Luego de conocerse la noticia de que Francisco De Narváez votará por Daniel Scioli, Jorge Busti fue la primera voz que se escuchó en la provincia.
"Con el apoyo de De Narváez a Daniel Scioli queda en evidencia el negociado que se perpetró por la quiebra de Citrícola Ayuí de la ciudad de Concordia. Eso pasa cuando la política la toman como un objetivo de concretar negocios y no para mejorar la calidad de vida de la gente", expresó el candidato a vicegobernador del Frente Renovador.
En el parte de prensa difundido se anexa una foto del bonaerense y el gobernador Sergio Urribarri junto a De Narváez cuando la citrícola entrerriana fue transferida a chinos. La transacción se dio en el marco de los acuerdos que Cristina Kirchner firmó con China.
Busti recordó que cuando se comenzó a conocer los problemas que atravesaba la citrícola, los trabajadores le reclamaban airadamente a ellos "porque la empresa era de De Narváez y este era el candidato a gobernador de Sergio Massa, nos adjudicaban esa situación, pero el tiempo puso las cosas en su lugar", aseguró.
"Primó en Francisco De Narváez su vocación empresarial por sobre el dirigente político. No se privó de sacarse fotos con funcionarios oficialistas y los supuestos compradores, todo para que le sacaran las papas del fuego por la mala gestión empresarial en la empresa cítrica. Fue allí donde el oficialismo comenzó a acorralarlo para extenderle la mano y despegarlo de la difícil situación en que se encontraba", castigó
"Obviamente que primero fueron elogios desproporcionados para el gobernador Sergio Urribarri, luego fue la aprobación de un crédito por 20 millones de pesos para el salvataje de Citrícola Ayuí en la que todos los legisladores oficialistas dieron su apoyo aprobando la correspondiente ley, pero lamentablemente pasó lo que todos sabíamos que iba a ocurrir. Nos enteramos por los diarios de la presentación de Concursos y Quiebras por Citrícola Ayuí Saaci", repasó.
Finalmente Busti consideró que "estos apoyos, creo que poco le servirán a Scioli y lamentablemente estos ejemplos en el comportamiento de dirigentes no contribuyen a la reconciliación de la política con la gente".
