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Siempre digo, y quienes me leen -si es el caso que quede alguno- ya lo saben, que lo mejor es no enterarse de nada, mantenerse al margen de todo, porque esa es la única forma de no enloquecer. Ya sé que me dicen que eso es volverse como un zombi, pero hay veces que lo cierto es que no me dan ganas de serlo sino de desaparecer.

Díganme si no es así, pareciendo vivir como vivimos en un mundo en que todo está patas arriba, y las cosas parecen dejar de ser lo que siempre eran. Y con más motivo, con lo que me paso con mi tío.

Porque entre sonrisas irónicas me dijo, qué me contás vos que no te cansás de decir que nadie es más que nadie, de lo que aquí está escrito.

Para zamparme un pedazo de diario recortado en forma desprolija por alguien que no sabía que las tijeras existen, y medio arrugado como si lo hubieran metido y sacado muchas veces del bolsillo y que decía textualmente lo que sigue, ya que conservé el papel después de desistir de la idea de romperlo, a pesar de los reclamos de mi tío.

Un juez de EE UU pide indulgencia para un adolescente acusado de violación por provenir de “una buena familia”. “Cuando la primera vez que tuviste relaciones sexuales fue una violación", decía el mensaje de texto que envió G.M.C., de 16 años, a sus amigos, adjuntando un vídeo en el que se le veía penetrar a una joven. Durante meses, el agresor hizo circular las imágenes pese a que la víctima le pidió que las borrara. Los fiscales recomendaron al juez del Tribunal Familiar, James Troiano, de Nueva Jersey, que trasladara el caso a un gran jurado para que el acusado fuera juzgado como un adulto, pero este se negó. Por una parte, Troiano afirmó que, a su juicio, una agresión solo es "una violación tradicional" cuando dos o más hombres atacan a una mujer a punta de pistola. El magistrado pidió indulgencia para el joven, argumentando que “provenía de una buena familia” y que es "claramente un candidato” para ir a una buena universidad. Además, riñó a la fiscalía por no advertir a la denunciante de que presentar cargos arruinaría la vida de G.M.C. "Esto no fue más que un malentendido infantil”, concluyó el juez.

Explicable o no mi bronca, ¿díganme? Un juez que se las tira de comprensivo, cuando muestra la hilacha y habría que preguntarle ¿qué es lo que hubiera pasado si el chico abusador no fuera de “buena familia”? Ni hablar, si la chica también no lo fuera, y ¿y si la chiquilina fuera una migrante indocumentada? Estoy seguro de que ni Zaffaroni se hubiera animado a tanto…

¡Estupros, convertidos en pequeñas travesuras! ¡Igualdad ante la ley versus la dispensa en los casos de tratarse de integrantes de buena familia! ¡Con razón hay tantos que dicen que fumarse un porro no le hace nada mal a nadie! Y aquí corto, porque de seguir…
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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