En primer término, marcó que lo escrito por el experimentado dirigente radical debe leerse como “un severo llamado de atención ante los cada vez más recurrentes atropellos del centralismo porteño que van subyugando a las provincias”.
“Las autonomías provinciales deben respetarse, los recursos naturales son de las provincias y en su defensa deben actuar con énfasis y decisión nuestros gobiernos”, afirmó más adelante y también sostuvo que “diputados y senadores deben hacer oír sus voces en el Congreso, las provincias deben unirse y exhibir un discurso único y contundente”.
Reconocido artiguista, el abogado entrerriano recordó lo que el general le dijo a los suyos de cara a la Asamblea del año XIII: “que precisa e indispensable, sea fuera de Buenos Aires donde resida el sitio del gobernador de las Provincias Unidas”.
A continuación, la columna de opinión completa:
Adhiero enteramente a los reflexivos y sensatos conceptos vertidos por el Dr. Alberto Rotman en su artículo de opinión “Con Salto Grande ¡no!”, de amplia difusión que, medito, debe ponderarse como un severo llamado de atención ante los cada vez más recurrentes atropellos del centralismo porteño que van subyugando a las provincias, subvirtiendo el pronunciado federalismo impreso en la Constitución Nacional y –obviamente- en nuestra Carta Magna Provincial.
No es novedoso, son más de dos siglos de unitarismo; esa consigna político-filosófica estampada en la Constitución sólo es mera declaración literal, no visible en los hechos.
Quizás como anticipación a lo que se venía, manifesté dos años atrás en un artículo de opinión (“Un nuevo avance sobre el federalismo”, junio 2023): “La noticia debe leerse como un severo llamado de atención, atento a que Entre Ríos genera energía eléctrica a través de la represa de Salto Grande que abastece a la red nacional; si bien es un complejo binacional (Argentina – Uruguay), beneficia desproporcionadamente a la capital que por dicho servicio pagan sus usuarios una tarifa más de tres veces inferior a la que debemos saldar los entrerrianos por la provisión de electricidad. También, debería ser motivo de preocupación porque, de permitirse estos avances sobre las autonomías provinciales, no debería extrañarnos que en un futuro pudiera ocurrir lo mismo con los recursos que provee la explotación del túnel subfluvial que, aunque parezca improbable, no debería desatenderse porque existe una zona difusa en la que el Estado Nacional puede otorgar en concesión la explotación de recursos naturales (vgr. los parques nacionales) que pueden resolverse por acuerdos entre la Nación y las provincias, lo que, de consumarse, implicaría otra claudicación al federalismo que no puede renunciarse pues, de ello suceder, además de una prevaricación a las mandas de la Constitución, significaría traicionar los desvelos y entregas de quienes todo lo dieron en defensa de las autonomías provinciales; dicho en otras palabras: desertar de la historia”.
Lo señalé ante el anuncio de mutar la forma de explotación de las represas eléctricas existentes en las provincias de Río Negro y Neuquén: “sustituyendo la administración que pasaría a ENARSA, con sede en Buenos Aires, lo que implica desplazar a las provincias y favorecer al gobierno central con el manejo discrecional de esos cuantiosos recursos energéticos. De prosperar la medida, el apoderamiento comprendería las represas de Alicurá, El Chocón, Piedra del Águila y Banderita, generadoras de electricidad en las provincias de Neuquén y Río Negro; como antecedente está Loma de la Lata (proveedora de gas)”, las que ahora se estaría intentando privatizar.
Las autonomías provinciales deben respetarse, los recursos naturales son de las provincias y en su defensa deben actuar con énfasis y decisión nuestros gobiernos; diputados y senadores deben hacer oír sus voces en el Congreso, las provincias deben unirse y exhibir un discurso único y contundente; tampoco debería permitirse que las empresas estatales provinciales sean garantía de préstamos provenientes del exterior.
Sabio y visionario, Artigas instruía a los representantes de la Banda Oriental que asistirían a la Asamblea del año XIII, que el nuevo estado que se formara debería tener el asiento de sus autoridades fuera de Buenos Aires: “Que precisa e indispensable, sea fuera de Buenos Aires donde resida el sitio del gobernador de las Provincias Unidas.” (Instrucción N°19, Congreso de Tres Cruces, abril de 1813, celebrado en la quinta de Cavia, Montevideo), lo que le valdría la condena de traidor a la Patria, ponerle precio a su cabeza e imposibilitaría la participación de los diputados orientales en la asamblea.
De buena vez, debemos unirnos todos, dejando a un lado las pertenecías ideológicas de cada uno, y abroquelarnos en la causa común: nuestra autonomía, sin que importe algún sacrificio pues debe prevalecer el fin superior.
Decía el Padre de la Patria, en los momentos en que se defendía la independencia: "La guerra se la tenemos que hacer del modo que podamos: si no tenemos dinero, carne y un pedazo de tabaco no nos tiene que faltar. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos trabajen nuestras mujeres, y si no, andaremos en pelotas, como nuestros paisanos los indios. Seamos libres, y lo demás no importa nada." (Proclama de José de San Martín al Ejército de los Andes, Orden General del 27 de junio de 1819).
Hoy la consiga que nos convoca es: ni un paso atrás!