Mientras en el municipio y en el Concejo Deliberante no faltan quienes aseguran que el empresario carece de autorización legal para instalar un boliche bailable, la obra sigue su marcha y hasta hay fecha fijada para la inauguración: Sábado 17 de Diciembre. A esos cuestionamientos vino a sumarse otro: que utiliza internos de la Unidad Penal Número 3 de Concordia para la ejecución de los trabajos. El dato fue revelado por Diario del Sur, abriendo espacio a la sospecha de que se trata de un ardid de Marizza para abaratar los costos de mano de obra.
Pero muy distinta es la mirada que aportan desde el Servicio Penitenciario.
En efecto, el Mayor Rubén Gómez, Director de la cárcel, confirmó a El Entre Ríos que "un grupo de internos, acompañado de un maestro de taller", participa de la obra en el galpón del puerto concordiense.
El responsable de la UP 3 explicó que son personas que están autorizadas por el Juzgado a disponer de una salida socio laboral, pero que no han conseguido un empleo permanente. Es por ello que el Sistema Penitenciario firma convenios, tanto con empresas como con organismos públicos interesados en darles una oportunidad, a cambio de lo cual les abonan un "pecunio", sin precisar a cuánto asciende.
Aclaró que los internos no van solos sino que siempre están acompañados por un maestro de taller y cumplen con una jornada de trabajo de cuatro horas, de 8 a 12. A modo de ejemplo, resaltó que cuatro de ellos están construyendo un paredón en una de las sedes del Copnaf en Concordia.
Gómez valoró que otras empresas y organismos, aparte de la Sociedad Anónima Puerto Príncipe del empresario Miguel Marizza, hayan firmado convenios similares con la cárcel, puesto que ello favorece la reinserción del interno en la sociedad.
