo que queda de nuestro futuro sea arrojado por la borda.

Mas tarde, pasado este zafarrancho y ya con presidente nuevo, quienquiera que sea, deberemos ocuparnos todos de no meternos más en saco de siete varas, decretando la defunción del sistema de las PASO. La economía que nos espera, sospecho que no muy distinta de la que hemos venido viendo en este último tiempo, será tema para otro día.
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

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