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Días atrás, el Instituto Nacional de estadísticas y Censos (INDEC) presentó los primeros números de la Canasta de Crianza de la primera infancia, niñez y adolescencia. En las estadísticas, se exhibieron datos que indican que, actualmente, el monto mínimo necesario para criar un hijo en Argentina es de, aproximadamente, $100.000 por mes.

Este informe se plasmó desde dos aristas: en la primera se mide cuánto cuesta acceder a los bienes y servicios que permiten garantizar que los niños accedan a una buena alimentación, vestimenta, educación y traslado. Por otro lado, se intentó determinar el costo mensual de horas cuidado para la primera infancia, niñez y adolescencia.

Como dato no menor, respecto al estudio de las condiciones de vida de la población, Argentina se posiciona como el primer país que genera este indicador.

Uno de los objetivos que se plasmaron al generar estas estadísticas fue que, en base a lo que se estima que es necesario para vivir en Argentina, se puedan fijar los montos de las cuotas alimentarias que se deben aplicar en casos del divorcio de los padres de los niños.
La crianza monoparental: Un tema clave en Argentina
La necesidad de focalizar en la estimación de cuánto deberían ser las cuotas radica en que, según datos de la Dirección de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía nacional, se calcula que 1.500.000 mujeres están a cargo de hogares con niños, de los cuales solamente dos de cada cinco reciben la obligación alimentaria en tiempo y forma.

En otras palabras, hoy en día en un 11,7% de hogares los niños conviven únicamente con sus madres. De ese total, se calcula que un 92% están bajo la línea de pobreza e indigencia.

Más de la mitad de esas mujeres, en base a datos aportados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), usan sus ingresos para el pago de deudas. Asimismo, solo tres de cada cinco hogares monoparentales, donde la madre se hace cargo de la tenencia, pueden usar y aprovechar correctamente la totalidad del monto de la cuota alimentaria.

Sol Prieto, directora de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género (DNEIyG) mencionó, al respecto, que “muchas veces la cuota alimentaria es vista por los progenitores como una multa o como un impuesto. Y, lamentablemente, en nuestro país tenemos una cultura de mucha evasión, o sea, nadie quiere pagar”.

Focalizó, a su vez, en la necesidad de que estas estadísticas del INDEC sean utilizadas para comprender que ese monto de Canasta de Crianza es únicamente destinado al gasto económico para el bienestar niños y adolescentes, lo cual es evidente, pero suele ser muy cuestionado por quienes deben abonar este monto mensual.
La realidad en números
Según datos aportados por la Dirección Nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia, se estimó que entre enero y febrero de 2023, en un total de 93.973 personas que se acercaron a realizar consultas, un 7,23% de los planteos fueron sobre los deberes de responsabilidad parental o familiar, de los cuales más de la mitad fueron hechos por mujeres.

Frente a estos procentajes, se ve una realidad donde las mujeres suelen acudir para resolver por medio de la justicia los problemas de tenencia y cuidado de los hijos en casos de divorcio. Según Sol Prieto, los jueces suelen tener problemas en el proceso de plantear un monto de la cuota alimentaria, ya que no contaban con un valor de referencia donde se plasme un monto mínimo para el bienestar de los menores. Por lo tanto, agregó que “tener este indicador (es decir, el informe del INDEC) sirve no solamente para acelerar los procesos que ya están en curso, sino que además impulsa a pensar otras reformas”.
Fuente: El Destape

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