Investigación interna
El caso obligó a la Iglesia a ordenar una investigación propia, que quedó a cargo del cura Silvio Fariña. Moya fue separado de su cargo de párroco en Seguí, y desde que las denuncias se conocieron en junio, no se supo más nada de Moya, a pesar del alto perfil mediático que tuvo siempre debido a su rol de payador en festivales folclóricos. "Expresamos nuestra cercanía y disposición para acompañar a todos aquellos afectados por esta dolorosa situación, quienes cuentan con nuestra disponibilidad de escucha, oración, comprensión y afecto", expresó la curia en el comunicado en el que anunció el apartamiento de Moya.
Sin avances
Pero desde entonces no hubo más nada. La investigación eclesiástica no avanza y el arzobispo Juan Alberto Puiggari no se ha entrevistado con las víctimas.
Eso le hizo saber al propio Puiggari el actual párroco de Santa Rosa de Lima, de Villaguay, José Dumoulin.
Se lo hizo conocer a través de un correo electrónico que le envió después de haber esperado, sin resultado, que Fariña le contara en qué estado estaba la tramitación de la causa.
La carta de Dumoulin
"Me preocupa y me duele que no se avance en la investigación diocesana del caso Moya. Hasta donde sé, soy el único que declaré", le dijo Dumoulin a Puiggari.
"No pude ser que aún no se haya tomado declaración a las víctimas después de tres meses. Con esta actitud seguimos como iglesia abusando de las víctimas. Nos reinos de la Justicia porque no colaboramos como corresponde con lo que sabemos, de acuerdo a cómo sucedieron los hechos y tampoco hacemos nada de lo que nos corresponde al proceder de la diócesis. Nuevamente se pone a Fariña a cargo que a mi entender es un inoperante que nos deja mal a todos. No se puede aceptar estas actitudes en la iglesia. Hay que proceder con celeridad, rectitud de conciencia y eficacia, sino no se está en sintonía con el Papa", le señaló.
"Hay que hacer y no sólo dar explicaciones. De las que ya estamos aburridos, sólo discurso pero no se procede como se debe", concluyó Dumoulin.
