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Mediante la sección “Tribuna abierta” de la edición impresa de El Entre Ríos, un frecuente usuario de esa ruta, que une las ciudades de Ubajay y San Salvador en la costa del Uruguay, da cuenta del avanzado estado de deterioro de su cinta asfáltica, haciendo una retrospección a los tiempos en que se comenzaba a proyectar la obra y las expectativas generadas en ese contexto.

Señora directora de El Entre Ríos

Graciela Marcó de Maxit

Es sabido que la ruta provincial 38, ubicada entre Ubajay y San Salvador, uniendo el departamento homónimo con el de Colón, ha sido siempre motivo de diversos comentarios y hasta controversias, incluso desde mucho tiempo antes de iniciarse su construcción.

Tanto que, como algunos vecinos de la zona bien recordarán, se decía que la obra había sido presupuestada como cábala en los sucesivos gobiernos de nuestra provincia pero nunca se hacía realidad, llegando algunos a compararla -en forma socarrona- con la de la limpieza del Riachuelo.

Ahora, con su cinta asfáltica dudosamente finalizada pero al fin habilitada, ya no deberíamos estar ocupándonos de esta ruta. Al fin, largos meses, años y hasta décadas de espera -sumado a los millonarios fondos públicos invertidos en ella- deberían haber acabado, para que quienes circulamos por la zona pudiéramos hacerlo de manera segura, dejando atrás los lejanos “tiempos de la colonia” y sus caminos rurales siempre vertiginosos, para deslizarnos por un uniforme, extenso y hasta placentero pavimento, que siempre creímos sería sinónimo de progreso y confort.

Sin embargo, los problemas estructurales parecen no tener fin a lo largo de toda su traza, pese a las obras de bacheo que, dos por tres, se emprenden sobre su superficie, pero duran poco y nada en el tiempo. Es que, a pesar de su reciente finalización, el calamitoso estado de conservación y mantenimiento, producto de la desidia de las autoridades “competentes”, se encuentra a la vista de cualquier persona, sin necesidad de ostentar para su análisis algún diploma en ingeniería o construcción.

Ante tanta desilusión e indignación que experimentamos los usuarios que, indefectiblemente, debemos circular de manera frecuente por ese camino, es que recurro a modo personal al prestigioso periódico que usted dirige, atento y preocupado como se lo puede leer últimamente en obras viales con resultados de estas características, buscando que visibilizar situaciones como estas surta algún tipo de efecto.


Un frecuente usuario

P.D.: acompaño fotografías que ilustran mi carta y que deseo fervientemente sean publicadas.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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