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El fiscal federal Federico Uriburu, a cargo de la causa donde se investigan privación ilegítima de la libertad y reducción a la servidumbre de las monjas en un convento de Carmelitas Descalzas de Nogoyá, decidió imputar a la madre superiora del monasterio, y será indagada el próximo miércoles, informaron voceros judiciales.

El fiscal notificó el viernes por la tarde la imputación por el delito de privación ilegítima de la libertad a la madre superiora del convento de las Carmelitas Descalzas, la hermana "María Isabel", luego del allanamiento al convento ubicado en la calle Illia 918 de Nogoyá, el pasado 25 de agosto.

La monja, quien hace diez años es la encargada del convento e ingresó en 1991 al lugar, tiene como nombre real Luisa Toledo, de 63 años.

Tras la medida judicial y por decisión del Arzobispado de Paraná, la superiora nombró como sus abogados defensores a Guillermo Vartorelli y Miguel Ángel Cullen.

La imputación se realizó por el delito de "privación ilegítima de la libertad" en dos hechos, en referencia a las dos ex hermanas carmelitas que declararon, una que estuvo más de 10 años como interna del convento, y otra que permaneció 25 años.

Las monjas dieron detalles sobre "la forma de vida dentro" del convento y "ciertas actitudes de superiores", en tanto que confirmaron el uso de cilicios y flagelos en el marco de una investigación periodística de la revista Análisis.

Uriburu tomó la decisión junto a la procuradora general adjunta del Superior Tribunal de Justicia, Cecilia Goyeneche, y al fiscal coordinador de la jurisdicción, Dardo Tórtul, luego de analizar "todas las pruebas y declaraciones tomadas y los elementos secuestrados como cilicios, mordazas y látigos", dijeron fuentes de la Fiscalía.

Las fuentes informaron que el delito que se le imputa a la superiora establece "una pena de prisión de dos a seis años"; además, estudian imputarle "la aplicación de tormentos y torturas, y la reducción a la servidumbre".

Al intentar ingresar las autoridades, la superiora del lugar "resistió el ingreso de los funcionarios judiciales y policías que tras unos minutos lograron forzar la puerta".

En el procedimiento se hallaron los elementos de presunta tortura y autoflagelación como látigos, cilicios y mordazas.
Fuente: Diario Uno

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