La Justicia ha preservado a la mujer denunciante y no ha brindado datos pormenorizados de los hechos. El fiscal Fernando Méndez, de la Unidad Fiscal de San Salvador, que actúa en la investigación penal preparatoria, sólo ha brindado datos mínimos: que hay una denuncia en curso y que se allanó la vivienda del exintendente. Nada más. “Lo fundamental es proteger en este caso la investigación y a la mujer que ha denunciado. Ese el motivo de no dar más información”, explica el fiscal.
El único que habló un poco más en extenso es el jefe de Policía San Salvador, Christian Medrano, aunque se limitó a mencionar que “ante lo que me ha indicado la Justicia, no puedo brindar datos. Lo está trabajando la Fiscalía, con el fiscal en turno, y me pidió la reserva del caso”.
En ese marco, detalló que “se designaron especialmente oficiales para que hagan este procedimiento que se trabajó junto a Criminalística y sinceramente, lo resolutivo no lo tengo porque al actuar en forma directa el fiscal llevó todos los elementos probatorios hacia su despacho para los análisis siguientes, así que no puedo verter ningún tipo de información”.
No obstante, confirmó que “se hizo un procedimiento de instancia privada en la localidad de General Campos”.
¿Quién es el denunciado?
En las elecciones de octubre de 2015, Teodoro Pablo Martinez perdió frente a su hermano, Sergio Eduardo Martínez, que quedó al frente de la Municipalidad de General Campos -a 225 kilómetros de Paraná, en el departamento San Salvador- y entonces usó una lógica peculiar para aceptar la derrota.Martínez llegó por primera vez a la Intendencia de General Campos en 1999 y completó mandato en 2003; repitió en 2007 hasta 2011; y de 2011 a 2015. En 2015 intentó un cuarto período, pero su hermano le salió al cruce.
Entonces, dijo que el revés electoral le serviría para descansar su imagen, aunque anunció que se convertiría en el “principal opositor” de su hermano. Y admitió que erró en la estrategia proselitista: “debí dar un paso al costado, aspirar a una diputación o la senaduría y dejar mi lugar a otro”.
La Legislatura no contó con su aporte ni aquel año ni en las elecciones que se sucedieron. Recién en febrero pasado le dieron el cargo de administrador de la Zonal San Salvador de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV). Antes había completado un primer período en esa función en 2016.
Pero su estrella iluminó una serie de escándalos cuando estuvo al frente de la Municipalidad de General Campos -donde antes gobernó el luego dos veces gobernador, Sergio Urribarri-
En julio de 2015, se viralizó un video en el que se veía a su secretario de Desarrollo Social, Exequiel Pintos, dando un subsidio a una mujer a cambio de sexo oral. “Bueno acá estoy, como verán no estoy pasando un momento muy agradable en lo personal y familiar, estoy muy apenado, he caído en una trampa, estos últimos dos días he sido víctima de amenazas, hostigamiento y chantaje al cual no accedí”, dijo el funcionario cuando quedó en evidencia.
“Es de grandes hombres reconocer el error y con esa misma hombría tomé la decisión, por una cuestión ética y por resguardar la institucionalidad del municipio, de renunciar al cargo que se me otorgó”, dijo. El “error” fue haber pedido sexo a cambio de un subsidio.
El intendente Martínez le agradeció a Pintos por su «valiente actitud digna de los hombres “de bien y con principios altruistas”.
Antes, en 2013, un hecho todavía más grave rozó al jefe comunal. “Haga patria, mate a un judío!”, apareció escrito en algunas boletas de las tasas municipales que llegaron a los contribuyentes.
Por ese hecho, la jefa de Rentas de General Campos, Marta Troche, renunció al cargo tras admitir su «culpabilidad» en la impresión de una leyenda antijudía en boletas de impuestos, que realizó luego de una discusión con el secretario del Concejo Deliberante, Ignacio Raff.
Ahora, el nombre de Martínez vuelve a los medios, y otra vez en medio de un escándalo.
