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(Período 01-01-1932 hasta 01-04-1932 Interino. Período 01-07-1935 hasta 30-06 1939)

POR LORENA MUÑOZ
LORENAKATAR@YAHOO.COM.AR

Don Lucilo González nació en Concepción del Uruguay el 29 de diciembre de 1874. Era hijo del Coronel Benicio González y de su esposa Anatilde Aguirre. Siendo el mayor de 9 hermanos, transcurrió parte de su infancia junto a su tía Justa Aguirre en Mercedes, provincia de Buenos Aires y más tarde en la Capital Federal comenzó sus estudios primarios en la Escuela de Varones de calle Las Piedras, cerca del Parque Chacabuco.

De vuelta a su hogar en Colón, terminó los estudios primarios junto a la maestra Lazarina Lambert de Sardou, por quien sentía admiración y respeto. Su excelente memoria, su permanente afán por la lectura, un espíritu curioso y observador completaron su educación, no así su formación que, por su natural tendencia iría nutriendo hasta el último de sus días.

A los 16 años se instaló en Curitiba, Brasil, donde vivió en el hogar de su tía Cristina Aguirre de Coelho y trabajó en el Ejército brasilero. A los 19 años, al fallecer su padre, asumió junto a su madre la responsabilidad de sostener la familia.

En septiembre de 1896, el Libro de Registro Cívico Municipal revela que en ese entonces Lucilo González tenía 25 años, era empleado y se domiciliaba en la ciudad.

En el mismo comienzo de siglo, el 9 de febrero de 1900, la Honorable Comisión Deliberante pone en conocimiento del Presidente Municipal la aprobación del nombramiento de Lucilo González como secretario de la corporación. En la misma sesión, se acordaban los gastos para las medidas previsorias contra la invasión en el vecindario de la peste bubónica.

A fines de ese año, Don Lucilo González era designado junto a otros notables para componer el Concejo Escolar del Distrito.

En octubre de 1902 renuncia al cargo de secretario, su renuncia es aceptada sin embargo el Presidente Municipal, Apolinario Sanguinetti, expresa su lamento por esta situación, ante quien siempre cumplió bien sus obligaciones.

Sus años felices fueron aquellos en que se dedicó a los trabajos agrícolas, que coincidieron con la época de su matrimonio con Amalia Sara Vauthay, que fue una gran compañera para él. Se casaron en 1912 y tuvieron cuatro hijos: Víctor Lucilo; María Amalia; Celia Elena y Sara Angélica.

Las disímiles actividades que desarrollaba Lucilo González muestran a un caballero polifacético que gustaba alternar el trabajo manual con el trabajo intelectual, sabia asociación que solo algunos logran integrar. Trabajó como tasador del Banco Nación, pero también hubo un tiempo en que en su casa se dedicaba a producir manteca y jabón. Había adquirido una desnatadora y a partir de su puesta en uso donaba la leche a los vecinos que solían acercarse con sus recipientes hasta su casa.

Entre 1912 y fines de1913 se desempeña como concejal. En las elecciones del 5 de diciembre de 1915 es elegido como miembro suplente del HCD para el bienio 1916-1917.

En 1927 forma parte del HCD. Ocupará el cargo de presidente del Concejo desde 1928 en adelante, debiendo hacerse cargo del Departamento Ejecutivo Municipal en los inicios de 1932, como consecuencia de la falta de designación de un intendente por parte del Superior Gobierno Provincial. Asumirá pues con carácter de interino, en este, su primer período, que durará tres meses. Rápidamente puso manos a la obra, su espíritu avezado y comprometido lo llevó a escribir al entonces Director General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Ing. Enrique Zimerman. En su carta expone: "Deseando esta Corporación Municipal hacer un ensayo empetrolando algunas calles de la ciudad adyacentes al puerto nacional, me dirijo al Sr. Director solicitándole quiera servirse informarme si habría posibilidad de obtener de esa dirección gratuitamente unas 20 toneladas de residuos de petróleo del que se utilizará a los fines anotados."

La nota está firmada por él, en carácter de Presidente Municipal y también por el secretario de ese entonces de la Corporación, don Silvano Courvoisier.

Para el 25 de marzo transcribe al Sr. Alberto Hall, el telegrama del Ministro de Gobierno por el cual comunica que ha sido designado Presidente de la Comisión Municipal, con carácter de interino.
Hall asumirá el 1º de abril de 1932 y Lucilo González seguirá como Presidente del HCD, hasta el 1 de agosto, continuando su labor a partir de esta fecha como miembro titular del Concejo.

Entre los variados intereses que cultivaba Don Lucilo, la política representaba un lugar singular, perteneció siempre al Partido Demócrata Nacional. Fue electo diputado provincial por su partido en 1932. Logró que se estableciera el seguro de vida obligatorio para los empleados de la provincia.

Impulsó la creación del Juzgado de Primera Instancia en nuestra ciudad. En noviembre de 1932 pronunció un discurso en la Cámara de Diputados de la Provincia, fundamentando el proyecto de Juzgado para Colón. Esta era una aspiración largamente esperada por el pueblo, puesto que la instalación de un Juzgado de Primera Instancia significaba para la ciudad el movimiento de su comercio, la atracción de la población rural, la circulación del dinero y empleo útil de los capitales, la valorización de la propiedad, la edificación, la creación de entidades de cultura, de comercio, de profesionales y la orientación de la juventud hacia las actividades judiciales.

Colaboró también en la fundación del Banco de Entre Ríos. Estableció en 1937, por primera vez en el país, el pago del aguinaldo al personal municipal, con excepción del intendente.

En 1935 Lucilo González es elegido como Presidente Municipal, inicia tales funciones el 1º de julio de ese año. Entre lo que sucedía por aquellos días, a fines de ese mes escribe al Jefe de Policía, solicitándole que habiéndose instalado en los suburbios al oeste de la ciudad una caravana de gitanos, tome las medidas para evitar que recorran las calles de la ciudad durante los 3 días que permanecerán en esta. También es este tiempo la corporación tuvo un pedido de donación de un terreno de parte del Director General de Aeronáutica. Don Lucilo González cumplirá en comunicarle que si bien el HCD aún no había tratado el asunto relacionado con la donación del terreno, le anticipa que al ser destinado dicho terreno solo para campo de aterrizaje, la Municipalidad no tendría ningún interés en efectuar dicha donación.

En esos años ocupaba el puesto de Secretario de la Corporación Don Ovidio Saffores, Augusto Perrín era el Presidente del HCD y Juan A. Lamás se hallaba al frente de la Jefatura de Policía Departamental. Don José Maxit era entonces el Juez de Paz.

En el verano de 1936, el Boletín Oficial de la Municipalidad de Colón informaba como estaba constituido el Departamento Ejecutivo, siendo el Presidente Lucilo González, en el cargo de secretario ahora se hallaba Silvano Courvoisier, luego del fallecimiento de Saffores. En Contaduría Tito Carlos Croci y en Tesorería Luis B. Courvoisier. El Concejo Deliberante se integraba con Augusto Perrín como Presidente, Federico Hafliger y Lorenzo Benzi como 1º y 2º Vicepresidentes respectivamente. Los concejales: Salvador Lopez; Victoriano Larráz; Francisco Arguet; Alberto Hall; Julio Pintos; Osvaldo Eyhartz y Esteban Elizaincín. Toribio Crocci era el Alcalde de Ciudad, mientras León Pellenc se desempeñaba como Alcalde del Ejido.

Por estos tiempos se seguían produciendo casos de difteria, por eso, en vistas de las frecuencias de los casos en la ciudad, en junio de 1937, El Presidente Municipal procede a decretar clausurada la Escuela Nacional Nº 10 por el término de 6 días, a los efectos de la desinfección de aulas y demás pertenencias.

Durante su Intendencia, en 1938, la ciudad de Colón cumplió 75 años, es en ese momento cuando la calle Centenario adopta con motivos de los festejos el nombre de 12 de Abril, fecha en que el Gral. Justo José de Urquiza procede a su fundación.

El junio de 1939 termina su período como Presidente Municipal, asumiendo entonces dichas funciones Don Lorenzo Benzi. En septiembre de ese año es designado por el Intendente Benzi para integrar una comisión que desarrolló una acción conjunta con las comisiones nombradas en Villa Elisa y Colonia San José. La comisión de la ciudad de Colón que integró González tomaba a su cargo, con amplitud de facultades, la construcción de un camino firme que uniría las tres localidades.

En 1959 el Concejo Deliberante celebró un acto de homenaje a Lucilo González con motivo de su retiro de dicho cuerpo, al término de largos y muy meritorios servicios prestados a la comuna. Su consagración a una inteligente acción por el progreso de la ciudad, formando o no parte de sus autoridades constituyó un invalorable ejemplo en tiempos de falta de entusiasmo por la cosa pública. Con la presencia de la totalidad de los concejales, el intendente y empleados se le hizo entrega de un pergamino.

Don Lucilo González supo ocupar con trabajo y la vocación que esgrimen los grandes hombres, las páginas más importantes de la historia de Colón. Su espíritu avezado y su curiosidad inagotable nutrieron todas sus acciones, que constituyen, en el devenir histórico, nuestra verdadera herencia.

Falleció en Colón el 4 de diciembre de 1969, tenía entonces 94 años. Sus restos descansan en el cementerio de la ciudad. Un importante boulevard lleva su nombre, rindiendo homenaje póstumo al noble caballero que fuera presidente municipal.

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