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Fotos: Ramiro Imoberdorff.
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Hablar del sistema cloacal de Villa Elisa obliga a remontarse a la década de 1980, cuando se iniciaron las primeras obras de los tendidos de redes y estaciones elevadoras, como así también las lagunas de tratamiento. Las mismas se emplazaron en la extensión de Avenida Mitre -camino a la localidad de Primero de Mayo-, en cercanías al cementerio, el corralón municipal y el predio de Vialidad Provincial.

“Las lagunas al principio eran dos, que fueron modificadas a partir de 2005 cuando su funcionamiento ya no era óptimo, por lo cual se las replanteó e hicieron cuatro lagunas nuevas: de esa manera, prácticamente se triplicó la cantidad de días de retención y el volumen a tratar”, recordó ante El Entre Ríos el técnico en salud ambiental Ramiro Imoberdorff, subdirector de Servicios Sanitarios de la municipalidad.

El área de tratamiento contempla cinco hectáreas. De las seis lagunas, cuatro de ellas funcionan en forma facultativa y dos de manera aeróbica: las cuatro primeras, con 2,50 metros de profundidad, trabajan dos y dos en paralelo. En tanto, en algunos sectores de la laguna más antigua se encuentra disminuida la capacidad y profundidad, llegando a penas al 1,50 metro. Mientras que las aeróbicas tienen solo un metro de profundidad.

“Lo que en este momento se está evaluando es la posibilidad de agregar un pretratamiento para seguir mejorando los efluentes que se vuelcan al arroyo El Pantanoso al final del sistema. Sería un sistema de pileta donde se pueda airear el agua que llega antes de ingresar a las lagunas, reteniendo los sólidos y bajando drásticamente la DBO (demanda química de oxigeno)”, reveló.
Vista aérea de la planta de tratamiento de Villa Elisa
-¿Se practican análisis periódicos en las aguas del arroyo El Pantanoso?

-Nosotros hacemos al final de la laguna con un laboratorio de Concepción del Uruguay. También, a través de otra empresa particular, hace unos años hicimos análisis un poco más exhaustivos, donde se reflejaba el funcionamiento de las lagunas, el cual varía dependiendo la época del año y si llovió o no, entre otras condiciones.

-¿Cómo dieron los niveles en los últimos estudios?

-No estamos dentro de lo que pide la legislación provincial en cuanto a los 30 miligramos de DBO en el efluente final, ya que nos encontramos por encima de esos valores. Sí el funcionamiento de las lagunas está entre 85 y 90 por ciento en cuanto a la mejora de la calidad del agua que ingresa y como sale después.

-¿Se lleva la cuenta del volumen de desechos que se produce por día, por mes o por año, y cuánto de eso se vierte al arroyo?

-No lo tenemos calculado, pero eso va en la cantidad de carga que reciban las lagunas. Para eso, deberíamos hacer diariamente un análisis para sacar un promedio anual de cargas de entrada, salida y con qué caudal de agua se hizo para dar un número cierto. De modo que no estoy en condiciones de responder eso.

-¿Y efluentes industriales?

-No tenemos grandes industrias. Solamente algunos talleres, que últimamente se disminuyó muchísimo el tema de los hidrocarburos que tiraban, que en su momento fue uno de los problemas más graves que tuvimos. Y en cuanto a industrias alimenticias como la Cooperativa Arroceros, por ejemplo, no tenemos demasiados problemas respecto a cargas orgánicas. Pero los inconvenientes en general que hemos tenido fueron detectados y resueltos a pedido nuestro.
De cada domicilio a las lagunas
“De las viviendas construidas, Villa Elisa tiene más del 95 por ciento conectadas al sistema cloacal”, aseguró el funcionario municipal.

“Tenemos dos estaciones muy grandes y dos medianas, y después unos sistemas de bombeo alternativos que son tres más, que permitan se puedan llevar los efluentes hasta las lagunas”, explicó.

“Seis de las estaciones bombean por distintas colectoras y llegan a la estación más grande que tenemos, que es la de Avenida Mitre, y desde ahí se bombea a las lagunas. Es un sistema que se encuentra saturado en algunos momentos y que directamente deja de funcionar los días de lluvia, por la gran cantidad de pluviales que nos mandan al sistema y lo hacen colapsar. Pero en días normales, la estación que está hacia la salida del cementerio está al 95 por ciento de capacidad, por lo cual se está pensando en una nueva estación, descomprimir la que mencionaba anteriormente y poder tener una capacidad de crecimiento a 20 ó 30 años sin estar pensando en nuevas estaciones de bombeo, sustituyendo además una que se encuentra bastante deteriorada, que es la que está en Churruarín y Guex”, dio a conocer Imoberdorff.

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-¿Hay un sistema cloacal provisorio en el barrio ubicado detrás del Instituto Comercial?

-Es un sistema que lo hemos incorporado para que no existan pozos negros, donde se le permite a las viviendas eliminar únicamente los líquidos, los cuales son bombeados a una de las redes más cercanas. Está presentado hace varios años y lo seguimos haciendo permanentemente ante distintos organismos el proyecto de un plan totalizador para esa zona, que contempla una estación elevadora, una colectora y una red de impulsión. Estamos hablando de una inversión de 40 millones de pesos.

Actualmente, un total de cinco agentes municipales se encuentran abocados a las obras nuevas, el mantenimiento del sistema cloacal y las tareas de desobstrucción.
Olores, flora y fauna
“El tema de los olores varía mucho según la época del año, la presión atmosférica y desechos de algún taller”, señaló el subdirector de Servicios Sanitarios. “La ubicación de las lagunas hace que entre 20 y 30 días al año tengamos viento desde ese lado hacia la ciudad, por lo cual si se produjo alguno de estos eventos es más posible que el olor se expanda hacia la zona urbana. Pero prácticamente es imperceptible, que también es un indicador de cómo está funcionando todo”, afirmó.

-Actualmente, las lagunas quedaron muy cerca de un nuevo barrio de viviendas sociales.

-La elección de la ubicación en el año ’79 de las lagunas fue buena, pero ahora se debería evitar seguir construyendo cerca de ellas, porque si no nos obligaría a pensar en trasladar todo el sistema de tratamiento porque estamos metiendo la ciudad dentro del predio ambiental. Hoy nos encontramos con el barrio más cercano a 300 metros, por lo cual estamos pensando en un pretratamiento para contrarrestar más aún cualquier tipo de inconvenientes.

-¿Por qué no se instalan cortinas forestales alrededor de todo el predio?

-Ese es un tema controvertido. Quizás estéticamente mejore la visión del lugar pero, al mismo tiempo, al impedir que atraviese el viento no habría un intercambio en la parte superficial de las lagunas con el aire. En el caso que se produzcan malos olores, harían un efecto de chimenea y podríamos trasladar más lejos inclusive el olor que si no tuviéramos cortina forestal. Hay varias bibliografías que no las recomiendan, por eso tampoco nosotros las hemos implementado.

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Respecto a la flora “es abundante y debemos estar permanentemente cortando el pasto y evitando que los yuyos crezcan en las lagunas”, mientras que como parte de la fauna “tenemos la suerte de tener muchas especies de aves que anidan y viven en las lagunas, miles de tortugas y nutrias”.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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