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Las idas y vueltas del hospital “Bicentenario” de Gualeguaychú fueron abordadas por Luciano Garro en un informe periodístico que publicó en su edición de este jueves 16 de julio la revista “Análisis”. A continuación, el texto cuyo contenido completo puede encontrarse en la edición impresa Nº1112 de la mencionada revista:

Tras más 11 años de idas y vueltas, el Hospital Bicentenario de Gualeguaychú podría haber sido una grata tranquilidad sanitaria para todo el sur entrerriano, durante esta pandemia. Pero, lejos de eso, de los 12 gigantescos pabellones y dos subsuelos, hoy solo operandos: uno para oficinas administrativas y otro para consultorios externos. Las fuerzas humanas se dividen; actualmente la mitad del personal cumple funciones en el viejo hospital y la otra mitad en el nuevo. El sueño nunca hecho realidad es la cuenta pendiente más grande de la dirigencia política.

Fue, es y será uno de los ejemplos más significativos de cómo no se deben hacer las cosas; un verdadero monumento de la antipolítica ¿Qué hubiese sido de haberse finalizado la obra del Hospital Bicentenario Gualeguaychú? Lamentablemente, lo debemos plantear como algo utópico, a pesar de que pasaron más de 11 años desde el inicio de la construcción; y no es problema exclusivo de un partido político, porque en ese lapso gobernó también la actual oposición. Localidades como Gualeguaychú, Larroque, Urdinarrain, Gualeguay, Paranacito, Ceibas, Ibicuy, entre otras, miraríamos de reojo y con cierta tranquilidad sanitaria la pandemia.

Si fuese un partido de truco, sería como tener el ancho de espadas y otra carta fuerte para la primera mano. Tendríamos un nosocomio con más de 230 camas disponibles, con un pabellón entero para la Unidad de Terapia Intensiva e, incluso, otro espacio diferenciado para la Unidad de Terapia Intensiva pediátrica. Unos 20 mil metros cuadrados cubiertos con 12 pabellones y dos subsuelos. Una planta baja con administración, consultorios externos, sala de diagnóstico por imágenes, servicio de hemoterapia, laboratorio, hospital de día y farmacia. Un primer piso con dos sectores de internación general con 66 camas cada uno; pediatría y maternidad con 60 camas; neonatología con 10 cunas, cocina de leche y centro obstétrico con un quirófano para cesáreas; cuatro salas de Unidad de Trabajo de Parto y Recuperación (UTPR) y una sala de recuperación obstétrica con dos camas; Unidad Coronaria con cuatro camas; centro quirúrgico con cinco quirófanos y sala de recuperación con cuatro camas, y taller ocupacional con habitaciones para alojar 12 madres, entre otras tantas cosas.
Fuente: Revista Análisis.

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