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Hugo Ballay es un hombre clave en el equipo de Gustavo Bordet. Ambos son contadores y hablan el mismo “idioma”, aunque está visto que el titular de hacienda gusta cultivar el bajo perfil. Tal vez porque tiene claro que hablar no es su rol, su exposición en los medios siempre ha sido más bien austera.

No obstante, Ballay, nacido en Concepción del Uruguay en 1960, aceptó dialogar con El Entre Ríos, apelando a un estilo sencillo, casi campechano, que remite a sus orígenes gringos. Durante algo más de 40 minutos, respondió a interrogantes urticantes: ¿Está Entre Ríos en default?, ¿qué le propondrá a sus acreedores?, ¿qué impacto tuvieron las últimas medidas del Banco Central sobre la renegociación de la deuda provincial?, ¿a cuánto ascenderá el déficit de la Caja de Jubilaciones en el cierre de este año y en el venidero?, ¿habrá aumento de salarios para el sector público?, ¿seguirá pendiente el debate para reformar el sistema previsional?

Sin vuelta, apenas iniciada la entrevista, el ministro sinceró: “Entre Ríos hoy está en un default virtual, como le llaman algunos; selectivo le dicen otros”. Dicho esto, le quitó dramatismo: “Es una mancha, aunque Argentina estuvo muchos meses igual y las otras provincias también”.

Para entender la encrucijada actual -el incumplimiento en los pagos-, es necesario remitirse a febrero de 2017, cuando el Estado entrerriano emitió títulos públicos por 500 millones de dólares. “No había crédito local –recuerda Ballay- y la provincia en ese momento tenía tomado un programa de letras en pesos, que eran deudas a 60, 90 días, con tasas hasta del 100 por ciento o más. La única forma de reestructurar deuda era ir hacia donde nos guiaba el gobierno nacional, a tomar deuda internacional. De hecho, fue la primera vez que Entre Ríos lo hizo. En aquel período, lo logrado fue excelente, porque descomprimimos todos los vencimientos de corto plazo. Se salió de toda la deuda en pesos de corto plazo”, justificó.

- ¿Qué lección extrae la provincia de esta experiencia que ha sido endeudarse en dólares, visto desde este presente complejo?

- Uno de los inconvenientes de haber emitido títulos en dólares, ya nos lo marcaron los bonistas cuando hicimos la presentación de la provincia en 2016. 'Ustedes se endeudan en dólares, pero el cien por cien de sus ingresos son en pesos', decían. Es un factor de riesgo, más en un país como el nuestro, donde en períodos puntuales, por ejemplo con la última devaluación del gobierno anterior, el impacto que tuvo en el crecimiento de la deuda fue tremendo.

Hoy la provincia tiene un 20% de la deuda en pesos y un 80 en dólares. Ahora, esa es la parte negativa. Pero, si yo comparo el stock, el total de deuda de la provincia, en todas las monedas, y lo llevo a dólares, obviamente en el 2017 fue el mayor monto, pero a partir de ahí, 2018, 2019 y 2020, el stock baja.

Pero en 2020 aparece una cuestión puntual que nos lleva a tomar la decisión de no pagar. Covid mediante, el nivel de actividad, los recursos, se cayeron a pedazos, terriblemente. Eso nos llevó a esta situación.


- ¿Sin pandemia, no habría sido necesaria la reestructuración de la deuda?

- Creo que la hubiésemos hecho igual, por el paraguas del gobierno nacional, pero a lo mejor podríamos haber hecho frente al pago de agosto y negociar sin esta situación, que es lo que hoy está haciendo Córdoba, por ejemplo, que renegocia pero pagando los intereses.

No cambia demasiado las cosas, pero no estaríamos en ese default selectivo que le dicen algunos y las calificadoras no estarían diciendo justamente eso, que estamos en default. Es una mancha, aunque Argentina estuvo muchos meses igual y las otras provincias también..


Desde aquel febrero de 2017 en que el gobierno celebró haber conseguido los 500 millones de dólares hasta febrero de 2020, Entre Ríos venía cumpliendo con el pago de los cupones de intereses, dos veces al año, desembolsando en cada ocasión algo más de 21 millones de dólares.

Pero el 8 de agosto último, no pagó. “Previo a esa fecha, en plena negociación del gobierno nacional, anunciamos que íbamos a iniciar la reestructuración. Es un paso importante, de comunicación con los tenedores de los bonos, en su mayoría de afuera, que estaban con la expectativa de recibir sus intereses. Antes de la fecha, les informamos que iniciábamos la reestructuración. Hay un período de espera, que son 30 días, por lo cual hasta el 7 de septiembre hubiésemos podido pagar los intereses en las mismas condiciones que el 8 de agosto. Tampoco lo hicimos”, admitió el Ministro.

Lo que vino después fue la contratación del Banco HSBC, para que conduzca las negociaciones por la reestructuración, y una videoconferencia con acreedores.

- ¿Qué pretende lograr Entre Ríos en la renegociación en marcha?

- Tenemos tres lineamientos. 1) Evitar cualquier desembolso este año y el próximo, o, si hubiera que hacerlos, que sean mínimos; 2) la amortización de la deuda, pactada inicialmente para los años 23, 24 y 25, que se amplíe. Que en vez de amortizar en 3 años, sea en 6; y 3) una reducción de la tasa de interés, que cuando tomamos la deuda fue del 8,75%.

O sea, queremos lograr pagar lo menos posible este año y el que viene, para salir de esta situación de inactividad y bajos recursos, ampliar a 6 años la amortización y tratar de bajar el interés.

El próximo paso en la negociación es un período de 7 días en el que el banco HSBC toma contacto con los acreedores, con confidencialidad y plena reserva. La idea era firmar para empezar esa instancia ahora, pero después de las últimas medidas del Banco Central, enfriamos un poco los plazos. Hoy el banco está hablando pero sin esa confidencialidad firmada.


Ballay no descarta que el asunto vaya para largo. “A todo este proceso, la provincia de Buenos Aires lo está llevando a cabo hace 5 meses, donde la provincia ofrece algo, los inversores le contestan con otra cosa, vuelve a ofertarse, y los plazos se estiran. Seguramente, también será largo el proceso que atravesará Entre Ríos, más en esta situación, cómo están rindiendo los bonos argentinos. En este contexto, para la provincia es beneficioso que no sea hoy el momento de las definiciones”, confesó.

Cuando el titular de la cartera de hacienda alude a “esta situación” y admite que no es buen momento para negociar, está elípticamente hablando de las recientes disposiciones del Banco Central que obligaron a las compañías a renegociar el 60% de sus deudas en dólares. El ministro extremó la cautela para no confrontar con el gobierno nacional, pero no puedo evitar reconocer que el escenario dista muchísimo de ser el mejor. Es notoria la caída estrepitosa de los mercados en apenas una semana, señal de que se pulverizaron los efectos positivos que había tenido el acuerdo de Nación con los acreedores.

- ¿Las decisiones del Central obligaron a poner un freno de mano en el proceso de reestructuración?

- La buena noticia para nosotros es que el gobierno nacional cierra su renegociación. La mala noticia fueron las últimas medidas del Banco Central, que, en realidad, no afectan en forma directa a las provincias. Por ejemplo, Santa Fe tiene mañana (por hoy) un vencimiento de intereses de un bono internacional y lo va a pagar. No es que las provincias estamos ante una situación de que no nos den los dólares. Pero, siendo decisiones del gobierno nacional, el mensaje a los inversores es negativo, y por eso los títulos se caen y por eso nosotros ahora no podemos a negociar. Tenemos que demorar un poco hasta que esto se reacomode.

- ¿Cuál es el mayor riesgo que se corre? ¿Cuál sería el peor escenario?

- Me gusta ser sincero. Hay un riesgo. Si el 25% de los tenedores de los bonos se ponen de acuerdo y denuncian (la palabra técnicamente es que 'aceleran' el procedimiento), Entre Ríos entra en default. Hoy está en un default virtual como le llaman algunos, selectivo. Pero mientras vos estás negociando, nadie dice nada.

Pero el riesgo es que el 25% te denuncie. No pasó con ninguna provincia, no pasa con Mendoza que es la que hace más tiempo está discutiendo (*). No pasa con Buenos Aires, con Córdoba, con Chubut. No creo que pase con Entre Ríos, pero el riesgo está.

Lo mismo, llegado el momento nosotros necesitamos, para que tenga luz verde una propuesta, que la apruebe el 75% de los tenedores de los títulos, porque arrastran al otro 25%.

Pero habitualmente se termina negociando con tres o cuatro fondos de inversión, porque esos logran representar a varios tenedores. 3 o 4 están negociando con ese 75%.


- Según el Consejo Empresario, la deuda crece más rápido que el ingreso neto disponible. ¿Es así?

- La única diferencia que tenemos con ese informe del Consejo es en la primera parte, donde hacen la comparación 2016 - 2020. Ellos consideran como deuda la utilización del fondo unificado de cuentas de la provincia, el FUCO. La provincia tiene 200 y pico de cuentas bancarias. Por ejemplo, los fondos de CAFESG están en una cuenta corriente a la vista. Supongamos que tiene 100 pesos. La provincia puede usar hasta el 95% de ese fondo, 95 de los 100 pesos, a costo cero, porque es plata de la provincia.

¿Dónde la utiliza? En su cuenta corriente de pago de haberes y demás. Vendría a ser como que yo tengo 250 cuentas, una está en descubierto y 249 a favor, pero además ese descubierto no puede superar el 95% de la sumatoria de las otras. Bueno, a esto el Consejo Empresario lo considera como deuda. Nosotros no, porque es plata de la provincia y no tiene costo. No es que se la debemos al Banco de Entre Ríos.

Después, cuando el Consejo Empresario compara intereses de la deuda con recursos tributarios sólo provinciales, es muy parcial, porque representan el 30% de la totalidad de los ingresos de Entre Ríos. El 70% es coparticipación nacional.

Obviamente que sí es cierto que esta caída de actividad, por ende menor recaudación, hace crecer esa incidencia de la deuda. Está bien hecho el análisis, salvo ese detalle de que toman como deuda al FUCO y que comparan con el 30% de los recursos de la provincia.

El crecimiento de los intereses respecto de los ingresos totales es producto de la baja de los ingresos. Pero acá hay que considerar también que la deuda de la provincia dolarizada decrece todos los años, desde el 2017.


- Bordet firmó junto a varios gobernadores una nota de apoyo a la decisión del Alberto Fernández que restó coparticipación a CABA y la traspasó a Provincia de Buenos Aires. Más allá de las cuestiones políticas, ¿tiene algún efecto esa medida sobre los ingresos de Entre Ríos? ¿O la razón para firmar fue sólo política?

- La firma es de respaldo político. En realidad, fue también una decisión darle a Buenos Aires años atrás un porcentaje de recaudación, que no afectó a las provincias porque lo cedió el gobierno nacional. Y ahora, lo que hace Nación es, de esos 3,24 puntos, darle uno nomás y con lo demás arma un fondo para provincia de Buenos Aires. Para el resto de las provincias, el efecto es neutro, tanto de la anterior decisión como de la actual.

- Está pendiente desde 1994, una nueva ley de coparticipación. Así como es hoy el reparto, ¿está conforme Entre Ríos?

- Como ministro, formo parte de la Comisión Federal de Impuestos, donde estamos todas las provincias, el gobierno nacional y CABA. Es el organismo federal por naturaleza. Fui vicepresidente y estuve a cargo de la presidencia el año pasado. Se crearon comisiones, se hicieron muchísimos trabajos en función de que, en algún momento, se va a tener que rediscustir la ley de coparticipación.

Ahora bien, para lograrlo tiene que salir una ley del congreso nacional y una ley de cada una de las legislaturas provinciales. Por eso, ninguna provincia va a ceder lo que hoy tiene. Seguramente va a aspirar a más. Entonces, el único momento en que se puede lograr reformular la coparticipación es si el gobierno nacional está dispuesto a ceder.


- ¿O sea, debería redefinirse la coparticipación primaria?

- Exacto, la primaria. En función de eso, nosotros consideramos que lo que recibimos hoy es razonable y sabemos que hay otras provincias que se sienten perjudicadas. Pero insisto, la discusión se va a poder hacer el día en que un gobierno nacional diga que va a ceder algo de su parte.

- ¿Cómo piensa afrontar la provincia el reclamo salarial de los gremios? Está claro que los empleados han perdido respecto de la inflación y que también el Estado está en situación compleja respecto de sus ingresos. ¿Habrá alguna ayuda especial de Nación para recomponer salarios?, ¿se sale emitiendo o cómo?

- Reconocemos que al trabajador que depende de un salario o de una jubilación obviamente la inflación lo impacta y fundamentalmente a quienes menos ganan. Somos conscientes de eso, pero a su vez tenemos que mirar la otra parte. Hoy estamos sosteniendo un cronograma de pagos, siempre en función de priorizar a los que menos ganan, terminando de pagar el 22, 23 o 24 de cada mes. Esa situación es la que nos hace decir que cualquier incremento que demos, vamos a poner en riesgo la posibilidad de pagar el sueldo dentro del mes.

De ahí vienen dos cuestiones. Con el gobierno nacional es excelente el diálogo, hemos recibido algún aporte del Tesoro, estamos buscando alguna alternativa de financiamiento razonable y que se pueda tomar, no a tasas de locura.

Pero, además, nosotros tenemos que mirar el contexto del privado. Hay sectores, como el turismo por ejemplo, que están cerrados. Es cierto que el gobierno nacional les dio una mano para pagar salarios pero hace 6 o 7 meses que están cerrados, el ingreso es cero. Al sector público no lo podés aislar. El Estado, sus empleados, no somos una isla. Estamos todos inmersos.

Nosotros convocamos a los gremios. El jueves vendrá un representante de cada sindicato y voy a estar yo. La idea es contarles la realidad de la provincia y recepcionar de parte de ellos algo concreto.

Entendemos que algún tipo de mejora tenemos que dar antes de fin de año básicamente. A lo que nosotros apostamos es al diálogo como nos insiste el gobernador Bordet, que mostremos las cartas, miremos. Seguramente no nos vamos a poner de acuerdo, pero el esfuerzo que nosotros podamos hacer desde la provincia, lo encararemos. Pero quiero sentarme con ellos y ver dónde hacemos ese esfuerzo, ver si comparten que al esfuerzo se lo haga en tal o cual sector. Lo vamos a charlar el jueves y serán una o dos reuniones y poder llegar no sé si a un acuerdo pero aunque sea a un entendimientos.


- ¿Qué alternativa de financiamiento están evaluando?

- Hay un fondo fiduciario de asistencia a las provincias creado para eso. Lo otro que ya refinanciamos son aquellos tres puntos extras de coparticipación que ANSES prestó a la provincia. En este año había que empezar a devolver ese dinero, pero quedó postergado por 45 días y hay un proyecto de ley para que le den a la provincia un título a ocho años en pesos, para refinanciar eso. Todo esto no implica plata fresca pero permite que Entre Ríos no deba hacer frente a esa deuda ahora.

- ¿El talón de Aquiles financiero de la provincia, con independencia de la pandemia, es el déficit de la Caja de Jubilaciones?

- Sin ninguna duda. Estamos proyectando un déficit de 17.500 millones este año y mirando el presupuesto del año que viene va a estar entre 20 y 21.000 millones. Si nosotros quitamos del medio ese déficit, la provincia tiene superávit. Es el gran tema.

Lo que el gobernador hizo en febrero fue convocar de manera amplia para ver caminos de reforma, pero no se pudo hacer por la Pandemia. No es un problema de Entre Ríos solamente sino de todos los sistemas previsionales. ¿Qué logramos hasta ahora? Al menos el reconocimiento de parte de ANSES, equiparándonos como si las jubilaciones nuestras fueran iguales que las nacionales. Entonces, obtenemos más o menos el 40 y pico por ciento de ese déficit. ¿Por qué? El Anses te dice 'el 82% móvil que lo tenés vos, hacete cargo; las edades, hacete cargo... un policía se jubila antes de los 50 años, los docentes a los 52... De esa diferencia, nos tenemos que hacer cargo desde la provincia.

Cuando Bordet inició la primera gestión, en una charla con Manzur, de Tucumán, este le dice 'yo solucioné el problema, jubilé 7500 empleados'. Pero claro, Tucumán los jubila y van a la ANSES, porque transfirió su caja. Pero acá, los jubilás y sólo cambiás de ventanilla.

Uno de los datos que es importante es que la planta de personal de Entre Ríos decrece. De un crecimiento habitual que tenía del 4 al 5%, decrece el 1. Al menos, no crece. Ahora, las jubilaciones siguen creciendo, porque aparecen municipales, jubilaciones de la provincia de cargos que no los necesitas y entonces no los reponés. Vas achicando la planta pero se te incrementa cada vez más la demanda de jubilaciones.


(*) Nota de la Redacción: Mendoza anunció este martes por la noche que el proceso de reestructuración de su deuda culminó con éxito.
Fuente: El Entre Ríos

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