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Cómo remediar los males de la democracia, parecía ser uno de los temas que preocupaban al ingeniero elisense Pascual Viollaz.

Al menos eso dejó plasmado en una carta de lectores dirigida a El Entre Ríos cuatro años antes de encontrar la muerte a manos de un grupo de delincuentes, dentro de su propia casa.

Lo preocupaba la demagogia, la corrupción y el alto costo de cada elección.

“El sistema para elegir los gobernantes es malo”, decía. Y si bien aportaba como posible solución un sistema de sorteo utilizado en la antigua Grecia, no esperaba quedarse con la última palabra, sino abrir un debate que permita sumar ideas.

No sabemos cuál fue en aquel momento la repercusión de aquella publicación del domingo 24 de abril de 2016, en la edición impresa. Pero quizá el triste desenlace de su vida contribuyó a que su mirada se convierta en un legado que vale la pena atender.

El 27 de mayo de 2020 –dos días después del crimen- El Entre Ríos rescató aquella carta, ya desde su edición digital, no solo por tratarse de una manifestación pública del fallecido, sino por reflejar el compromiso social de este. En diciembre de 2021 llegó el juicio por jurados, y es preparando su alegato final que el fiscal Alejandro Perroud recuerda esa publicación. Entonces decide revalorizar el contenido de la carta escrita por la víctima, ante los miembros del jurado que debían decidir la culpabilidad o no de los seis imputados.
“Tenía 80 años y lo molieron a palos”
La última jornada del juicio por el crimen de Pascual Viollaz contó con aproximadamente media hora de un contundente alegato del fiscal Alejandro Perroud en la Casa del Bicentenario de Colón, previo a la decisión que debían tomar los 12 jurados.

“Lo que les conté en mi alegato de apertura no era producto de mi imaginación, como dijeron los defensores. Acá quedó demostrado que los seis imputados formaron parte de una banda que terminó robando y matando a Pascual Viollaz”.

“Cuando se sientan muy estresados acuérdense de que el médico forense, acá sentado, dijo que Viollaz murió del estrés que le produjo la paliza que le dieron ¿Se pueden imaginar lo que es morirse de estrés; lo que habrán sido esos últimos momentos, solo, en su casa, con una bolsa en la cabeza, atado de pies y manos?”, los interpeló.

“No tenía heridas defensivas, porque no le dieron tiempo de defenderse. Esos fueron sus últimos momentos. Tenía 80 años y lo molieron a palos”, sentenció.
“Proponía que el pueblo decida cuestiones importantes”
Más adelante, el fiscal se tomó algo más de dos minutos para referirse a la carta publicada en el periódico. En ese contexto, planteó un paralelismo entre la forma de democracia propuesta por el ingeniero, con el deber cívico que en esemomento cada uno de los jurados estaba ejerciendo.

“Hay una publicación del año 2016, una carta de lectores que Pascual Viollaz mandó a diarioEl Entre Ríos”, dijo recomendándoles su lectura.

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“Viollaz era una persona que se comprometía, asistía a los foros de seguridad ciudadanos y tenía toda serie de propuestas en bienestar de la comunidad. Pero también tenía otro tipo de ideas y en esta nota plantea la posibilidad de abocar, para defender a la democracia, una forma de gobierno sin corrupción, sin demagogias, en forma eficiente. Como hacían los griegos, que se reunían en el Partenón, en un foro; primero eran mil, después eran quinientos”.

“Proponía que sea el pueblo el que decida cuestiones importantes, de una manera transparente. Creo que le hubiese gustado estar acá y ser jurado. Él creía en esto, en el diálogo, en la deliberación”.

Me emocionó la coincidencia, porque ustedes están justamente participando del juicio donde este hombre, que creía esto, fue víctima. Ustedes están participando en el primero (del departamento Colón), pero esto lleva 2.500 años, de la época de los griegos y ellos confiaban en la decisión de su pueblo”, expresó Perroud.
“Ustedes son miles que quieren justicia”
En el último tramo de su exposición, el Dr. Perroud resaltó la importancia de la decisión unánime como única posibilidad de obtener una condena.

“Los seis imputados tienen una garantía, una carta, que no tenemos ninguno de los que estamos acá, que es la unanimidad. La esperanza, la tranquilidad de que debe haber 12 personas de acuerdo para que se los declare culpables. Ellos confían en que alguno va a pensar distinto, habrá visto algo diferente, no se va a animar o tendrá miedo”.

“Ustedes son 12, pero en realidad son miles de hombres y mujeres del departamento Colón que quieren vivir en una sociedad tranquila, en paz y justicia. Por eso, confío en la declaración de culpabilidad unánime para los seis como coautores del delito de homicidio en ocasión de robo”, concluyó.
La carta del Ing. Viollaz
Nuevas formas de democracia

Se ha dicho que la democracia es un sistema muy malo de gobierno, pero que las otras formas son peores. Entre sus males está la demagogia, lo caro que resultan las elecciones y la corrupción.

En realidad, se ha hablado mucho criticando a la democracia, pero poco se ha pensado en cómo remediar sus males.

En la antigua Grecia, hace más de 2000 años, para disminuir la demagogia se propuso un sistema por sorteo: se elegía un cierto número de ciudadanos, por ejemplo 500 y entre esos 500 se hacía un sorteo para elegir, por ejemplo, a los 100 que iban a gobernar la ciudad. Quizás parezca un método poco eficiente dejar que el azar sea el que, en última instancia, decida cuáles serán los gobernantes. Pero, si hacemos un poco de historia, no creo que los gobernantes que ha tenido la Argentina superen en calidad y ética al promedio de su población. Y en este caso, se sortearía entre los más votados.

Supongamos una ciudad de 10.000 votantes que tenga que elegir 20 ciudadanos para gobernarla. Se podría hacer el siguiente sistema: se eligen 200 personas (2% del total) y se sortea entre las 200 personas a los 20 gobernantes. O sea, para ser elegible, si todos tuvieran igual número de votos, cada uno tendría que conseguir 50 votos. Es decir, si alguien tuviera interés en entrar en la política, no tendría que tener dinero sino solamente conseguir 50 votos (o menos, si no están distribuidos igualmente). También se podría poner una cláusula, según la cual si se tiene menos del 0,2% de los votos, queda excluido del sorteo y se sortearía entre los restantes.

Una variante sería decir: queremos que los que han recibido muchos votos -por ejemplo, que han recibido más del 10% de los votos- deban entrar directamente sin participar en el sorteo, hasta un 30% del total de los gobernantes y el resto se completa por sorteo.

Cada 8 años se haría un plebiscito para ajustar el valor de los parámetros, los cuales no se podrían cambiar en más de un 20%.

De esta manera, se incentivaría el interés por participar en política, se disminuiría la demagogia, se abarataría el costo de hacer política y bajaría la corrupción…

El sistema actual es caro y eso fomenta la corrupción, pues necesita dinero para las elecciones que es proporcionado por los grandes monopolios para asegurarse sus ventajas en el futuro.

Sería interesante probar un sistema así para el gobierno de pequeñas ciudades.

Creo que la democracia es un buen sistema de gobierno que funciona mal porque el sistema para elegir los gobernantes es malo y necesita ser mejorado.

Es posible que a cualquier lector se le ocurra un sistema mejor: lo que quiero es abrir el diálogo para encontrar un mejor sistema de gobierno que el que tenemos.

Ing. Pascual Viollaz
Fuente: El Entre Ríos

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