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Crédito: Celina Mutti Lovera / La Capital.
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A los 96 años de edad, falleció en su casa de la ciudad de Santa Fe la histórica referente de “Madres de Plaza de Mayo” e incansable luchadora por los derechos humanos.

Celina Zeigner de Kofman había nacido en 1924 en la localidad de Villa Domínguez (Departamento Villaguay) y eligió la docencia por su padre, un maestro rural a quien se lo había prometido de chica: “Yo voy a ser maestra como vos”. Hizo el curso de maestra normal nacional en Concepción del Uruguay y se recibió con muy buenas notas.

Ejerció la docencia durante 35 años. A los 19 años empezó a dar clases en una escuela de General Campos, donde permaneció por 19 años hasta que pidió el traslado a Concordia, donde trabajó por otros 16.
La desaparición de su hijo
En agosto de 1975, la noticia de que Jorge -el menor de sus tres hijos- había sido secuestrado y desaparecido en Tucumán, la sorprendió siendo directora. Jorge, el Hippie (o "Hippicito”), tenía 23 años, militaba en el PRT e iba a ser padre por segunda vez. “Queca” tenía 35 años de servicio, estaba a punto de jubilarse, pero le hubiese gustado seguir un poco más.

“Me retiré porque vino la dictadura, desapareció mi hijo Jorge y tuve que dejar la escuela, para poder colgar el guardapolvo y ponerme este pañuelo blanco que estoy usando desde entonces”, recordó en una reciente entrevista: entre los años 1978 y 2000 encabezó la organización “Madres de Plaza de Mayo” de Concordia y luego en Santa Fe.

En el marco del Operativo “Independencia”, Jorge estuvo detenido en la Escuelita de Famaillá, el primer centro clandestino de detención del país. En 2014, “Queca” brindó testimonio ante el Tribunal Oral Federal de Tucumán, en el marco de la megacausa por los presos en el penal de Villa Urquiza, adonde se cree que fue llevado Jorge tras pasar por esa escuelita.

Allí contó cuando dos soldados la encañonaron en el cuello y le cortaron en seco su carrera hacia la Escuelita de Famaillá, donde sospechaba que estaba detenido su hijo. “No nos obligue a hacer lo que no queremos”, le dijeron los soldados. Ella les imploró llorando que la dejen acercarse y así pudo llegar al alambrado donde gritó, con todas sus fuerzas, el nombre de Jorge. Desde entonces, una duda indeleble la acompañó: saber si su hijo escuchó o no ese rugido de madre.
La despedida del gobernador
“Despedimos con un profundo dolor a la querida Queca Kofman, una persona indispensable en la lucha por los derechos humanos y la política de memoria, verdad y justicia”, posteó Gustavo Bordet en sus redes sociales, al conocer la noticia de su fallecimiento.

Con “Queca”, el mandatario provincial recordó haber compartido varias actividades en el marco de “esta lucha contra el horror de aquellos años”. Una de ellas fue la presentación del libro “Mirar la tierra hasta encontrarte” de otro de sus hijos, Hugo Kofman.

“Queca se fue sin poder saber la verdad sobre su hijo Jorge, que secuestraron cuando tenía tan solo 23 años. Pero sembró uno de los testimonios más nobles de amor, paz y coraje, que permanecerá por siempre en la memoria de nuestro pueblo”, concluyó el gobernador.

Despedimos con un profundo dolor a la querida Queca Kofman, una persona indispensable en la lucha por los Derechos...

Publicado por Gustavo Bordet en Lunes, 3 de agosto de 2020
Fuente: La Capital / El Entre Ríos

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